Un Solo Uruguay presentó en el MGAP documento con propuestas para solucionar el endeudamiento

Integrantes de la mesa central del movimiento Un Solo Uruguay, presentaron en la sede del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en Montevideo un documento con propuestas para solucionar el endeudamiento.
A partir de la última reunión de las gremiales agropecuarias y el citado movimiento con el Poder Ejecutivo, el 21 de marzo, se comenzó a trabajar sobre el tema endeudamiento en general, y teniendo en cuenta que no han recibido ninguna información de una nueva convocatoria, además de pasar 33 días desde aquella instancia, le entregaron la carpeta para que se comience a trabajar cuanto antes.
Previamente habían remitido dos correos electrónicos al ministro de Ganadería, Enzo Benech, pero en ninguna de las oportunidades tuvieron una respuesta.
En el documento manifiestan que la cadena de pagos “ya está con serias dificultades y es probable que sufra cortes en breve, arrastrando al país a una crisis sin precedentes, reducciones de valores, carpetas peor calificadas y ejecuciones que supondrán pérdidas para el sistema financiero”.
Aclaran que no se pide quitas de las deudas contraídas, “todos estamos cansados de pagar las cuentas de otros, así que como regla general que cada uno se haga cargo de sus compromisos. De todas maneras sabemos que este tema está acuciando a muchos sectores de la sociedad”.
Entienden que “es necesario trabajar sobre el reperfilamiento de las deudas a todo nivel, implementar períodos de gracia para permitir el recupero de los sistemas, armar paquetes de negociación de deuda que permita bajar los riesgos en el corto y mediano plazo” para evitar desaparición de empresas.
Señalan que “la industria láctea incrementó su endeudamiento desde 2005 a hoy en un 455% y la morosidad en un 454%. A nivel comercial, el rubro almacenes incrementó sus guarismos en 412% y 106% respectivamente, el transporte carretero 982% y 427%”.
“El sector agropecuario incrementó su endeudamiento en 729% y las deudas vencidas en 195%, en su globalidad”.
Consideran que el nivel de préstamos bancarios o el nivel de endeudamiento empresarial, “fue aumentando hasta 2016, momento en que comienza levemente a bajar el nivel de dicho guarismo y sigue en aumento la morosidad”. El endeudamiento familiar, agregan, “no ha parado de crecer, aumentando en más de U$S 2.000.000.000 en los últimos 7 años”. La morosidad aún no es alta, pero ha aumentado un 22 % desde diciembre de 2014.
ENTRE PRIVADOS
El crédito bancario se ha visto retraído en los últimos años en relación al Uruguay productivo, “esto ha llevado a que actualmente gran parte de la actividad productiva sea financiada a nivel comercial”.
En el caso de las compras ganaderas, “las mismas, muchas veces son financiadas por los escritorios rurales, sólo en 2017 esta cifra supera ampliamente los 80 millones de dólares. Además es muy importante el endeudamiento entre privados en la comercialización de todo tipo de insumos (semillas, fertilizantes, etcétera, maquinarias y herramientas, servicios y transporte)”.
En el caso de los cultivos de secano (maíz, soja, sorgo, etcétera) “son los comercios locales, distribuidores, molinos, exportadores e importadores los que financian los insumos, así como los prestadores de servicios los que financian estas actividades. La producción lechera, también se financia a través de comercios y distribuidores de insumos y muchas veces son las plantas industriales las que actúan como agentes de retención para pago de insumos, en la actualidad empresas como PILI, están adeudando a sus remitentes entre 3 y 4 meses de remisión, lo que complejiza aún más la situación”.
Explican que este tipo de endeudamiento es difícil de calcular, pero se puede estimar que, en la agricultura, gran parte del ciclo productivo ha sido financiado a nivel comercial, “lo que probablemente en soja, sorgo y maíz ronde los 150-200 millones de dólares y en arroz 30 millones”.
Para la ganadería de carne estiman que los escritorios rurales han financiado entre 80 y 90 millones de dólares anuales, “con 40 millones de forma instantánea. Si bien es difícil llegar al número exacto, se sabe que también en esta actividad la morosidad ha crecido en los últimos años”.
COYUNTURA CLIMÁTICA Y COMERCIAL
Los problemas climáticos que afronta la producción agropecuaria, si bien se hicieron más importantes durante el verano 2017-18, comenzaron para los agricultores en el invierno 2017, donde además de la baja en el área de siembra de cultivos de invierno, los rendimientos fueron malos a causa del exceso hídrico”.
De acuerdo a datos de Fucrea, “las perdidas en cultivos de invierno rondaron los 25 millones de dólares. En los cultivos de verano de secano, las pérdidas de rendimiento fueron aún mayores”, debido a la sequía.
Algunos operadores locales estiman que la exportación de soja “no será muy superior a 1.200.000 toneladas, lo que contrasta con los más de 3 millones de la zafra pasada; esta pérdida cercana al 60% de la producción, significaran más de 700 millones de dólares menos en la agricultura”.
Los fruticultores sufrieron cuantiosas pérdidas por la menor productividad de los árboles y con muerte de plantas. La ganadería sufrió pérdidas importantes , “producto de la muerte de animales, baja en la preñez de los rodeos donde se estiman unos 300.000 terneros menos para la próxima parición, lo que significan aproximadamente unos 100 millones de dólares para los criadores”.
