El Remeros “se va a liquidar como se liquidó Neptuno”

Está en crisis casi permanente. Muy atrás en el tiempo quedaron aquellas épocas en las que era referencia del deporte sanducero y nacional.
El Club Remeros Paysandú se revitaliza con cada nueva directiva, que le pone ganas, empeño e ideas. Y que con el paso de los meses comienza a verse superada en todo sentido.
Hoy, podría decirse que el Remeros tiene chances ciertas de cerrar sus puertas. Su presidente, Ernesto Cañedo, reconoce que la situación es angustiante. Y los profesores y funcionarios van en la misma dirección.
Ahora, la esperanza está en un grupo de nadadores Master que, viendo la complicada situación, tiene ganas de ponerle el pecho.
“La venimos bancando, aguantando. La realidad es que los que estamos en la directiva queremos tirar el guante. La viabilidad del club está muy complicada, pero hay una barra que quiere hacerse cargo, gente que comenzará con un impulso bárbaro”, dijo Cañedo, ya resignado.
Es que no se le encuentra la vuelta. Y no ahora, porque la situación es angustiante desde hace años. Y cada temporada es peor.
“Es que hay una competencia desleal desde el propio Estado con la piscina de la Plaza de Deportes y las de los complejos deportivos”, evaluó el presidente del club como una de las causas que complica el funcionamiento del Remeros, que hoy solo cuenta con unos 230 socios individuales y unos 40 familiares.
“Eso no alcanza para nada, y la gente se va a otro lado. En la Plaza de Deportes se hace natación por poco dinero, es un lugar céntrico, con calles accesibles. Y contra eso es imposible competir”, remarcó.
De yapa, “el Remeros está en una zona complicada, el pavimento que rodea los accesos es realmente imposible, y la gente se va. Acá es claro que si no hay una mano del Estado, de la Intendencia, de actores gubernamentales, el club se va a liquidar, así como se liquidó Neptuno de Montevideo. Y hay muchas instituciones en el mismo caso que la nuestra”.
Cañedo recuerda las medallas olímpicas, sudamericanas y panamericanas que nacieron en este club. “Ahora muchos se preguntan por qué no se gana, y la realidad es que es difícil si a este tipo de instituciones que encaran deportes amateur no se les da una mano. Y a pesar de todas las contras siempre estamos generando remeros o nadadores que están en la selección uruguaya”, dijo, evaluando que “hay eficiencia a la hora de generar valores deportivos pese a todas las contras”.
La realidad económica golpea las puertas del club. Y son los directivos, los pocos que quedan, los que saldan cuentas. “Hoy vencen 62 mil pesos y en la cuenta del club hay 40 mil. Y lo ponemos entre los compañeros, y durante la semana que viene y la otra se va juntando con las cuotas para reponerlo”, dijo al momento de la entrevista, confesando que “uno se desgasta en lo económico y en lo sicológico”.
Las cuentas se van cubriendo como se puede. Todos los meses hay números en rojo, y hace algunos días se perdió un juicio laboral. Y habrá que afrontar las consecuencias.
“Con el BPS estamos al día. Quedó aquella deuda enorme, pero se negoció y se pasó raya. Aquello era impagable, pero tenemos el compromiso de no atrasarnos de ahí en más, y vamos cumpliendo”, indicó el presidente.
El Remeros es un monstruo enorme. Y la realidad es que la infraestructura no está de la mejor manera más allá de que “se hacen cosas”. La intención es poder meterle mano e incluso hay presupuestos para ir arreglando el club “por zonas”.
“No es caro, pero si tuviéramos 20 o 30 mil pesos libres por mes. No pretendemos hacer lujos, pero se está viniendo abajo”.
Encontrar la solución de fondo es complicado. Y quizás imposible. Pero los dirigentes apuntaron en su momento a intentar que desde el Estado “se compre algún servicio”, como por ejemplo “becas para que los escolares hagan natación durante la época de clases”, algo que “en su momento se nos dijo que podía ser viable”.
Con la Intendencia hubo convenio pero “a cambio de horas docentes”, y cuando se planteó “cambiar las becas por leña y cloro, porque en invierno estamos complicados con la leña, ni siquiera se sentaron a conversar”.
Desde la Secretaría Nacional del Deporte, según dijo Cañedo, tampoco hubo respuesta. “Hablamos sin mucha formalidad cuando se inauguró la pista de atletismo, pero recibimos la respuesta como que el club no era viable”, y ofrecieron un estudio de viabilidad, que se está haciendo, pero ponés en la balanza ingresos contra egresos y es negativo”.
Mientras los nuevos dirigentes se preparan para asumir, Cañedo afirma que “nosotros conocemos cuál es la viabilidad, y no es viable si no se puede hacer algún convenio con alguna institución del Estado”.