El Estadio Cerrado “8 de Junio”, recinto icónico de la capital departamental, avanza en su proceso de remodelación, de la que se cumplen por estos días un año desde el comienzo.
Precisamente, allá por marzo de 2023 se levantó el piso flotante de la cancha, paso fundamental para dar inicio a la remodelación propiamente dicha, y desde allí no se ha detenido la marcha de las reformas.
Hoy cualquier vecino puede pasar por el lugar y ver que ya son visibles algunos de los cambios en la parte exterior, en donde se trabajará con mucha intensidad a partir de abril.
Así lo hizo saber a EL TELEGRAFO el director de Deportes de la Intendencia de Paysandú Guillermo Arias: “la obra en el estadio está entrando en una etapa importante, para después de Semana de Turismo se harán los trabajos grandes en la parte de afuera, que son las mejoras en la estructura y recambio de fachada”.
Además, Arias adelantó que lo referente al acondicionamiento acústico está terminado, mientras que en sectores como los de vestuarios y baños la obra va a muy buen ritmo.
OTRO TIPO DE GESTIÓN
La remodelación y reapertura traerán consigo cambios no sólo de infraestructura, sino también desde la gestión del escenario, algo que no será visible a simple vista pero que resulta clave si se pretende promover al 8 de Junio como un recinto apto para recibir espectáculos (deportivos o artísticos) de calibre internacional. “La Dirección de Deportes va a seguir siendo parte de la gestión, pero además estará la Unidad de Eventos de la intendencia y lo más importante: habrá una persona encargada del estadio, y otra persona encargada exclusivamente del piso” adelantó Arias.
Esto es fundamental porque está previsto que el recinto tenga más de un piso para eventos deportivos, así como la base de material que servirá para albergar espectáculos artísticos sin dañar las canchas.
No obstante y aunque quedó claro que habrá un manual de uso para el estadio y se buscará posicionar a la ciudad en la región, Arias aclaró que la intendencia pretende mantener el sentido comunitario del estadio.
“Todos los días vamos a tener actividades, puede que sean las escuelitas de la intendencia, un partido de la liga de básquetbol local o un evento artístico, pero el sentido comunitario no se puede perder; no queremos que el estadio se transforme en una especie de Antel Arena, en donde el alquiler para jugar un partido está en los 30 mil dólares, eso no nos puede pasar” cerró.