El fútbol local entre las luces y las definiciones

Los dueños de cancha intentan mantenerlas y mejorarlas mientras no hay fútbol.

Mientras se espera por la realización del protocolo del fútbol del Interior para ser presentado ante la Secretaría Nacional del Deporte y las autoridades del Ministerio de Salud Pública, el fútbol sanducero intenta acomodar el cuerpo.
La idea de la Liga de Fútbol es poder, cuando se pueda recibir el visto bueno, reprogramar la actividad prevista para la temporada y llevar el fútbol local a las noches de verano.
Y para ello se debe contar con iluminación artificial. Ayer, por lo pronto, se dio un paso para intentar dotar de luminarias a algunas canchas, en la reunión mantenida con autoridades de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.
“Hay que arrimar el presupuesto y se van a estudiar las posibilidades”, dijo el presidente Nelson Manzor al respecto.
Ahora bien ¿hay apuro de los clubes por comenzar a jugar? ¿Están perdiendo dinero?
Nilson Ayende, presidente de 18 de Julio, dejó en claro que “no tenemos gasto salvo la cuota de la Liga, y que es muy chica ahora que no hay actividad. Creo que los clubes no estamos perdiendo: estamos ganando plata. Tenemos una cuota de la Liga muy chica, no tenemos déficit de los juveniles por semana, los cuerpos técnicos, algún viaje, los planteles… Por domingo teníamos seis mil pesos de déficit”, dijo.
Por eso, valoró que “yo no tengo apuro en volver, pero cuando se vuelva que estén dadas las condiciones. Si por mi fuera este año no habría fútbol, pero hay que respetar a la mayoría”.
Pablo Santana, secretario de Amanecer, dijo que en su club se pierde dinero al no haber fútbol, porque “hay compromisos” que asumir, aunque “no hay apuro para que comience la competencia”. “Hay dudas en lo local, en OFI…”, remarcó.
Martín Da Silva, el presidente de Litoral, coincidió con Ayende en que “sin fútbol no se pierde dinero”, pero también que “hay muchas ganas de empezar”, sobre todo teniendo en cuenta que el decano apunta a pisar fuerte y para ello se reforzó.
Mientras, la dirigencia apunta a mejorar el Parque Rivabén, pensando en cuando se vuelva al ruedo. “Todos estos meses hemos mejorado el piso, pero también la iluminación”.
Estudiantil también apunta a mejorar su reducto, “de acuerdo a las posibilidades económicas”. “Sembramos, se están pintando los muros, los arcos, se arregla la caldera, siempre dentro de las limitaciones lógicas”, dijo su presidente, Gastón Duarte, quien con respecto a lo económico comentó que “no se está recaudando, pero no sé si perdiendo”.
“Si tenemos en cuenta que se pierde de generar una propaganda, un beneficio, que hay problemas para cobrar las cuotas de los socios, ahí podemos decir que se pierde. Eso se siente, y se pierde ese dinero más allá de que lo que genera el fútbol es para solventar algo, porque el fútbol de Paysandú no se solventa solo con entradas”, dijo. ¿Hay apuro por volver? Para Duarte la ansiedad “es de los jugadores”, porque el presidente mira otros aspectos, casi siempre ligados a la economía.
“Sí nos gustaría una respuesta rápida sobre si va a jugar o no. Queremos que las condiciones se den, pero va a ser muy difícil en la parte económica”, afirmó.