Trabajadores del citrus, nucleados en la Organización Sindical de Obreros Rurales (Osdor), se movilizaron con cartelería frente al packing de la empresa Forbel, donde reclamaron por el reintegro de despedidos y mejores condiciones laborales.
“A partir de esta zafra reinstalamos el sindicato Osdor y hemos tratado de mejorar las condiciones de trabajo y salariales. Hicimos una propuesta a la empresa tercerizada, pero se negó a aceptarla y fuimos al ministerio de Trabajo. Allí también se negaron a negociar”, dijo el dirigente Alejandro Martín a EL TELEGRAFO.
Explico que los operarios “no llegan al salario establecido para cada categoría y ante este reclamo, la empresa accedió a cubrir el salario mínimo, retroactivo al comienzo de la zafra. Luego pasamos a la Dinatra, pero mantuvo la negativa de pagar algo más por encima del mínimo de cada categoría. Es una situación que viene desde hace años y esperamos regularizarlo desde ahora”.
Según el dirigente, “la empresa no se presentó en las reuniones en la Dinatra. El martes pasado teníamos una instancia y no fue. Sin embargo, adujo que tenía que reducir personal porque las heladas quemaron la producción, pero a la vez nos enteramos que la empresa trae personal de Salto. Es decir, son trabajadores que sustituyen a la gente de Paysandú”. De acuerdo a Martín, la empresa adoptó tal medida “porque los trabajadores se sindicalizaron para ejercer sus derechos, como la negociación colectiva. Estábamos dispuestos a negociar sin medidas, pero cuando comienza a sacar personal, tenemos que hacerlo de otra forma”.
La empresa “redujo en unas 50 personas, pero trajo otras 50 de Salto y nos parece grave. Por eso nos movilizamos, para dar a conocer el problema y luego veremos los pasos a seguir”.
Desde la sede de la Dinatra, “llamamos al gerente de Forbel y nos dijo que no tiene responsabilidad en el tema, pero pertenece a la empresa madre que tercerizó el servicio de contratación del personal para levantar la cosecha. Necesitamos un interlocutor para buscar una solución al problema”.
Explicó que al comienzo de la zafra, “Forbel entrega un volante donde describe los derechos a la salud y el salario, pero cuando un trabajador lo ejerce, se vuelve difícil”.
Por otro lado, denunció “condiciones horribles de trabajo. Estamos en una situación de pandemia y no hay ni siquiera agua para lavarse las manos, ni jabón o baños cerca de los lugares de trabajo. Cuando pedimos una inspección, parece que la empresa se enteró y cuando llegaron ya lo había arreglado. Y esto pasa en casi todas las chacras. En realidad, estuvimos en buenas condiciones entre 2005 y 2012, pero fue un retroceso total”, aseguró.
