Cuando deja de ser un número
Hace unos días escuchaba a Sonsol hablando sobre el COVID-19 sobre si quien se contagiase fuera su mamá y lo malo que estaría, a lo que la Dra. Rey (panelista invitada que en aquel momento) le hablaba sobre la importancia que tenía el hecho de que ese paciente dejaba de ser un número y pasaba a ser una persona.
Hoy, ante la confirmación del primer caso en Paysandú, se puede ver cuán real es lo que planteaba. Las redes sociales han viralizado y diseminado todo tipo de comentarios desde que empezó a circular el rumor, hasta que a la hora 17 se hizo oficial, desde que se fue de viaje “post Carmela” hasta que anduvo circulando por toda la ciudad, que hizo fiesta de bienvenida, que recibe visitas a diario. El escrache ha sido tremendo. Hemos pasado el límite, límite que nos pone a prueba como sociedad y como sanduceros, porque por tal de tener un minuto de fama en un audio de WhatsApp, hasta por el hecho de querer dar una primicia, se ha denostado la imagen de una profesional de la salud que, como tal, ha cumplido a rajatabla el protocolo de seguridad. Salió del país como todos los uruguayos que a diario vemos que vuelven, antes de todo este caos de cierre de fronteras mundial, como muchos otros que con ella realizaron dicha excursión. Volvió al país y todas las autoridades sanitarias estaban en conocimiento porque así lo han hecho saber, cumplió estrictamente las recomendaciones y ha estado en absoluto aislamiento junto a una de sus hijas. Se han divulgado imágenes por doquier, de ella, de sus hijas, de su nieta, ha recibido amenazas, ¿Cuál es su delito? ¿Volver al país? ¿Piensan hacer este linchamiento a cada uno de los que se infecten por COVID-19? Esta persona tiene una familia, amigos, conocidos que la están pasando realmente mal porque, como les digo, por un minuto de fama, se ha dicho cualquier cosa. Hoy fue la paciente 1, mañana puede ser cualquiera de nosotros. Seamos responsables. Braulio Alvarez