
El economista Pablo Rosselli de la consultora Exante, se refirió jornadas atrás al impacto económico de la industria frigorífica en Uruguay, en un evento realizado en la sala Vivero, en el marco de la Expo Prado y que fue organizado por la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu) y la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF).
Entrevistado en el programa Diario Rural (CX 4 Rural), explicó que el trabajo presentado fue “una mirada al desempeño de la ganadería de Uruguay en el largo plazo”, y el “segundo pilar consistió en cuantificar los impactos de la cadena cárnica en la actividad económica del país, el empleo, la generación de ingresos y en el consumo”. Los impactos en la actividad frigorífica en la economía pueden ser directos, indirectos o inducidos, explicó.

La facturación de la industria es de U$S 3.300 millones; el 75% corresponde a exportaciones y un cuarto al mercado interno. Los impactos inducidos suman otros U$S 1.200 millones, por lo que la contribución total de la industria frigorífica a la actividad económica del país son U$S 4.500 millones en valor agregado, lo que equivale al 5% del producto interno bruto.
Analizado el empleo, la industria frigorífica tiene unas 15.600 personas en planta. La mayoría de ellas son empleados directos en las plantas industriales, y hay unas 2.000 personas que trabajan dentro de las plantas en servicios tercerizados. Más de 60.000 empleos se generan a lo largo de la cadena, y 20.000 en forma inducida.
El impacto total del empleo de la cadena cárnica, directos, indirectos e inducidos, son casi 100.000 empleos, el 6% del empleo total. En resumen: La cadena cárnica contribuye con el 5% al PIB y con el 6% al empleo.
SALARIOS
Consultado sobre el nivel de ingresos, Rosselli precisó que la cadena cárnica está “muy distribuida a lo largo del país, con 32 plantas activas, y el salario medio es un 20% mayor al salario medio del sector privado, y en algunos departamentos hay una diferencia bastante significativa. De las 32 plantas, 4 están ubicadas en Montevideo, 6 en Canelones, 2 en San José, las 20 plantas restantes están fuera del área metropolitana.
Por otra parte, dijo que es una industria con un alto nivel de zafralidad y “cierto exceso de capacidad instalada”, y esos dos factores llevan a que sea “bastante frecuente” que haya trabajadores en el seguro de paro. Cuando hablamos de los empleos directos (15.600) no se incluyen a los que están en el seguro de paro.
Añadió que el agronegocio “es un pilar muy significativo” para Uruguay, y “la industria frigorífica es una de las ramas industriales más importantes del país”. En 2024 las exportaciones de bienes de Uruguay fueron por U$S 13.000 millones, con la celulosa como principal rubro (20% del total), y la carne en segundo lugar (19%). Hay otros sectores importantes, pero no están vinculados al mundo del agronegocio, por ejemplo, las exportaciones de servicios, y las exportaciones de servicios menos tradicionales han aumentado significativamente.
RIESGOS PARA EL SECTOR
Rosselli comentó que el contexto internacional es bastante complejo, con una retracción del multilateralismo y una erosión de las reglas de juego. Donald Trump implicó “un enorme retroceso” en lo que el mundo construyó después de la Segunda Guerra Mundial, con “políticas proteccionistas arbitrarias y discriminatorias” cobrando aranceles diferentes para varios países. También “se está retirando de lugares de cooperación entre países”, y todo eso es “definitivamente negativo en el mediano plazo, y es negativo para países pequeños como Uruguay que necesitan crecer en base a exportaciones”.
Asimismo, si se mira a corto plazo, la cadena cárnica uruguaya hoy se ve favorecida por un contexto de altos precios internacionales y de exportación (un 20% arriba respecto a 2024); hay una situación de escasez de ganado que propende a precios altos, y las medidas proteccionistas de Trump no castigaron particularmente a Uruguay; fuimos de los países que sufrió el menor incremento de aranceles.
Por tanto, “en términos relativos hemos mejorado nuestra capacidad de acceso. En una mirada de corto plazo se podría decir que entre la escasez de ganado que hay en Estados Unidos y la forma en que Trump implementó las medidas proteccionistas, nos deja algunas ventanas de oportunidad”, sin olvidar que “la erosión del multilateralismo es un factor de riesgo bastante importante”.
Otro factor de riesgo, pero no es un problema exclusivo del agro, es que Uruguay está caro en dólares, en un mundo donde el dólar había estado muy fuerte. En lo que va de 2025 el dólar ha caído en el mundo y en Uruguay.
EL DÓLAR
“Lo que ha pasado con el dólar en Uruguay va en línea con lo que ocurrió en el mundo. Pero, y es un pero muy importante, en varios años previos, el dólar se había fortalecido en el mundo y cayó en Uruguay”, continuó Rosselli en su análisis. “Ojalá que el dólar se siga debilitando en el mundo, eso podría ayudarnos a corregir un poco nuestros problemas de competitividad. Lo que pasa es que este debilitamiento en el mundo puede venir con otras dificultades. Tenemos un nivel de incertidumbre sobre la economía global de los próximos años que es bastante importante”.
EL PROCESO DE DESINDUSTRIALIZACIÓN
En otro orden, advirtió sobre “el proceso de desindustrialización que está atravesando Uruguay”, con caída del empleo.
Ese proceso de desindustrialización es “silencioso y relativo porque no es que la industria caiga en su conjunto”, con crecimiento a “distintos ritmos en el período que va de 2010 al 2025: creció mucho de 2010 a 2014, menos de 2014 a 2024; la economía acumuló crecimiento, no así la industria respecto a su producción, y está en una fase destrucción del empleo”, advirtió. Agregó que en su opinión “las políticas públicas no están prestando atención suficiente; las políticas salariales tampoco”.
Ingresa o suscríbete para leer la noticia completa y todo el contenido del diario.
Be the first to comment