El gobierno “multicolor” de Lacalle Pou estará apoyado en un “parlamento 3.0”

El gobierno de Luis Lacalle Pou sería “multicolor”, con suma de partidos en el parlamento y también en los ministerios del Poder Ejecutivo, según dijo a EL TELEGRAFO. Anunció rebaja de las tarifas de UTE y el precio de los combustibles, como también de 900 millones de dólares anuales del presupuesto del Estado.
Para formar su potencial gobierno, Luis Lacalle Pou habló de “la necesidad de un acuerdo multicolor”, que no sería solamente con una mayoría parlamentaria, sino que “lo veo más comprometido en un Poder Ejecutivo, en algo práctico, no solo programático, con medidas puntuales”. Para el candidato, si bien “no es algo académico, lo he llamado parlamentarismo 3.0. Parlamentarismo porque vamos a tener que sostener un gobierno con distintos partidos y 3.0 por un tema de velocidad, porque el parlamentarismo no se define como un sistema muy ejecutivo (…) y el Parlamento va a tener una presencia muy importante. Un Parlamento con mayorías de distintos partidos, Poder Ejecutivo multicolor con peso político y en el medio el instrumento más importante del gobierno, que es la ley de urgente consideración, que la vamos a negociar con los partidos de oposición rumbo al balotaje y rumbo a la transición de gobierno”.
Anunció además que “los ministerios no deberían ser compartimentos estancos, no deberían otorgarse por partido, sino a las personas idóneas para integrar los lugares” por lo que “el ministro, el subsecretario y el director general” podrían ser de partidos diferentes.

REBAJAS EN TARIFAS Y PRECIOS
Consultado sobre cuales serían los aspectos impositivos que revisaría en un posible gobierno, Lacalle dijo que “hay dos básicas a las que me he comprometido, que es la baja de la tarifa eléctrica y la baja de los combustibles, porque eso determina toda la cadena de producción, de transporte y de comercialización, además que incide mucho en el costo de vida de los ciudadanos, y además se puede hacer”. Sobre cómo lo haría, dijo que “los servicios de la UTE hace por lo menos tres ejercicios que propone al directorio bajar las tarifas entre un 7 y un 10 por ciento, y como aumentó el déficit no las bajaron, sino que las aumentaron para tapar el agujero. Y en lo que hace a los combustibles, alcanza con ver los precios regionales. En la ley de urgente consideración vamos a impulsar la libre importación de combustibles, que solo eso no asegura una baja, hay que poner a Ancap en condiciones de competir con los combustibles importados, hay que fijar los precios con otra paramétrica, hay un lote de mecanismos que influyen a que los mecanismos también puedan bajar”.

TAMBIÉN EL IRPF Y EL IASS
Agregó que “a mediano plazo hay dos tributos que queremos hincarle el diente, el IRPF y el IASS. En el programa de 2014 proponíamos derogar el IASS, una renuncia fiscal de 200 millones de dólares. Hoy no lo puedo prometer, según va a dejar la situación económica el gobierno, pero sí desandar el IASS porque es un impuesto injusto”.
En cuanto al IRPF, dijo que “recauda tres veces más de lo que se dijo que iba a recaudar, y en su franja más baja no llegan a una canasta básica, y conceptualmente es un impuesto a la renta bruta y no a la neta, por lo que hay que aumentar deducciones y trabajar sobre ello. Y Uruguay ha visto en estos años un retroceso en la industrialización y en la economía. Y esto porque el mismo esquema tributario no premia ni beneficia al agregado de valor, que desde el punto de vista tributario y de relaciones laborales, hace que se desestimule la cadena que arregla valor y trabajo”.
Preguntado sobre si anuncia que se encontraría con dificultades económicas en un posible gobierno a partir de 2020, y paralelamente anuncia que va a bajar impuestos, de que forma se mantendría el presupuesto del gobierno, manifestó que “yo dije que no podía comprometerme a bajar impuestos en un primer momento. Solo dije dos cosas, recaudación de UTE y combustibles”, y al recordarle que en los combustibles Ancap gana poco más del 1% y la mitad del precio de la nafta es IMESI, dijo que “obviamente ahí hay una especie de renuncia fiscal. Nosotros anteriormente a eso tenemos una reducción del gasto estatal, que nos han criticado y es en el entorno de los 900 millones de dólares al año –aunque nuestros números dicen que puede ahorrarse más– y parte de ese número va a ser volcado a matar el déficit y parte menor a la reducción de la tarifa y los combustibles”.
También dijo que ya están los ocho puntos donde se reducirán los gastos, poniendo como ejemplo “no reposición de vacantes, no seguir tercerizando servicios que no se hacen bien, las compras y los juicios del Estado, la inclusión financiera del Estado, un ahorro de las empresas públicas de 342 millones de dólares y servicios no personales. Está claramente detallado”.