Realizaron jornada del proyecto FPTA y Crilu Merino en predio de Alvaro Méndez

Se desarrolló en el establecimiento San Ramón de Álvaro Méndez y familia, ubicado en el departamento de Salto, la cuarta jornada del proyecto FPTA del Consorcio Regional de Innovación de Lana Ultrafina (Crilu) y la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay (Scmau).
En un predio de 5.320 hectáreas con un índice Coneat 93 y un 25% de área mejorada, dentro de los indicadores productivos se encuentra una producción de 62,4 kilos de carne por hectárea de vacunos, 29,5 kilos de carne ovina y 7,4 kilos de lana. En la actualidad cuenta con un porcentaje de señalada del 81%, siendo esta una de las limitantes prioritarias que se detectó por parte del proyecto, al igual que la recría de hembras.
Para los tres años del proyecto se planificaron como metas lograr una condición corporal al parto de 95% de las ovejas igual o mayor a 3, peso de encarnerada mínimo para las borregas de 38 kilos y condición corporal de la ovejas a la encarnerada de un mínimo de 3.
La generación 2017 se destetó el 2 de febrero de 2018 con un peso vivo de 23 kilos y con el objetivo de lograr un peso adecuado para primer servicio y teniendo en cuenta que el 30% del lote al 20 de diciembre del año pasado se encontraba por debajo de los 34 kilos, se decidió realizar un manejo diferencial del lote de cola.
Por lo cual de las 1.200 borregas, las de más de 34 kilos se destinaron a campo natural alcanzando un peso de 44 kilos al 4 de abril, mientras que el lote inferior se suplementó sobre campo natural alcanzando los 40 kilos en la misma fecha. La suplementación permitió que el 97% de las corderas alcanzara peso adecuado para la encarnerada.
De acuerdo a los datos presentados, las borregas de cola, con suplementación alcanzaron un 79% de supervivencia de corderos a la señalada, en tanto que las borregas de mejor condición corporal se situaron entre 88% y 84%. Según se explicó, el manejo diferencial en el último tercio de gestación permitió mejorar un 13% la señalada respecto a los últimos 5 años.
De un total de 5.074 ovejas encarneradas se registró un 91% de preñez, con un 10,4% de melliceras. La decisión fue suplementar las ovejas melliceras (475) y las de baja condición corporal (1.217) durante 65 días con cascarilla de soja a un costo de U$S 8 por oveja.
Con el manejo se logró un 73% de señalada de corderos, superando en 494 corderos lo que se podría esperar sin haber aplicado esta tecnología.
En las recorridas de campo, el dueño de casa, Álvaro Méndez dijo “el proyecto nos está haciendo hacer lo que ya sabemos hacer, lo hacemos con el vacuno y no con el ovino”.
“Me siento absolutamente productor ovino”, dijo el productor, agregando que “los números me indican actualmente que el retorno económico del ovino es mucho mayor que el vacuno, y en nuestro caso casi el doble por Unidad Ganadera (UG)”.
Pero agregó que “pocas cosas que hacemos con el vacuno, lo hacemos con el ovino”. Este proyecto le permitió pensar al ovino “desde un lugar distinto”, dijo. “Y comenzar a hacer lo que sabemos que sirve, pero por razones que a veces no sabemos por qué, no las hacemos”.
Y explicó que en el vacuno “sabemos que la vaca de condición corporal 4 es el mínimo que precisamos para una buena preñez y la recría del ternero, pero en la oveja, si bien sabemos que la condición corporal manda, no lo usamos como una decisión cotidiana para darle prioridad a esos animales de baja condición”.
Méndez consideró que el proyecto “me llevó a salir de ese lugar de seudo confort con el ovino, el cual me daba buena plata, y me obliga a pensar desde otro lugar para ganar más plata con el ovino, y es lo que estamos haciendo con este proyecto”.