Las intensas nevadas en Argentina producen alta mortandad de ovinos

Las intensas nevadas ocurridas en los últimos días en la zona cordillerana y en la meseta de la Patagonia, afectando a las provincias australes de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, han producido una alta mortandad de ovejas, disminuyendo las existencias y el capital de los productores ovinos de la zona. Esta adversidad climática ocurre en un contexto de por sí complejo para el sector ovino de nuestro país, que ya se encontraba gravemente comprometido por los efectos de la COVID-19. Los efectos de la pandemia se tradujeron en una fuerte contracción de la demanda a nivel mundial y en una disminución del 26% en el precio internacional de la lana desde enero pasado.
Ante este panorama desalentador, la Mesa Ovina Nacional, integrada por las cuatro entidades de la Comisión de Enlace: Coninagro, CRA, Federación Agraria Argentina y Sociedad Rural Argentina, representantes de toda la cadena ovina, hace un llamado para que se impulsen medidas urgentes para mitigar la crítica situación que afecta a los productores ovinos y al entramado social en el que se desarrolla nuestra actividad.
Se requiere, en lo inmediato, asistir y rescatar a los productores aislados, recuperar los animales atrapados en la nieve y generar una red solidaria para proveer la alimentación necesaria para los animales afectados. Asimismo, con el fin de mejorar el flujo económico, plantea eliminar los derechos de exportación a todas las fibras y carne ovina y elevar los reintegros, para evitar exportar impuestos.
También propone elevar el mínimo no imponible para los aportes patronales, con el propósito de preservar el nivel de empleo. Finalmente, para recomponer el capital perdido, recomienda destinar una partida extraordinaria a la cartera de Emergencias Agropecuarias que pueda vehiculizarse a través de la estructura de la Ley Ovina, con el objetivo de impulsar una política orientada a los productores descapitalizados por las nevadas. Ésto permitirá la recuperación del capital de trabajo y los programas de transformación, evitando el desarraigo y la migración interna hacia zonas urbanas. Solo en la medida en que el Estado Nacional y los gobiernos de las provincias afectadas se hagan eco de esta tremenda situación, se logrará paliar sus efectos adversos que afectan a toda la cadena ovina, una actividad emblemática que genera trabajo, divisas, arraigo y soberanía en nuestra Patagonia Argentina.

SITUACIÓN SUPERA A TODOS

En los últimos días se hicieron virales las fotos de ovejas muertas, caballos con la nieve hasta el pecho y campos blancos por la nevada en la Patagonia. Según explicaron en la zona, más de la mitad de los campos son pequeños productores y, si bien es común que en esta época del año haya nevadas en la región, en esta temporada la nieve fue más abundante que lo habitual. “Es una de las nevadas más importantes de los últimos 20 años. La situación supera a todos, incluido al Gobierno”, asegura Baldomero Bassi, productor ganadero y presidente de la Federación de Sociedades Rurales de Río Negro.
Todo comenzó hace más de 15 días con una fuerte nevada. Pero la situación se complicó a fines de la semana pasada, cuando volvió a caer nieve. “Aunque nieve entre 30 o 50 centímetros, si corre viento, la empieza a amontonar”, indica el dirigente. En algunos lugares, describe, la nieve alcanza los dos metros de altura. “La necesidad más urgente es el acceso, muchos caminos son intransitables para el productor, que no puede llegar a su campo”, sostiene Bassi. Incluso, se estima que más de 100 personas quedaron aisladas.
El productor contó que por su zona hay alrededor de 3 millones de hectáreas comprometidas por la nevada, en una región donde se produce principalmente oveja y a menor escala chivos y caballos. “Es una complicación para los animales que están en el campo”, define. Según explica Bassi, el 60% son pequeños productores de entre 150 y 200 animales. “Son economías de supervivencia. Te imaginás que si a un productor que tiene 150 ovejas se le mueren todas, queda muy complicado. Es un golpe muy duro”, se lamenta.
“El problema es que esta nevada se juntó con la anterior y la nieve le llega a los caballos hasta el pecho y cuando le toca la panza, ya no puede caminar y se dificulta avanzar y acceder a los campos”, indicó, quien especifica que, con las camionetas, es imposible entrar a los terrenos, porque quedan encalladas. “Por el momento sólo podemos mover a los caballos o vacas, porque son más altos y van caminando y rompiendo la nieve, detrás de ellos caminan las ovejas. Tratamos de arrearlos”, cuenta.