“En toda mi vida no he visto una situación tan compleja como la que estamos viviendo”

Los productores e industriales del sector ovino aguardan con expectativa que, superada la situación originada por el coronavirus, se vuelva a colocar lana en el exterior.

El ingeniero agrónomo Roberto Cardellino, de Delta Consultores, señaló sobre el mercado de la lana que el momento peor no puede ser, esa es la realidad. En toda mi vida, que he trabajado vinculado al tema lana, no he visto una situación tan compleja como la que estamos viendo ahora y tan difícil de visualizar cuáles pueden ser las consecuencias”.
Es que el mercado lanero a nivel internacional ha registrado varios cambios en los últimos meses debido a la incidencia del COVID-19, primero afectando China y ahora Europa y el resto del mundo. Tales cambios están incidiendo negativamente y en las últimas semanas han llevado al Indicador de Mercados del Este (IME), en Australia a mínimos de hace diez años.
“Como todos sabemos, China en el tema de la lana es un jugador clave porque concentra gran parte de la industria lanera actual, incluido la lana peinada y tops”, dijo el consultor a diario Cambio.
“En la lana peinada, en tops prácticamente quedó solo en China y en países de Sudamérica; actualmente en Uruguay hay cuatro firmas peinadoras, en Argentina hay cuatro, una en Chile, en Europa no queda nada y tampoco en Australia y Nueva Zelanda, se han movido todos para China”, precisó Cardellino.
A su vez, hace unos años “pasaron a ser grandes consumidores de productos de lana, o sea que no solamente es un procesador importante sino que gran parte ahora se consume en China. Estamos hablando de uno de los mercados consumidores más grandes también”.
Entiende que “con todo el tema del surgimiento de este virus en China y las dificultades de movilización, quedaron trancados el procesamiento de lanas y claramente una baja en el consumo interno, como pasa en cualquier circunstancia donde estás en cuarentena, el consumo de prendas se deprime”.
Cardellino indicó que “eso comenzó a afectar todo el mercado, luego este tema apareció en Europa que es un mercado importante para nosotros, porque ellos no tienen peinaduría pero tienen hilanderías y tejedurías y hacen prendas. Entonces Europa también se vio paralizada, los hilanderos pararon de consumir y el consumidor final ni que hablar, entonces fue una trancada, como un motor que queda engripado y no funciona más”.
Y visualizó el coronavirus y su impacto hasta ahora, teniendo en cuenta que en una primera etapa detuvo la demanda de China. Luego al resto del mundo que son clientes de una China que ahora se recupera.
“Para que la gente tenga un panorama claro de qué está pasando en el mercado”, sostuvo que “hay que decir que el único país que continúa con remates de lana es Australia, por lo cual para algunos comerciantes es una locura seguir con los remates; no por el coronavirus, sino por un tema de mercado, hay menos compradores o no hay compradores y seguís rematando y rematando”.
Muchos dicen “no será hora de que Australia piense en cerrar su mercado y esperar un poco a ver qué pasa”. De todas formas en el mercado australiano se empezaron a observar más operadores chinos de los que se venían observando, esto indica claramente que hay procesadores que ya están retomando su actividad y están comprando lana en Australia”.
Para el ex técnico del SUL, “depende del día, depende del remate que se trate, podrá haber más o menos retiro de lana porque no llegan a la base requerida, pero es un mercado que sigue funcionando. Imagínate que Sudáfrica cerró, no está funcionando, Nueva Zelanda no funciona, Argentina por su cuarentena tampoco funciona, y acá es un mercado que está muerto porque no hay negocios”.

INDUSTRIAS PARADAS

“Varias industrias te diría que están aprovechando el momento, seguro de paro, adelantando licencias para tomar un poco de oxígeno y evaluar cómo sigue la cosa”, expresó Roberto Cardellino.
“China comenzó a operar de nuevo en el mercado comprador, nos guste o no nos guste, lo está haciendo a precios más bajos, pero esto indica que hay procesadores en China que no tienen materia prima y van a empezar a producir pensando sobre todo, no en la temporada de verano en Europa sino en la que sigue. Pensando en el invierno en el hemisferio norte, donde están los países consumidores más grandes”, dijo.

EL DESPUÉS DEL VIRUS

Cardellino piensa que las preferencias de los consumidores finales no van a cambiar por lo que acontece con el coronavirus. “Lo que podrá haber es una demora en retomar, pero en cuanto a las preferencias que ha tenido el consumidor por el tipo de prenda, prendas más livianas, que se puedan usar contra la piel, etc., o sea que favorecen la producción de lanas más finas, de las cuales si uno ve a nivel global hay mucho menos producción, creo que no va haber cambios sustanciales en ese sentido”.
Sostiene que “quizás algunos piensen que el mercado de alimentos y commodities relacionadas con productos alimenticios pueda tener una recuperación más rápida en el sentido de que el consumidor vuelva a recuperar hábitos de consumo en términos alimenticios, carne, granos, etc., y después retome, si su situación económica se recupera, el mercado de consumo de prendas y vestimenta”.
Mencionó que “en general, ese mercado depende mucho de la situación económica en general, países que estén creciendo, que tengan buenos niveles de ingreso, etc. De lo contrario sencillamente lo que haríamos vos y yo, o cualquier ser humano sensato, si la situación viene mal y no viene ganando mucho, si mi negocio no está muy bien, bueno mantengo primero los gastos en salud, casa, alimentación, etc., y dejo vestimentas y otras cosas hasta que la situación mejore”.
“Yo lo he presentado en cantidad de charlas, el tema del consumo de lanas está atado mucho al tema de crecimiento económico y de lo que se llama hábitos de consumo, o las tendencias de la gente a consumir. Fíjate acá nomas que es lo que está pasando, no salís, apenas compras lo elemental para mantenerte, hoy no se ocurriría pensar en salir a comprar una prenda de lana ni equivocado”.