Realizaron taller sobre la “Educación en el mundo”, a cargo de Eduy21

En la biblioteca del Liceo Nº1 se llevó a cabo una charla denominada “Educación en el mundo” a cargo de Renato Opertti, de Eduy21, sobre las perspectivas que hay de la educación en diferentes regiones y con la idea de aportar un marco de referencia para analizar cómo se da hoy la educación y cuáles son los principales debates al respecto a nivel mundial.
Relacionado con la idea de cómo se puede sostener un proceso de transformación educativa integral, sostenible, profundo, “las evidencias mundiales nos indican que los países que más progresan en educación son aquellos que logran congeniar una visión integral de la educación a sistemas educativos con una serie de procesos y herramientas para ir escalonando progresivamente, pero siempre en una luz de visión en conjunto”, explicó Opertti. Es decir, no se trata de cambios parciales o en partes, sino cambios que van en una línea integral en el sistema educativo, que tienen su sentido, su relación.
No se modifica la Educación Primaria sin asociar los cambios que se tiene que introducir en los docentes para esa nueva educación. “En educación las cosas no suceden de un día para el otro, sino que requieren un tiempo de maduración, de consolidación”, indicó.
En este sentido, se mostraron ejemplos de países de contextos diversos, de diferentes regiones del mundo, y se compartió con los docentes presentes esa visión de la educación y cómo generar una transformación.
Eduy21 plantea que el sistema político se enfrenta a la disyuntiva de continuar cambiando por partes sin tener una visión de conjunto, “que ha sido la norma dominante en los últimos años”, o intenta hacer un cambio integral sobre una misma línea.

TRES DIMENSIONES
Dentro de ese cambio integral, existen tres dimensiones, explicó Opertti. Una programática, que plantea volver a pensar los contenidos educativos. Ir avanzando con una educación básica de 4 a 14 años, “que integre lo que es Primaria, Ciclo Básico y parte del nivel Inicial. Que se complemente la educación básica con una educación de cimiento, esa educación básica inicial que es de 0 a 6 años, una educación integral de política social de infancia”, indicó.
“Los primeros niveles de primaria tienen rasgos similares a los enfoques que se realizan en Educación Media o viceversa, dado que se comparten criterios comunes de cómo enseñar y evaluar la matemática, la ciencia y las lenguas”, añadió.
Asimismo, se plantea integrar la Educación Secundaria y la Técnica en una educación de los jóvenes y adolescentes; “tener una visión en conjunto, lograr integrar las diferentes áreas de conocimientos para poder ser competentes”.
El objetivo es que todo joven, al egresar de la Educación Media, tenga una formación universal en lo científico-tecnológico, en la parte más técnico-profesional y también en educación media en general. Es decir, que haya un complemento para darle al joven “mayor libertad de opción para elegir diferentes rutas de información, para que tenga libertad de elección entre conocimientos de arte con matemática, o literatura con ciencias”, puntualizó Opertti.
Hay un hilo conductor común que va en formar conocimientos y competencias para resolver problemas, “herramientas metodológicas que se le tienen que dar a los alumnos para que puedan responder con creatividad, ingenio, pensamiento crítico, capacidad de trabajo en equipo, empatía a problemas que se les plantean”, precisó.
A su vez, formar a los jóvenes en estilos de vida sostenibles, tanto en lo individual como colectivo. “La manera en que nos comportamos, cuidar y proteger el medio ambiente, que nos permita protegernos a nosotros mismos con estilos de vida saludables, autónomos, solidarios”, agregó.
Estos son los cimientos de la propuesta que plantea Eduy21 “para un mundo en donde tengamos una actitud proactiva para contribuir desde la educación al desarrollo y bienestar de la sociedad”, remarcó Opertti.

NUEVO GOBIERNO DE EDUCACIÓN
Todos estos cambios “requieren de un nuevo gobierno de la educación”, dijo. “No existe ningún país del mundo en donde el Ministerio de Educación y Cultura no tenga injerencia”, añadió; por lo que desde Eduy21 se entiende que debe haber un Gobierno de la Educación que cumpla con tres funciones fundamentales.
“La primera, darle al MEC un liderazgo político en cuanto a lo educativo. Segundo, fortalecer al Codicen para que sea una entidad ejecutiva compacta, por lo que se plantea que debajo del ella haya solamente dos consejos, uno de Educación Básica (de 4 a 14 años) y otro de Educación Media Superior (que va de 15 a 18 años)”,indicó.
El tercer aspecto es darle a los centros educativos la capacidad de tomar decisiones, empoderamiento y autonomía de poder liderar el proceso educativo a nivel local. “Esto no se puede hacer de un día para el otro”, aclaró, dado que “Uruguay no tiene una tradición de centros educativos liderando procesos educativos, pero hay que hacerlo progresivamente”. Asimismo, para que esto funcione se necesitan nuevos instrumentos de gestión, mejorarla. Habría que elaborar un nuevo estatuto docente “que les permita mayores garantías y estabilidad en su trabajo, de manera que puedan elegir los centros educativos como mínimo de tres a cinco años; que puedan trabajar y desarrollarse en un centro; que tengan trabajo tanto dentro como fuera del aula remunerado”, argumentó Opertti. “Que se apoye a los docentes, que haya un acompañamiento real”, afirmó.
Por su parte, plantea un nuevo sistema de evaluación para que no sancione al estudiante, sino evaluar con el objetivo de responder a las necesidades del aprendizaje del estudiante. “Uruguay tiene tasas escandalosas de expulsión en la Educación Media, donde hay una tasa de egreso –que son los mas bajos de América Latina– apenas superando el 40% y que golpea aún más a los pobres”, remarcó.
En este sentido, se plantea la evaluación como una herramienta para mejorar los aprendizajes y no dejar a los alumnos a la deriva. “Uruguay no ha evolucionado significativamente en educación”, concluyó.