Sin grandes cambios en el mercado local de lanas

Con la esquila preparto, los productores comienzan a analizar las posibilidades futuras de venta.

En el mercado local no se registraron grandes cambios respecto a las semanas precedentes, siendo el común denominador, la falta de negocios. “La demanda sigue sin presionar la compra y si bien la disponibilidad de lana en poder de los productores es mayor a años anteriores a esta altura del mes de junio, el sector productor no presiona la venta”, explicó a EL TELEGRAFO José Luis Trifoglio.
Por su parte Faxlana sostiene que las consultas de los productores continúan a nivel de los escritorios rurales. En algunos casos la necesidad de comercializar el lote de lana, ante eventuales problemáticas de forraje y liquidez ante la llegada del invierno, lleva a que los productores dejen por el camino expectativas de precios.
En casos puntuales se toman adelantos y se entrega la lana a fijar precio. En otros casos donde ya se tomaron adelantos, existe cierta preocupación por parte de los operadores en brindar nuevos recursos; sin embargo en varios casos informados por diferentes consignatarios, se logra un punto de equilibrio consignando la próxima zafra como garantía.
En su mayor proporción los intermediarios, que también están nerviosos como los productores, recomiendan tener paciencia y esperar a que el mercado registre alguna señal de mejora.
En el caso de las industrias están trabajando a media máquina, con lana que ya estaba comprada con anterioridad. Si bien existe el comentario en el mercado de una industria necesitada de lanas en torno a los micronajes del corriedale fino, representantes de la empresa no confirmaron dicha necesidad, ni la concreción de negocios.

EXTERIOR

Después de dos semanas consecutivas de tendencia al alza, el mercado lanero australiano mostró un grado de volatilidad en los dos días de subastas (un día subiendo y el otro bajando). Algunos sectores de la demanda atribuyeron a la calidad la selectividad al momento de la compra, ya que entre los lotes que se pusieron a la venta había un porcentaje importante de lanas que presentaban bajos rendimientos y algunos otros problemas de calidad, principalmente en la última jornada de ventas.
El Indicador de Mercado del Este bajó 8 centavos de dólar americano, (1%), respecto al cierre de la semana pasada y se ubicó en el nivel de U$S 8,13 por kilo base limpia.
Analizando el comportamiento de las diferentes categorías, observamos dos sectores bien diferenciados. Por un lado, los vellones de lana para peinar de 21 micras y más finas, que bajaron sus cotizaciones entre 1,3% (18 micras) y 3% (21 micras). El otro sector, las lanas de 26 micras y más gruesas, mantuvieron la tendencia de la semana anterior y continuaron subiendo. Los aumentos se ubicaron entre 0,7% (26 micras nominalmente) y 1,7% (30 micras).
La oferta semanal totalizó la cantidad de 21.785 fardos y la demanda que provino principalmente de China, adquirió el 88%. Los próximos remates se realizarán solo en los centros del Este, los días 16 y 17 de junio y se estima que la oferta será aproximadamente de 16.800 fardos.
La demanda de lana australiana sigue dependiendo de una recuperación en la economía mundial de los impactos del COVID -19. La industria china lentamente va mostrando algunas señales de recuperación; sin embargo, sigue habiendo poca demanda en los últimos eslabones de la larga cadena textil lanera.
A esto se le suma cierta incertidumbre comercial que se ha ido generando por la molestia de China frente a los pedidos de Australia a propósito de la exigencia de que el Gobierno chino determine el origen del coronavirus, reduciendo las importaciones de carne australiana, y aumentado los aranceles de importación a la cebada australiana y otros productos.
Ante esta amenaza china, Australia, previendo que también estas medidas lleguen a la lana, está obligada a diversificar los destinos de su producción lanera, y en ese sentido está apuntando hacia Estados Unidos y otras áreas de Europa, que han estado ausentes del mercado australiano debido a los altos precios de años anteriores impulsados por la demanda china.
En ese sentido, se visualiza que algunos compradores comienzan a preguntar sobre la compra de lana australiana ante el abaratamiento de la materia prima. Si bien la reducción de la demanda de China y la disminución de los precios son negativos para el mercado, de confirmarse, el comienzo de una cierta diversificación de los destinos de exportación lejos de un mercado clave podría verse como un lado positivo del brote de COVID -19.