Una fecha “reivindicativa”; se puede salir adelante, pero aún hay que “ir tirando barreras”

Lic. en Sociología Marisa Acosta Niell.

El Día Internacional de la Mujer es una fecha “reivindicativa” para “poner sobre la mesa las desigualdades que todavía existen” y al mismo tiempo “decirle a las mujeres que se puede salir adelante” aunque reconociendo “que es necesario ir tirando barreras”, opinó la licenciada en Sociología Marisa Acosta Niell en diálogo con EL TELEGRAFO. Hoy es “la primera mujer con voz y voto” en el directorio del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), uno de los tantos desafíos que ha asumido durante su carrera, en la que ha estado en contacto con distintas realidades de mujeres en algunos casos en contextos muy desfavorables, pero desde su lugar ha aportado a generar oportunidades en pos de un mejor bienestar.

Recientemente fue designada directora del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, cuando se desempeñaba en la Intendencia Departamental de Paysandú como directora de Género, Generaciones y Derechos Humanos y directora de la Unidad de Proyectos, precedida de una extensa trayectoria en organismos nacionales, pero también con experiencia internacional (Costa Rica, Colombia, Chile, República Dominicana), y cuenta con una Maestría en Políticas Públicas, un Diplomado Superior en Ciencias Sociales con mención en Políticas Públicas y Género y una Especialización en Participación Ciudadana y Desarrollo Local. Su trabajo siempre ha estado vinculado a temas de desarrollo, formación profesional y ocupacional, pero también con un fuerte involucramiento y compromiso en los relacionados a la igualdad de género.

Se define como una persona “inquieta”, muy “familiera”, muy amiga de sus amigos y de “generar vínculos duraderos”. “Fui una niña muy urbana, me gustaba mucho leer”, recordó quien en la Secundaria fue militante sindical estudiantil, lo que “me llevó también a tener mucho protagonismo desde muy joven”. Tras sus años universitarios, vivió y trabajó en Costa Rica, en donde su labor fundamental fue “con mujeres en la zona fronteriza de Costa Rica con Panamá, en una zona portuaria en la cual se había retirado la bananera en aquel momento; (había que) hacer un estudio y a partir del mismo buscar alternativas económicas para esas mujeres”, que por las mismas circunstancias en una gran mayoría eran jefas de hogar.

Durante muchos años “mi veta de trabajo ha sido de desarrollo, de formación profesional y ocupacional, y luego más en los temas de género”, enfatizó.
Precisamente, “yo estuve a cargo de la creación del Sello de Calidad con Equidad de Género en el Uruguay y del proceso en las empresas, en el Inmujeres del gobierno de Tabaré Vázquez”, recordó, señalando que a partir de ese momento su dedicación se orientó a “promocionar los mecanismos de las carreras ocupacionales de las mujeres dentro de las empresas e identificar cuáles son las barreras que se pueden ir mejorando para que las mujeres puedan avanzar en áreas no tradicionales y en áreas tradicionales también”. En el 2008 retornó a vivir a Paysandú, “y me dediqué de lleno a los temas de desarrollo”, aunque “participé igual con bastante ímpetu en temas que tienen que ver con trata de personas, sobre todo mujeres con fines de explotación sexual, (en) una investigación importante que se hizo”, señaló.

LA POSIBILIDAD DE GENERAR OPORTUNIDADES

“Me enamoré profundamente del trabajo en la Intendencia”, en forma especial por “el rol que desempeñaba en la Unidad de Proyectos generando oportunidades y proyectos que tengan que ver con mujeres muchas veces, porque también son un sector fuertemente vulnerable de empleo y demás, pero también de jóvenes, de deportistas, de situaciones, de brechas que encontrás”, explicó.
“Es todo un desafío esa búsqueda de cuáles son los mecanismos que podés fortalecer para desarrollar una zona, un territorio y demás. Esa es la parte como que más me entusiasmó de la Intendencia”, admitió.

Tras una larga trayectoria profesional en Montevideo y el exterior, retornar a la tierra natal, “una vez que me logré readaptar a la vida en Paysandú, no la cambio por nada”, aseguró. “Me generó un recuperar esa sensación de pertenencia y de poder hacer cosas por Paysandú, que me gustan mucho y que no quiero perder”, reconoció.

El nuevo cargo que desempeñará durante un año hasta el cambio de gobierno, “lo tomo como un desafío de poder aportar desde otro lugar también para Paysandú y para otros lugares del interior sobre todo, y poder hacer la diferencia de ser la primera mujer con voz y voto dentro de un directorio como el de Inefop, que es un directorio difícil”, apuntó.

APORTAR PARA “QUE LA GENTE TENGA MÁS OPORTUNIDADES”

“Yo sueño con poder trabajar más en la transformación del Uruguay”, confiesa esta profesional que en esta etapa de su vida reconoce que ya no le interesa vivir en el exterior, sino en su país “y sobre todo estar en Paysandú”, pues “me gusta la idea de esa cuestión que tiene lo local de hacer cosas que se ven”. Por ejemplo, “ver una realidad de una localidad y ver que tu trabajo puede aportar a que se viva mejor, que la gente tenga más oportunidades, que se puedan hacer transformaciones importantes y con esa diversidad que tiene el interior”.

En esa línea le gustaría “seguir como en esa construcción”, aseguró.
Además, en lo personal desea continuar acompañando a sus dos sobrinos en su proceso de crecimiento. “Sueño que ellos estén bien, que se sientan acompañados”, dijo.

MOSTRAR QUE SE PUEDE

En su visión, el Día Internacional de la Mujer es “reivindicativo en el sentido de poner sobre las mesa la desigualdades que todavía existen y los lugares en que todavía las mujeres tenemos tanto para dar”. En esa línea, una sociedad en donde “las capacidades de hombres y mujeres se puedan mostrar en su plenitud”.
“Para mí es eso”, reafirmó, agregando que es un “decirle a las mujeres que se puede salir adelante, pero también reconocer que es necesario ir tirando barreras, abriendo puertas, mostrando que se puede porque no es verdad que se puede de la misma manera para todo el mundo”, ya que depende del “lugar donde naciste, la educación que tuviste, las posibilidades que se abrieron”, observó. Y en este sentido recordó que en su caso tuvo una madre que siempre la impulsó y motivó, alentando y defendiendo esas posibilidades “de ser” y además “tuve muchas mujeres fuertes en la familia”, entendiendo que “también eso de ser ejemplo es importante, me parece, para que otras mujeres se animen y puedan salir adelante, desarrollarse y demás en los distintos roles que uno tine en la vida”, concluyó.