Martín Israel Bentancur Ruíz Díaz, quien era intensamente buscado por la Policía desde mató a su exsuegra y al policía que acudió al llamado de auxilio en Quebracho, decidió quitarse la vida para dar por concluido el periplo que demandó casi una semana y concitó la atención de miles de personas.
El lugar elegido fue la zona de ingreso al Centro Termal de Guaviyú en ruta 3. Hasta allí llegó Bentancur y tras colgar un mantel de hule con varios mensajes para su expareja, su hija, familiares y amigos, y una remera que indicó como su “último regalo”, se sacó la ropa y colocó una manta en el piso para finalmente efectuarse un disparo a la altura del hemitórax izquierdo.
Segundos antes había sido visto por un funcionario municipal que se hallaba en portería quien dio aviso al encargado de Termas y éste a su vez a la Policía. Tras el disparo, los municipales constataron que el hombre, a quien luego reconocieron como el prófugo de la Justicia, estaba muerto.
El jefe de Policía, en tanto, brindó una conferencia de prensa y dijo que el homicida había estado en la Escuela 75 de Saladero Guaviyú, donde fueron halladas tres notas suyas, hasta el domingo. “La Policía pasó al menos unas cuatro veces por la escuela pero siempre por el exterior. Estaban todos los candados intactos. No dejó ni una huella, era muy metódico y ordenado”.
Asimismo dijo que en otra sábana, encontrada doblada al costado del cuerpo, Bentancur pedía perdón a la familia del policía asesinado y dijo que “ayer (por el lunes) los policías estuvieron a diez metros de él. Después de la escuela, se hicieron inspecciones en varias fincas y el estaba próxima a una, en el monte. Describe a los policías, los perros y que pasaron a diez metros. Estábamos acertados en la zona donde nos movíamos”, dijo Mendoza.
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