El presidente Luis Lacalle Pou visitó el predio ferial de la 57ª Semana de la Cerveza, acompañado por el intendente Nicolás Olivera, el presidente del comité organizador, Manuel Appratto, y otras autoridades. Lo esperaban decenas de periodistas pero no parecía muy interesando en hacer declaraciones. Como ocurre generalmente cuando es visto recorriendo cualquier parte del país, de inmediato se convierte en Selfieman y dedica una buena cantidad de minutos para compartir con la gente, tomarse fotos, hablar un momento con cada uno.
Entre medio intercambiaba con el intendente Olivera y lentamente se movía por el predio. Hasta que en un momento, quizás cansado de ser videograbado y fotografiado por la prensa en cada uno de sus movimientos, propuso un “pacto”. Conversar con los periodistas si después “desaparecían” las cámaras y lo dejaban caminar un poco más tranquilo.
Contó que decidió venir a la Semana después que “el intendente me invitó una vez que nos encontramos. Después me llamó y me pareció una buena oportunidad para acompañar una fiesta tan importante. Estuve siguiendo a Nicolás (Olivera) por las redes y me decía que esta Semana, en esta edición, se esperan 200.000 personas”.
“VER CUÁLES SON LOS DAÑOS Y QUÉ ASISTENCIA SE PUEDE DAR”
“Tocó un día lindo después de tantos días complicados en el país, y la gente sin dudas está tratando de disfrutar un poco”, agregó, lo que disparó el tema de las recientes inundaciones tras intensas tormentas en varios departamentos. “Estuve en Florida anteayer, ayer en San José y estoy en contacto con todos los intendentes. Creo que hay que separar dos etapas. La de ahora, que es en plena emergencia, con gente que todavía no pudo volver a sus casas, a quienes se le echó a perder casi todo, que necesita una asistencia. Eso lo estamos tratando de coordinar con el Sinae. Es cierto que los intendentes, y con razón, llaman a todos lados, y en todos lados por suerte se les responde, pero hay que tratar de centralizar en el Sinae”.
En tanto, “en la segunda etapa, que me imagino que deberá comenzar pasados 8 o 10 días, el tema será la infraestructura. Es un tema que me imagino que el Sinae, la OPP, el Ministerio de Economía, el Ministerio de Transporte y Presidencia de la República nos juntaremos para ver cuáles son los daños y qué asistencia se puede dar desde el gobierno central”.
En cuanto a la necesidad de recomponer viviendas o lograr realojos, aseguró que “en San José hay 31 viviendas, en Florida hay 36 de las que están en el Plan Avanzar y son justo para familias que se tuvieron que evacuar. Obviamente, después, en lo que hace a la reparación de alguna vivienda, contaremos, como siempre, con las Fuerzas Armadas y el Ejército, que siempre están en estas situaciones, dando una mano, con el Ministerio de Vivienda y después con las distintas reparticiones”.
EL AVANCE DEL DENGUE
En lo referente a la creciente cantidad de casos de dengue en todo el país, Luis Lacalle Pou indicó que “a principios de la semana pasada me reuní con la ministra de Salud Pública y me informó que de todos los departamentos el que más concentración de casos tiene es Salto. Trabajan en la descacharrización, en la eliminación de recipientes con agua. Obviamente no colaboran mucho las inundaciones, porque se llenan todos los recipientes rápidamente. Hay que estar arriba de eso y obviamente cuidarse desde el punto de vista del repelente y todo lo que uno pueda hacer para evitar al dengue. El resto es tener monitorizada la situación en todos los departamentos, con las distintas regionales de Salud Pública”.
“ES UNA BUENA NOTICIA”
Otro tema por el cual fue consultado fue la reciente decisión de Moody’s Rating, que elevó la calificación crediticia de Uruguay a Baa1, con perspectiva estable. La calificadora de riesgo atribuye la decisión a la “solidez institucional que apuntala la implementación de reformas”.
