Alrededor de las 23.40 del miércoles, desde varios puntos de la ciudad se reportó el avistamiento de una “luz delante de una nube”, lo que llamó la atención y hasta causó inquietud. Las redes sociales –especialmente la red X– permitió con el paso de las horas determinar que también se había visto en Argentina, Chile, Paraguay y Bolivia, por lo menos.
Se trataba en realidad de basura espacial, una de la etapas del satélite chino long march Chang Zheng 3B que había sido lanzado en la misma noche del miércoles (hora nocturna uruguaya) desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Xichang en Sichuan, China, con el objetivo de poner en órbita el satélite Smart Skynet-1 01.
Giovanni Pesenti, aficionado a la astronomía sanducero, dijo a EL TELEGRAFO que “lo que se apreció fue una etapa del satélite chino y lo que parecía una nube era el proceso de descarte de combustible”.
“La primera etapa de un cohete tras su lanzamiento cae antes de entrar en órbita y la segunda etapa propulsa la carga útil. Cuando llega a la órbita se desacopla y días después cae a Tierra. China no tiene un método de entrada controlada, como la Nasa y Space X, que reorbitan las etapas propulsoras con un segundo encendido del cohete, lo que permite dirigir su caída a un lugar neutro, sin peligro en el océano Pacífico, lejos de tráfico marítimo o espacios habitados. China carece de esa tecnología, por lo que no se sabe ni cuándo ni dónde caerá esta parte del cohete”, explicó Pesenti.
“En ese proceso, lo que hacen es eliminar el combustible remanente en el espacio, que al ser iluminado por el Sol –lo que ocurrió precisamente en nuestra noche del miércoles–, se aprecia como una nube que se va desplazando. Se trata de basura espacial en realidad, pero lo que se vio fue una nube provocada por el combustible descartado, que es muy tóxico”, dijo más adelante.
El combustible para cohetes espaciales más usado es hidracina (N2H4) un compuesto químico tóxico que se utiliza como combustible además en misiles y aviones. Es un líquido oleoso, incoloro y fumante con un olor similar al amoníaco. La hidracina es un combustible hipergólico, es decir que no necesita oxígeno externo para producir gases de propulsión.
EN VIAJE HACIA PAYSANDÚ
“Como a las 23.30 venía de Guichón rumbo a Paysandú por ruta 90 y justo frente a Termas de Almirón, se empezó a ver bien marcada una luz. No se sabía entonces qué era y venía del suroeste. Lo primero que pensamos fue que se trataba de un cometa”. Así recordó Karina Guichón, quien viajaba junto a su esposo Federico Saralegui.
“Pero después pensamos que no, porque lo raro era que alumbraba hacia abajo; no era como los cometas se ven”, agregó. “Durante más o menos el resto del viaje hacia Paysandú –una hora más o menos– estuvo a la vista, hasta que se terminó ocultando del lado norte”.
“Mi esposo buscó en Internet y nos enteramos que se estaba viendo también en otros lugares, como en San Luis, Argentina. También nos llamó a un amigo de Montevideo y había visto”.
Aseguró que “no soy aficionada” a la astronomía, pero destacó que “me gusta sacar fotos y justo tenía conmigo la cámara. Lamentablemente no tenía el trípode, eso hubiera permitido mejores fotos”.
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