Esta noche, fin de ciclo a todo cine: “El acorazado Potemkin”

Esta película continúa siendo, 92 años después de su estreno en 1925, un ejemplo de cómo hay que hacer el montaje cinematográfico. A Eisenstein no le bastaban las escenas estáticas y una selección de imágenes bonitas. Al innovador director soviético no le gustaba la cámara inmóvil de principios del siglo XX y era el movimiento de imágenes lo que transmitía la dinámica de la vida real.
Su técnica se conoce como “montaje corto”, es decir, un cambio rápido de planos grandes y generales. La frecuencia de los fotogramas trasmite el acelerado ambiente que se respiraba durante la revolución rusa y esto sumió a los espectadores en estado de shock.
En junio de 1905, a bordo del acorazado zarista Príncipe Potemkin de Táurida, fondeado frente al puerto de la ciudad rusa de Odessa, en plena fiebre revolucionaria, la situación se torna insostenible. Dos marineros miembros muestran a sus compañeros el estado de putrefacción en que se encuentra la carne de la comida, tan infectada, que está llena de gusanos.
Es un síntoma más de sus terribles condiciones de vida y los marineros deciden amotinarse. Para sofocar la revuelta, el comandante ordena que los rebeldes sean fusilados pero estos conquistan al pelotón de ejecución. Al final, todos los tripulantes se rebelan.
La población de Odessa se compadece de su desgracia y simpatiza con los amotinados, hasta el punto de llevarles víveres en sus propios barcos. Pero el zar quiere acabar con el movimiento popular cueste lo que cueste y envía al ejército y a los soldados a calmar los ánimos a sangre y fuego. La rebelión de los marineros podría parecer el simple relato de un hecho histórico. Pero no es tan solo eso. Aún hoy es reconocida como una de las mejores películas de la historia del cine.
“El acorazado Potemkin” se exhibe esta noche a las 20 en la sala “1º de Julio” de EL TELEGRAFO. Se habilita a las 19.30 con música y paisajes de Rusia, así como sinopsis de las primeras exhibiciones del ciclo 2018. Entrada libre y gratuita.