“No hay como la vida en elcampo”, sostiene Jorge Hiriart

Jorge Hiriart Ayres, junto a su hijo Jorge Eduardoy su nieto mayor, Maxi.

“No hay como la vida en el campo”, sostiene a EL TELEGRAFO Jorge Hiriart Ayres. “Es saludable, estamos bien y trabajamos cómodamente, y podemos seguir disfrutando, siendo una de las maravillas que hemos ligado”, agrega quien fuera en la historia de la Asociación Rural Exposición Feria de Paysandú (Arefp), el presidente con mayor cantidad de años al frente de la gremial.
Sin perder su don de gente y buen humor, el nacido en Piñera pero con establecimiento en la zona de Paso del Parque, entiende que el productor que “cuidó e hizo reserva hoy está poblado, está bien y trabajando, además de arreglar su infraestructura. Realmente da gusto como se ha invertido”.
De todas maneras reconoce que “habrá problemas y deudas, pero lo que vemos es que se continúa inviertiendo, porque el hombre de campo no tiene otra cosa que pensar, y trabaja en lo que quiere hacer”.
En cuanto al recambio generacional, se mostró orgulloso de que sus hijos, Jorge Eduardo y Fernando Domingo están permanentemente en el establecimiento, además de la presencia de sus nietos. Pero además, “tenemos gente que se ha criado con nosotros, y que nos merecen plena confianza”, dice.
Hiriart explica que “salimos en cualquier momento del campo y estamos tranquilos. Incluso, ya hay nietos postizos, que me dicen Tata, que estudian en Salto, y a los que se les da una mano, porque sino la señora del matrimonio se tiene que ir con los hijos a la ciudad”.
“Están estudiando y es uno de los orgullos que tenemos; allí en la ciudad tienen un lugarcito y después vuelven al campo, porque saben inseminar, son de a caballo y saben apartar, dar de comer a un carnero. Son como de la familia y eso nos gusta”.
Explica que a veces se dice que en el campo “no hay gente”, pero para el productor sanducero “a veces uno es el culpable. Y lo que se debe hacer es tratar bien al personal y cuidar al ser humano”.
Consultado si ve que la producción agropecuaria no es tenida en cuenta por buena parte de la población, manifestó que “sincesaramente no sé cómo poderles entrar. A veces te hacen preguntas inverosímiles, como por ejemplo si no me aburro en el campo. Yo duermo sin tomar pastillas, porque si me canso paro, pero ando todo el día”.
Y se refirió al dicho que la oveja da trabajo. “Da placer trabajar con una majada que está bien enseñada. Si la tratás mal tienen memoria como la vaca. Se acuerdan cuando la castigaste, la cansaste y le diste palos”.
También se refirió molesto a quienes siguen criticando al hombre de campo por las 4 x 4. “Tenemos dificultades en la caminería y si tenemos vehículos buenos es porque los precisamos. Andamos todas las semanas recorriendo rutas y caminos del interior, y con puentes en varios lugares deteriorados, y ese tipo de vehículos es muy necesario”.