Extensionistas se capacitaron en aspectos para cuantificar la relación planta-animal

Participantes de la actividad desarrollada por extensionistas del proyecto Ganadería y Clima.

El equipo de extensionistas del proyecto Ganadería y Clima se capacitó en aspectos centrales para cuantificar la relación planta-animal a través del diagnóstico de condición corporal del rodeo, la estimación de forraje de campo natural y su vinculación y manejo.
Durante la actividad se visitó un predio de la zona de Santa Clara, que aplica principios de intensificación ecológica para mejorar la producción con los propios recursos del predio, poniendo énfasis en la gestión del campo natural.
La capacitación comenzó en la Estación Experimental Bernardo Rosengurtt de Facultad de Agronomía y finalizó en el predio de la familia Gestido. Los técnicos se capacitaron en estimación de la altura y disponibilidad de forraje y en diagnóstico de la condición corporal en vacunos.
La jornada comenzó con la apertura y bienvenida por parte del coordinador del componente 2 para Facultad de Agronomía, ingeniero agrónomo Santiago Dogliotti. Luego de explicar la dinámica de trabajo, el ingeniero agrónomo Pablo Soca, docente e investigador de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, mencionó la pertinencia de entrenarse en ambos temas para un proyecto que busca generar una intensificación sostenible a través de una mirada integral de cada sistema ganadero.
A continuación, el grupo se dividió en dos. El primero fue a las mangas a realizar diagnóstico de condición corporal en bovinos. Con apoyo de la cartilla generada por Facultad de Agronomía, los participantes evaluaron y clasificaron un rodeo comparando sus propias percepciones con los de docentes y funcionarios.
El otro grupo se trasladó a uno de los bloques del experimento de largo plazo en cría vacuna sobre campo natural establecido en la EEBR. Allí evaluaron la disponibilidad de forraje a través de un método que permite construir una escala para estimar primero la altura de pasto y luego la disponibilidad de forraje por potrero.
Luego rotaron los grupos y al final de la mañana se realizó una ronda de intercambio.
PREDIO DE PRODUCTOR
Al mediodía, se arribó al predio de la familia Gestido, establecimiento ganadero sobre campo natural que realiza ciclo completo y hace 6 años aplica intensificación ecológica, en base a la propuesta de Manejo de Rodeo de Cría de Facultad de Agronomía.
En este lugar se pudo visibilizar los resultados, el aumento sostenido de la productividad de carne por hectárea, el porcentaje de destete y peso al destete. También el manejo espacio-temporal del pastoreo que resulta en una muy buena disponibilidad de forraje, a pesar del largo período de sequía, con cargas de 0.8 a 0.9 Unidades Ganaderas por hectárea (UG/ha), en un sistema de pastoreo continuo.
Luego de la recorrida se analizaron los resultados prediales. Se indicó que para aumentar la productividad es necesario incrementar la producción de forraje del campo natural manteniendo mayores alturas de pasto de acuerdo a la estación, y aumentar el consumo y eficiencia de uso de la energía por los animales a través del aumento de la oferta de forraje por animal, y de acuerdo a su condición corporal y etapa en el ciclo productivo.
Para ello es necesario planificar el movimiento de los animales en los potreros, a lo largo del tiempo, lo que se conoce como gestión espacio-temporal del pastoreo. Para ello resulta imprescindible conocer el estado del sistema productivo, lo cual se logra a través de dos variables: el diagnóstico de condición corporal y la estimación de la disponibilidad de forraje en cada potrero. Para calcular la oferta se realiza un cociente entre kilos de forraje y kilos de peso vivo animal.
Para Pablo Soca, “desde el punto de vista del ciclo de la cría, los momentos más importantes son el otoño y el invierno. En primavera y verano se produce pasto, pero es en otoño cuando se vuelve necesario que la vaca mejore su condición, que inevitablemente va a perder en invierno, para que logre llegar al parto en un estado corporal adecuado.
En otras palabras, en otoño e invierno es necesario utilizar muy bien el pasto que se produjo en primavera y verano, a través del uso de la condición corporal y otra serie de medidas de manejo que lo potencian, como el destete definitivo y el diagnóstico de gestación en marzo, la clasificación de vacas por estado corporal y también la altura de pasto que permite lograr el consumo de energía con el cual los animales construyen el estado corporal. La posibilidad de ajustar la relación planta-animal en el tiempo es lo que determina que se mejoren los ingresos económicos con los recursos de cada predio. Esa relación se puede cuantificar, estimar y proyectar si se cuenta con herramientas cuantitativas para conocer el estado de la pastura y de los animales”.
El proyecto Ganadería y Clima se propone aumentar la productividad y los ingresos de las familias productoras, sin necesidad de cambiar los insumos que ya utilizan, con un manejo sostenible del campo natural que contribuya a la adaptación al cambio climático, reduciendo las emisiones de Gases de Efecto Invernadero por kilo de carne y mejorando el secuestro de carbono en pastizales.