El aislamiento para la solución médica, pero también pensar en la economía diaria

EFE-i77140 Italia, con una alta población de adultos mayores, ha sido el país donde el COVID-19 impactó con mayor letalidad.

Para el presidente de la Asociación Médica de Paysandú, Gonzalo Deleón, esta pandemia es un problema social pero también económico. Entiende que el aislamiento es la mejor herramienta para evitar que los contagios se multipliquen, afirmó que el uso generalizado de tapabocas –de cualquier tipo– disminuye mucho el riesgo de contagio, y que debería pensarse en “un esfuerzo económico solidario para ayudar a los más castigados por la crisis” y paralelamente disminuir el movimiento de gente en las calles.
“Estamos pasando por una situación inédita, una pandemia desconocida que incluso hace cambiar las normas médicas casi todos los días. Hay cosas que se van afianzando, como la necesidad del aislamiento social, que es una de las cosas principales para lograr el objetivo de derrotar al virus. Y creo que en nuestro país esto se está tomando en serio, a pesar que hay alguna gente que ha desoído el llamado, pero la mayoría de la gente ha tomado conciencia de que hay que extremar el aislamiento social durante las próximas semanas, que debe ser un compromiso de toda la comunidad y hay que seguir las decisiones de la autoridad sanitaria y la evidencia científica. Todos los países que tomaron la decisión al principio de mantener el aislamiento social han tenido buenos resultados y han podido comportarse de tal forma que ha llevado a no clausurar los servicios”. No obstante, entiende que “esta situación no va a ser corta en el tiempo”.

NO HAY CURA, SOLAMENTE PREVENCIÓN

Deleón afirmó que “no hay que olvidar que para esto no hay cura, no hay medicamentos y lo único que hay es la prevención, que va de la mano de tres cosas: el aislamiento social general, el aislamiento absoluto de la persona que está con síntomas o contagiada y la cuarentena de los casos dudosos, en cuanto si alguien se entera que estuvo con alguien que días después dio positivo al COVID-19, esa persona debe guardar distanciamiento hasta confirmarse o no si está enfermo”.
En caso de presentarse los síntomas de tos seca y fiebre, “no es necesario tomar ningún medicamento, hay que consultar telefónicamente a su prestador de salud, y ahí se decidirá si requiere una consulta presencial”.
Sobre cómo hace el ciudadano para lograr que le hagan un test de coronavirus cuanto está con los síntomas, Deleón dijo que “se están instalando en todas las instituciones servicios de atención telefónica para hacer telemedicina. En estos casos debe haber un triaje, una clasificación de los pacientes que pueden estar más comprometidos por su sintomatología o sus contactos en relación al que presenta un cuadro banal. Y es muy importante clasificarlos para ver el tipo de indumentaria de protección que deberá llevar el personal de salud que vaya a atenderlo, a los efectos de tomar un hisopado en forma segura para no contagiar al personal de salud y que ese personal no vaya a ser también difusor de la epidemia. Seguir todos los protocolos es fundamental para cuidar al personal de la salud. Pasó en los hospitales Maciel y Vilardebó, mandó cada uno a una veintena a la cuarentena y hay cinco o seis funcionarios de la salud aislados y que se les da de baja en un período muy sensible y que no es fácil de reponer”.

AISLAMIENTO DE
RECUPERADOS HASTA UN MES

Consultado sobre cuál es el plazo que deberá guardar una persona que se detecte como enferma, considerando que para una gripe común es normalmente una semana, dijo que “todavía no hay una respuesta definitiva. Se habla que uno se contagia, entre el cuarto y séptimo día aparecen los síntomas, y luego tiene unos diez días para guardar reposo y estar aislado. Pero ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que los pacientes que se recuperan pueden contagiar por dos semanas más, por lo que estos pacientes deben estar bajo estrecho control médico, primero porque puede haber circunstancias agravantes, factores de riesgo como ser mayor de edad, tener cardiopatías, diabetes o hipertensión o integrar el personal de salud. En ese marco debe hacerse un seguimiento estricto para que ese paciente que se recuperó y parece que está bien, no esté dispersando virus y siga contagiando”.
No obstante, todos quienes se contagien, sean de grupos de riesgo o con una afectación leve de la enfermedad, “pueden estar entre 20 días y un mes con este problema de posible contagio, y deberán mantenerse socialmente aislados. Esta enfermedad es altamente contagiosa, tres veces más rápido que una gripe común, y mientras la gripe tiene una mortalidad del 1% de la población, con este virus la mortalidad es de un 3%. Y hay ciudades, como en Italia, donde el porcentaje de muertes llega al 22% de la población (siempre sobre casos detectado; por eso en los países donde se realizan más pruebas y se detectan los enfermos asintomáticos la mortalidad se reduce considerablemente), y es porque son de edad mayor y tampoco hubo una respuesta rápida por falta de medios para tantos casos juntos. El tema tan divulgado de aplanar la curva es fundamental, porque no habiendo vacuna ni tratamiento alguno, el aislamiento y la cuarentena en el paciente y el distanciamiento es fundamental”.
Recordó que la gravedad depende del paciente, porque “uno puede cruzarse en la calle con alguien aparentemente muy sano, pero puede ser contagiante y no enfermarse por tener 30 años y un estado de salud muy bueno, pero va a la casa de sus abuelos y sin saberlo, los contagia”.