Ante eso, el Presidente destacó que “es una buena noticia. Es la nota más alta en la historia del Uruguay. Acompaña a otras calificadoras. Lo que pasa es que cuando se habla de este tema, capaz que no se sabe para qué sirve. ¿Campeones de qué?, ¿en qué nos beneficia?. Bueno, primero genera más confianza en el país. Si hay alguien que quiere invertir en la región, dice ‘Vamos a Uruguay’, considerando además muchas cosas. Un sistema político sólido, la institucionalidad, ser confiables económicamente. Y si tienen que conseguir crédito, con esta realidad, se consiguen intereses mejores. Es una buena noticia”.
“la sangre no llega al río”
Aun cuando por su investidura no puede comentar ni participar en política partidaria, “creo que puedo llegar a una opinión, de hecho lo hice el otro día en el Parlamento el 2 de marzo. Yo creo que en Uruguay la sangre no llega al río. Tampoco hay que tirar de la cola al león, porque a medida que uno va aflojando un poquito la lengua y empieza a decir algunas cosas, se llega a un punto de no retorno. Estoy seguro que en todos los partidos, en general, no hay ánimo de generar violencia. También recordemos que en todas las campañas pasa lo mismo. Igual, no hay que acostumbrarse. Pero en todas las campañas se dice que va a ser fatal. ¿Se acuerdan de la campaña interna del Partido Nacional 2019? Fue bastante difícil, por decirlo de alguna manera”.
“Los dirigentes políticos de todo el país, si bien son firmes, si bien tienen sus argumentos, desde la oposición se va a criticar al gobierno, y desde el oficialismo se va a defender al gobierno y después habrá matices en la vuelta. Lo que me parece importante es, como yo repito siempre y lo tengo como una forma de hacer política y de gobierno, que hay que ser firme con las ideas y suave con las personas”, subrayó.
Luego opinó que cuando “se tienen ideas claras y se cree que esas ideas son buenas y se está firme con ellas, no hay razón para descalificar a nadie”. En cambio “cuando no se tienen argumentos ni ideas y se está un poco despistado, ahí se ingresa en la descalificación, que no sirve para nada. Además, por lo general cuando uno elige a un gobernante, con todos los problemas que puede tener una familia, lo que menos busca es gritos, insultos, estridencias. Quiere a alguien que le genere paz, que le genere certidumbre. Al fin y al cabo un presidente es un gran padre de una gran familia como es un país, muy diversa y tiene que tratar de cuidar a todos, amparar a todos y no agredir a ninguno”.
“Me parece que la receta para una campaña electoral de entrar en el agravio y en el insulto, quizás sirva en la cortita, pero a la larga no da resultado”, dijo, dando por concluido ese tema.
“SERÍA BUENO QUE DIGAN CÓMO LO VAN A HACER”
Finalmente fue consultado sobre la posibilidad de reducir el costo de vida en el país, tema al cual se han referido algunos precandidatos. Con buenos reflejos, indicó que “sería una buena cosa que los candidatos expliquen cómo lo van a hacer”. Y luego recordó que “hemos tratado de impulsar algunos mecanismos. Por ejemplo, a los departamentos les viene muy bien una tasa bromatológica única. Creo que el Congreso de Intendentes está trabajando fuerte en eso. Cualquier industrial o productor mediano que hace algo bueno acá en Paysandú y quiere salir de acá, cuando va a otro departamento tiene que ir a otra Intendencia y pagar de nuevo una tasa bromatológica. Y así sucesivamente. Está a punto que no exista más eso”.
Opinó entonces, a modo de deber para el gobierno del próximo periodo, que “también tenemos el tema de la importación. Paysandú lo ha sufrido. El Intendente me llamaba un día sí y otro también para ver qué es lo que estaba pasando, qué se podía hacer. Porque, naturalmente, los vecinos cruzaban a comprar allá (en Argentina). Ahora, si la importación se facilita, puede –y no lo afirmo–, generar más competencia para reducir el precio de los productos. Me imagino que irán por ahí, pero a quienes les tienen que preguntar es a los candidatos; yo no lo soy”.