La lechería también sufrió el déficit hídrico, “lo que en muchos casos generó una merma importante en los rodeos en producción por la falta de forraje, y en los casos que se logró mantener la producción individual fue a costa de altos costos de suplementación del ganado”.
Indican que probablemente cuando se realice la evaluación de las pérdidas totales al 30 de junio de la producción primaria, “la misma supere los 1.200 a 1.500 millones de dólares”.
Esto a su vez conlleva “un impacto negativo en otros sectores de forma directa, en el caso del transporte y como consecuencia de la sequía por un lado y de la baja en la siembra de cultivos de invierno por la inviabilidad económica por otro, se perderán en el año agrícola julio-junio unas 3.300.000 toneladas, lo que son unos 115.000 viajes menos a puerto, que significan unos 70 millones de dólares menos de facturación para el sector si estimamos en unos U$S 600 cada viaje”.
También esperan que impacte en todos los servicios, venta de combustible, falta de circulante en las ciudades del Interior, cierre de comercios, pérdidas de fuentes de trabajo, etcétera. Tomando cómo regla que cada dólar que genera el sector primario se multiplica por 6 en la cadena económica nacional, no es descabellado pensar que si no se toman medidas urgentes y que involucren a todos los sectores el PBI será afectado en aproximadamente 9.000 millones de dólares.
PROPUESTAS
Las perspectivas de mediano y largo plazo de los principales productos exportados son alentadoras. Es por estas razones que se debe solucionar la problemática actual y plantearse una reestructura para que esto no se repita sistemáticamente. Proponen soluciones que atiendan las particularidades de cada sector, pero atendiendo la situación general “ya que el efecto en la economía nacional será grave si no hay soluciones urgentes”.
El esquema general de reperfilamientos de deuda bancaria que se propone es, para el sector primario, llevar el endeudamiento actual en los préstamos vinculados a procesos productivos del sector primario a 5 años, con el vencimiento del primer compromiso a junio de 2019, para que todos los sectores puedan afrontarlos sin tener que bajar la cortina.
Sostienen que se debe incorporar dentro de estos reperfilamientos bancarios las deudas comerciales que han contraído los productores y que no pueden ser cubiertas en este ejercicio.
Sobre el sector industrial y construcción, tomando en cuenta que muchos de estos préstamos son para inversiones de largo plazo, el reperfilamiento de estas deudas deben ser a 10 años o más, de forma de permitir que se acompasen los tiempos de la generación de ingresos con el del pago de la deuda.
“En sector servicios y transporte de carga, al igual que en la industria, el endeudamiento principal corresponde a inversiones en equipos, cuya vida útil es de al menos 10 años, por lo que es necesario reperfilar las deudas al plazo antes mencionado”.
“En el sector comercio se debe atender principalmente al sector minorista, que es el eslabón más débil de la cadena y donde se concentra la mayor cantidad de pymes. Para este sector se debe pensar en reperfilamiento de deudas de tres a cinco años, pero es central para estos dar condiciones de competitividad en lo que hace a las comisiones y adelantos que se retienen por medio de las tarjetas de crédito y débito, las cuales son significativamente desventajosas con respecto a las grandes cadenas y superficies”.
“Todos estos reperfilamientos de deuda deben incluir como característica que los que adhieran al sistema no pasen a categoría de cliente que afecte su vínculo con el banco o los coloque en una situación de no poder seguir operando en el sistema financiero, el ideal es que se mantengan todos en la categoría 1, cumpliendo siempre con la presentación de documentos que piden comúnmente los bancos. Es necesario también agilizar el acceso a estos planes ya que al 31 de mayo comienzan a vencer muchos de los pagos financiados sobre todo a nivel comercial, que es donde se visualiza el mayor riesgo de corte de la cadena de pagos”.
COLONOS
“Un sector que deberá ser tenido en cuenta según su rubro de actividad son los colonos, permitiendo reperfilar sus deudas por pago de arrendamiento con el INC a 8 años y con tasas de interés por debajo de las de mercado, ya que las mismas en general están fijadas en pesos”.
“Por otra parte, ante la situación actual y de no mediar acciones directas del estado, es de esperar dificultades para los próximos ciclos productivos en lo que hace a los avales bancarios a las empresas importadoras de insumos, por lo tanto se hace necesario definir los mecanismos que aseguren el abastecimiento de insumos para la cadena productiva”.
“La cadena de pagos ya está con serias dificultades y es probable (si lo anterior no sucede) que sufra cortes en breve, arrastrando al país a una crisis sin precedentes, reducciones de valores, carpetas peor calificadas y ejecuciones que supondrán pérdidas para el sistema financiero, la magnitud de las mismas será directamente proporcional a la cantidad de empresas que cesen la actividad”.
ASALARIADOS
“La caída en la actividad repercutirá en el eslabón más débil de la economía, los asalariados. Cada puesto de trabajo que se destruye acarrea un problema social. Creemos que la solución a esta problemática pasa por una decisión política y no sólo no perjudica las arcas del estado sino que la no actuación sobre la temática generará un déficit muy difícil de remontar.”