(ECOS)
La Comisión de Asuntos Internacionales del Senado retomó en los últimos días la discusión sobre el polémico convenio para la prestación de servicios que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) firmó con su similar de Salud Pública de Cuba. Se trata de la renovación de un acuerdo, firmado en 2008, que implica la llegada de profesionales de la isla para brindar servicios especializados y colaborar con la producción y reparación de prótesis y demás elementos ortopédicos.
Además, ayudarán en la capacitación de recursos humanos a nivel nacional y la instrumentación de un centro vinculado a los procesos de evaluación y control de calidad de los materiales producidos. El Frente Amplio pretendía aprobarlo sin vueltas, pero el senador colorado Pedro Bordaberry reclamó contar con más información y planteó una serie de dudas sobre los alcances y las condiciones del acuerdo.
Según el informe del ministerio, el convenio tiene una duración de cinco años, a un costo de U$S 174.000 anuales. Uruguay además se compromete a garantizar el pago por la prestación de los servicios pactados, asumir gastos de transporte aéreo internacional y traslados locales de los técnicos al inicio de su labor, por vacaciones, durante la ejecución y conclusión de los servicios pactados.
Uruguay asegurará su alojamiento y el gasto derivado con todas las comodidades y servicios necesarios, entre ellos, muebles, electrodomésticos, utensilios de cocina, lencería, agua, electricidad, gas, teléfono, climatización y transporte en función de trabajo. A su vez, establece un salario de $ 23.000 mensuales para cada médico.
Según el ministerio, el acuerdo implica también trabajar para la creación de una licenciatura en esta especialidad, hoy inexistente en Uruguay. Hasta el momento, lo que hay es la formación de auxiliares.
Las explicaciones, sin embargo, no fueron satisfactorias para Bordaberry. En primer lugar, porque el convenio no establece que los cubanos lleguen a Uruguay a trabajar como técnicos, sino a “capacitar recursos humanos e instrumentar un centro vinculado a los procesos de evaluación y control de calidad de los elementos ortopédicos producidos”. Para el senador, es inentendible en ese sentido la comparación realizada para decir que será más barato el producto final a través del acuerdo. “Ellos no van a producir acá”.
Otra interrogante es por qué en el convenio no participa el Ministerio de Salud uruguayo. “Mi duda es qué hace acá el Mides”, señaló. Bordaberry dijo que asumiría la “defensa de los trabajadores” y llamó la atención que, mientras a cada uno de los profesionales cubanos recibirán $ 23.000, el gobierno cubano casi 100.000 mensuales por su trabajo.
En su visión, se trata casi de un “dumping” laboral. “De repente, 23 mil pesos es mucha plata en Cuba”, sostuvo. Bordaberry quedó en soledad en sus planteos ya que frenteamplistas, blancos y el Partido Independiente refrendaron con sus votos el acuerdo.
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