Luego de más de ocho meses de investigación, quedó aclarado el asesinato de Luis “Chito” Bidart, el empresario de la carne de Salto, que era accionista del Frigorífico de Casa Blanca, que fue ultimado de varios disparos de bala cuando llegaba a su casa del kilómetro 482 de la ruta 3, en la zona de La Gaviota.
Como se recordará, José Luis Bidart, de 63 años, llegaba en camioneta a su casa cuando –de forma imprevista– se apareció un hombre que vestía ropas oscuras, quien le disparó en la cabeza y el pecho. A pesar de los impactos recibidos, el comerciante, ya con escasos signos vitales, continuó la marcha y chocó un árbol ubicado dentro de su predio.
En un rápido operativo, la Policía del vecino departamento rastrilló campos y montes de los alrededores del lugar del hecho, en procura de dar con los autores del brutal crimen. En aquel momento los esfuerzos fueron infructuosos.
MARCHARON EN RECLAMO
Al notar que el esclarecimiento tardaba, el 15 de mayo, familiares, vecinos y amigos del empresario realizaron una concentración, frente a las puertas del local comercial de la familia, donde leyeron una proclama en procura de sensibilizar a la opinión pública, pero fundamentalmente de exigir respuestas a la policía, que manejaba la investigación en el marco de un “ensordecedor silencio”.
Finalmente, ayer jueves diario Cambio pudo confirmar que dos hombres habían sido detenidos como presuntos autores del crimen. Se trata de dos individuos con profusos antecedentes penales, considerados “pesados” en el ambiente delictivo, que fueron detenidos en Montevideo y trasladados a Salto.
Sometidos a la Justicia, se dispuso la formalización de S.L.V. y J.C.R.R., por el delito de homicidio muy especialmente agravado, ambos en calidad de autores, disponiéndose como medida cautelar la prisión preventiva por un plazo de 180 días.
Si bien el caso aun no está cerrado, y las investigaciones continúan su curso, según información extraoficial obtenida por Diario Cambio, dado los profusos antecedentes de los individuos formalizados ayer, no se descarta que se trate de un caso de sicariato. Esto lleva a inferir que no debería descartarse que haya más personas involucradas en el brutal crimen.