EL USO FUNDAMENTAL
DEL TAPABOCAS

Además, la forma de contagio no es solamente tosiendo o estornudando. Deleón afirmó que “eso es muy importante, la OMS cambió su recomendación sobre los tapabocas, y por más que sean caseros, porque no es necesario usar los N95 que son los que usa el personal de salud o los pacientes enfermos. Pero todo tapabocas genera algún grado de protección, y si todos lo usamos significa una protección importante para toda la sociedad”. Dijo que “hay varios tutoriales en Internet –uno es de la Facultad de Arquitectura de UdelaR– explicando cómo se hacen los tapabocas, Hay algunos que se hacen con remeras, otros con tela poniéndole un papel absorbente, hay muchos modelos, y es algo muy necesario cuando se está en alguna cola de gente que va a cobrar su jubilación o sueldo, porque ahí no se guarda el distanciamiento de dos metros como se aconseja, y es ahí donde pueden aparecer los contagios. El tapabocas reduce esas posibilidades, y es recomendable su uso”, afirmó el cirujano.
También adelantó que “el doctor Daniel Strozzi, en nombre de la Asociación Médica, mandó hacer 500 tapabocas de triple filtro y lavables que se van a distribuir entre la población con más riesgos, como por ejemplo las ollas populares”. Si bien reconoce que no van a ser suficientes, “es un gesto para promover el uso”.

EL CORONAVIRUS Y LA ECONOMÍA

A juicio del médico, “esta enfermedad completa tiene una vertiente sanitaria y otra económica y tremendamente importante, que traerá cambios en la economía mundial; estaba previsto que China creciera el 6% y lo hará entre el 0% y el 2%, lo que es un desastre para todos los mercados emergentes como Uruguay, y se prevé una caída de las materias primas”.
Agregó que “me parece que se han tomado muy buenas decisiones, y hemos pasado de discutir el déficit fiscal y un ahorro de 900 millones de dólares, a decir que ahora hay que proteger a la gente y el Estado debe ser el escudo protector y hay que hacer lo necesario, eso fue lo que dijo el presidente de España Pedro Sánchez. Porque esto es una parte de lo que pasa, va a venir el problema económico, social y de convivencia, y me parece muy importante. Cuando España encara una crisis como ésta con una cantidad de muertos importante, recuerda que en la crisis del 2008 salieron a salvar a los bancos, y en este momento el Estado va a tener que salvar a las familias. Y acá el gobierno determinó que no se podían cortar los servicios de agua y de luz. Y un tema de renta básica universal, de lo que se habla muchas veces y que se dijo utópico, hoy parece ser una de las soluciones al constreñimiento y el aislamiento social. Porque el mundo al que vamos no es el mismo que dejamos antes de esta crisis y se van a tener que encontrar instrumentos desde el Estado que convaliden el sostenimiento de la sociedad”.

PENSAR EN UNA
CUARENTENA ABSOLUTA

“Lo que pensamos en un primer momento fue que hiciéramos una cuarentena total y absoluta, pero eso lo puede mantener quien tiene fuente de ingresos o el apoyo del Estado”, y consultado si sería mejor una cuarentena absoluta y que desde el Estado se brinde una renta básica o canastas de alimentos a quienes no pueden afrontar ese costo, dijo que “soy médico y no tengo todas las herramientas, pero creo que sí deberíamos pensar en eso, de alguna forma esta pandemia tiene una estrecha relación con el contrato social, tanto en lo sanitario como en lo económico. La necesidad de protegernos y proteger a los demás en lo social, y la necesidad de empatía y solidaridad para lograr que todos salgamos a flote porque hay carencias de otro tipo. Tal vez la gente esté logrando el distanciamiento social, pero esta puede ser una crisis más grave que la de 2002”.

ESFUERZO ECONÓMICO
Y SOLIDARIO

Con respecto al aparente inicio del trabajo en la construcción y luego el movimiento en las escuelas rurales, dijo que “médicamente la situación está bastante controlada, pero algún aflojamiento en las medidas puede darnos algún dolor de cabeza, por eso digo que debemos empezar a pensar en un esfuerzo económico solidario para ayudar a los más castigados por la crisis, y también deberíamos pensar en la necesidad de continuar con estas medidas.
Esto se está evaluando en todos los países, el parate de la economía con el freno de la epidemia, y básicamente hay que tener una medida que nos permita enlentecer la curva epidemiológica –como se ha hecho en Uruguay– y a la vez sostener la economía. En la Argentina se estaba hablando de aliviar el aislamiento social, que es un requerimiento de la economía, pero tal vez hay que pensar en cubrir más a la gente y en no exponerla. Porque sin dudas podría ser más caro ese camino, y tampoco hay que ser dogmático.
Si se suelta alguna medida y se ve alguna disparada en los números, habrá que pensar en protecciones sociales extras y tomar medidas más restrictivas. Y los apoyos del Estado y políticas contracíclicas van a ser necesarias en un escenario de recesión, y cuando esto termine nos va a llevar mucho tiempo recorrer el camino para volver a los índices de crecimiento que tenía el Uruguay”. Considerando que cuanto menos dure la pandemia, más rápido se recuperará la economía, Deleón dijo que “sí, cuanto más se respete y se cumpla, más rápido va a volver la normalidad, tanto social como económica”.