La Policía se encuentra investigando una rapiña perpetrada en la tardecita de la víspera en un comercio de las inmediaciones de República Argentina y Ciudad de Young. Según manifestó la responsable del comercio a EL TELEGRAFO, es la tercera vez en que malvivientes, enseñando armas de fuego, logran despojarles del dinero. En este ocasión, le hurtaron alrededor de 7 mil pesos.
En respuesta al llamado realizado al 911, acudió personal de la Comisaría Tercera que tomó datos de la víctima y la descripción de los malvivientes, ya que si bien uno de ellos se encargó de cometer el delito, el otro aguardó en una motocicleta para finalmente darse a la fuga. Ambos tenían el rostro cubierto con pañuelos y cascos integrales.
Una situación horrible
Aún intentando procesar lo ocurrido, la comerciante expresó que “por suerte” al momento de la rapiña no había clientes en el local. “Estábamos con mi compañero haciendo la reposición de yerba y otro muchacho que había ido a ver una vitrina que estaba congelando demasiado. Vi que entró el hombre con el casco puesto y cuando pasó la puerta así como que ya pensé que algo iba a pasar, porque la vez pasada también los asaltantes entraron con el casco puesto. Ya estaba con el arma en la mano y nos dijo que nos tiráramos al suelo los tres. Después me pidió que yo me levantara y me tiró una bolsa de nylon blanca –tipo camiseta– para que le guardara la plata. Todo el tiempo repetía que le diera la plata y mientras esperaba se quedó cruzado de brazos”, relató.
Treinta segundos después, que fue el tiempo que demandó la rapiña según puede apreciarse en el video obtenido por EL TELEGRAFO, el malviviente se retiró, no sin antes amenazarlos. “Después que agarró la bolsa me dijo que volviera a tirarme al suelo y que nos quedáramos quietos porque si no nos dispararía”, dijo la comerciante. El secuaz, en tanto, lo esperaba afuera. “No pudimos ver para dónde habían agarrado, pero creemos que fue por República Argentina”.
Dijo que es el tercer robo a mano armada que sufren. “La vez anterior fueron dos los que entraron con revólveres y cuando nos estaban pidiendo la plata justo entraron un señor y una vecina a comprar. La situación es horrible. Más allá que no hubo lesionados se viven momentos de mucho nervio, porque esos segundos parecen horas”, comentó.
Confió que si bien es algo prematuro no descartan colocar rejas. “Hasta ahora no atendemos con rejas, pero después de esto no sabemos. Tenemos que evaluar cómo seguir”, explicó la señora.