Vásquez Varela fustiga críticas de ediles del Frente Amplio por “deshonestidad intelectual”

La edila nacionalista Patricia Vásquez Varela consideró que los ediles del Frente Amplio han puesto de manifiesto “deshonestidad intelectual” en sus apreciaciones respecto a su forma de actuar en oportunidad de desempeñar la presidencia de la sesión de la Junta Departamental cuando se desarrolló el debate que cerró la última sesión del cuerpo.
Dijo que corresponde “aclarar la deshonestidad intelectual con la que ediles del FA se refieren a lo actuado por mí, en calidad de presidente en funciones, a partir del debate de la tercera media hora previa del plenario del 7 de marzo/ 24”.
Manifestó “estar sorprendida” ante “las apreciaciones inexactas realizadas en conferencia de prensa reciente, que atribuyo a la impotencia de que, por primera vez en esta legislatura, se tiende a reintegrar el respeto en las sesiones, teniendo como marco el artículo 71 del reglamento interno de nuestra corporación, que regula de manera clara las acciones a realizar frente a las frecuentes interrupciones a viva voz cuando otro compañero está haciendo uso de la palabra, o increpando también en forma airada las decisiones de los distintos presidentes, o también la burla (muchas veces transformadas en risotadas), frente a los temas que exponen los ediles que no pertenecen a la bancada del Frente Amplio”.

A esos efectos Vásquez Varela transcribe lo que expresa el artículo 71 de llamado al orden: “Si un orador falta al orden, incurriendo en personalismos, expresiones hirientes o indecorosas, el presidente por sí o por indicación de cualquier edil, lo llamará al orden. Si se sostiene que no ha faltado, la Junta será consultada y se estará a lo que se resuelva en votación sin debate”.
“Si el orador reincide en faltar al orden en la misma sesión, será privado del derecho al uso de la palabra por el resto de la sesión. Si no acata esta disposición, el presidente lo invitará a retirarse de sala, y en el caso de que no lo haga así de inmediato, ordenará su expulsión, con prohibición de entrar a sala mientras la sesión no sea levantada, pudiéndose solicitar, en caso necesario, el auxilio de la fuerza pública”, agrega.

Señala la representante oficialista que “cuando asumí como primera vicepresidente en esta legislatura, basé mi alocución en dos pilares: la consideración a todos los ediles de todos los partidos por su compromiso con el logro del bienestar de la gente que representan a través de su trabajo político, y el trabajo en los plenarios teniendo como guía el respeto por el reglamento interno y un desempeño en las sesiones donde impere el respeto, donde los ediles se traten con educación y decoro, a pesar de las lógicas diferencias ideológicas”.

“Apunté a devolver a mi querida Junta Departamental, que integro con orgullo desde el año 2005, un clima de paz y armonía, recobrando el debate ordenado y respetuoso, sin gritos ni burlas a los que piensan diferente. Y así actué en la sesión ordinaria del 7 de marzo, cuando tuve que asumir el rol de presidente luego del tratamiento de los dos primeros debates como artículo 24 (correspondientes a lo expresado en las medias horas previas del inicio de sesión)”, expuso.
Destacó que “asumí con una lista de oradores ya conformada, y frente a reclamos de varios ediles expliqué en sala, en por lo menos cuatro oportunidades, que debía ceñirme a ella, ya que yo estaba tomando un orden de sesión heredado. Hasta tuve que soportar el atropello de un edil, que acude poco a las sesiones, que se acercó a la mesa a cuestionarme si lo había anotado para hablar (antireglamentaria su actitud) cosa que hizo sin ningún problema”.

“Y si hablamos de endilgarme (la edil que llevó adelante la conferencia de prensa) ‘la manipulación y modificación a gusto del reglamento y la manifestación en sala de que tengo el derecho a hacerlo por actuar como presidente’, quiero dejar en claro por mi trayectoria intachable en política en estos largos años de militancia, que es una total mentira, y que aquel que no crea, consulte los videos de la filmación de la Junta”, enfatizó.

Puntualizó que “no voy a aceptar que se sugiera que se producen alteraciones en las listas de oradores y tampoco que se sugiera que frente a temas que ellos consideran problemáticos, se actúe de manera discrecional.

Desconocimiento del reglamento interno hubieron muchos la noche en cuestión: querer hablar de un tema cuando sólo se podía fundamentar el voto, manifestar renunciar al debate para trasladarlo a otra edil que no estaba anotada, así como oponerse al artículo 63, por suficientemente debatido, cuando se oyen las dos campanas de un mismo tema, que permiten a quien sigue la sesión conocer los argumentos diferentes, de los cuales sacará sus conclusiones… Y eso no es atentar contra la libertad de expresión, es poner en tela de juicio el documento que nos regula para sesionar”.
Aseguró que “estoy tranquila con mi conciencia y mi manera de actuar, y feliz porque con este mensaje, los revoltosos de la Junta sabrán cómo sesionar de aquí en más, logrando que nuestra querida casa política sea un ámbito de respeto por las leyes y las personas”.

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