El cambio de versión y la posibilidad de que ésto entorpezca aún más la investigación sobre la desaparición de Amparo Fernández fueron clave para que el juez de Florida, Diego Prieto, accediera al pedido de Fiscalía de extender la prisión preventiva del único encausado por el caso.
L.D.O., de 34 años, quien fue la última persona con ver con vida a la enfermera sanducera y sospechoso de haberla matado, cambió su defensa. Dejó de estar en mano de Defensoría de Oficio y ahora contrató a la abogada Adriana Candussi, la que espera que se diligencie la prueba psiquiátrica para su defendido. La doctora dijo a medios de Florida que “si hay más de una versión, es Fiscalía quien debe descartarlas”.
En tanto, la fiscal Alicia Gómez manifestó que no esperaba mayor colaboración por parte de L.D.O., quien ha brindado al menos tres versiones de los hechos. Ante esto, el pedido de extender la prisión recaerá hasta que haya una sentencia acusatoria. “La extensión se pide para continuar con la investigación y que él no la entorpezca. Conoce toda la zona, si queda en libertad puede ir o bien se puede ir del país”, dijo.
Este plazo legal, indicaron los entendidos en la materia, establece hasta dos años de extensión de la prisión, del cual ya pasaron seis meses (los 180 días impuestos en primera instancia), por lo que dentro de un año y medio comenzará el proceso acusatorio. Todo indica que –pese al no hallazgo del cuerpo de Amparo– el juicio sería por la imputación de homicidio especialmente agravado por femicidio.
Prieto accedió al pedido de la fiscal y remarcó que oportunamente, la primera medida tuvo el respaldo del Tribunal de Apelaciones; ante la apelación de la defensa del hombre. Además, los cambios de versión en al menos tres oportunidades fueron mencionados por Fiscalía y por la Justicia Letrada, y también reconocidos por la defensa que, no obstante, dijo que es la investigación quien debe dilucidarlo.
PERICIA PSIQUIÁTRICA
Como una estrategia por parte de la defensa del sospechoso de matar a Amparo, la doctora Candussi mencionó en reiteradas oportunidades que se diligencia la pericia psiquiátrica y psicológica de L.D.O. Esto, indicó la letrada, podría explicar (o no) los cambios de versión de L.D.O.. De todas maneras, para Candussi hay por lo menos una versión que “es una mentira”.
“Si se habló de un río. Se buscó en ese río y se hizo una investigación profunda y excelente (sin resultados positivos), entonces probablemente esa versión sea una mentira. La Policía ha hecho un trabajo enorme de investigación y no tiene mucho más para dar”, comentó la mujer que defiende al presunto femicida. Candussi igual entiende que su ahora defendido sí colaboró, al dar el teléfono y aportar elementos.
Al salir de la sede judicial la abogada dijo a los medios presentes que “Fiscalía no tiene ninguna prueba para tener a mi cliente preso. Yo tuve acceso a la carpeta, ví los testigos y hay tres declaraciones diferentes del señor De Orta. Yo accedo a la última, es decir cuando él me contrata es por esa declaración de que habría una camioneta que secuestraría a Amparo Fernández. Pero bueno, no hay cuerpo, no hay testigos, no hay absolutamente nada. No se puede probar el homicidio y no sé si en algún momento tendremos acusación, ojalá que sí”, dijo la doctora.
Asimismo detalló que su defendido dice que “se ha manifestado de esa forma por miedo, porque nunca tuvo las garantías para declarar”. “Él voluntariamente accedió a la reconstrucción, voluntariamente proporciona un celular, voluntariamente explica toda esta situación. Nadie lo forzó a esta última declaración. Pero será la Fiscalía quien demuestre si es mentira. Pienso que no hay pruebas ni siquiera para haberlo formalizado”, comentó Candussi.
Sobre la extensión de la medida dijo que “ya me lo esperaba porque estuve escuchando el audio de la reconstrucción y sé más o menos como se está manejando este caso”.
Respecto a que el hombre sea visto por especialistas mentales consideró que “es una prueba clave porque para basarnos toda la investigación en este caso en las declaraciones de una persona, tenemos que entender que esté psicológica y psiquiátricamente en condición”.
Sin embargo, tanto para la fiscal como el juez, el hecho de cambios en declaraciones y el conocimiento del lugar por parte del acusado, puede entorpecer la investigación y por eso se decidió que sigan los procesos bajo medida cautelar de prisión.