Solicitada

POR LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS
Soy de los tantos padres que nos toca pasar por este trago amargo. Tengo a un hijo de 10 años en el baby fútbol de un club local (Young) y también pertenece al seleccionado de Young. La semana pasada, fue el período de pases y le negaron el consentimiento de pase en el club en el que juega.
Perfecto… pero necesito un argumento válido para esa negación. Realicé todos los pasos a seguir, pedí para hablar con el presidente del club para que me explicara el porqué y alegó que no le daba el consentimiento por tener rivalidades o diferencias con el club al que el niño se quiere ir a jugar. Después, porque es jugador de la selección y porque se le desarma la categoría, etcétera.
Para mí, ninguna de esas excusas es válida, porque estamos hablando de un niño. ¿Dónde estamos? ¿Tenemos a los niños de rehenes? ¿Son sus dueños? ¿Dónde quedaron los derechos de los niños? No me digan que es así y que quede todo como está, porque no es así.
Estamos fomentando que el niño después ande en la calle, haciendo travesuras, por no decir otra cosa. Es lamentable y muy triste que, por decisión –o capricho– de adultos, tenga que ver a mi hijo colgar sus zapatos, en algo que tanto ama hacer. No tolero que le frustren su sueño y le borren su sonrisa, porque el propio niño le dijo (al presidente): “No me das el pase, no juego más”. Soy una simple mujer que pelea por la felicidad de su hijo, ¿eso está mal?
En esta situación, hay varios niños que tal vez no contradicen, o no hablan o no tienen apoyo. Con esto tal vez no logre nada, pero al menos sí apoyo la cabeza en la almohada y duermo tranquila porque lo di todo. Y a los adultos los invito a reflexionar que, a pesar de todo, también son padres.
Pensemos dónde estamos parados, adónde vamos a parar por egoísmo, por ego o como lo quieran llamar. Pensemos como sociedad y dejemos las diferencias de lado para que el mañana sea aún mejor que el hoy. ¡Vamos arriba! Estos niños de hoy son los hombres del mañana.
Silvana Tacoronte