Abuelo fue estafado por supuesto “contador” del Banco República, que se llevó 117.000 pesos

Un abuelo de 82 años fue la víctima elegida por un malviviente que, aprovechándose de su ingenuidad, se presentó como contador del Banco República y se apoderó de 117.000 pesos. La excusa para embaucar al señor fue que el presidente Luis Lacalle Pou había sacado un decreto urgente que de no entregarle al banco los ahorros que tuviera en la casa, le sería retenida la pensión o jubilación del mes próximo.
Con asombro, entre risas nerviosas por la situación vivida, un familiar del señor contó a EL TELEGRAFO lo ocurrido “porque no queremos que esto le pase a más personas”. El abuelo recibió en una llamada telefónica ayer por la tarde a su número fijo. Al otro lado de la línea, un hombre se hizo pasar por un sobrino que reside en Montevideo, nombrándose como tal y preguntando cómo se encontraban.
La charla cambió rápidamente de tema y el “sobrino” le dijo llamaba por que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, había sacado un decreto de carácter urgente en que se daba como plazo las 19 horas para depositar en el banco todo el dinero que tuvieran en la casa. Ante la duda del abuelo, el estafador le dijo que la hija de éste –a quien nombró– ya estaba en la sucursal del Banco República de 18 de Julio esperando para firmar por el depósito.
“Quedate tranquilo que ahora va a ir por tu casa un contador del banco a levantar la plata. Vos dásela que ‘la Yeny’ está esperando”, le indicó el hombre al abuelo, quien de inmediato buscó entre sus escondites el dinero que tenía por casos de urgencia.
Al rato llegó a la casa un hombre de traje, con zapatos de vestir, maletín similar a uno de cuero y un tapaboca negro. Se presentó ante el señor como “contador” del Banco República. Le dio la mano, se presentó e hizo comentarios sobre el decreto del presidente. El abuelo le mostró el dinero y le dijo incluso que lo contara, pero el malviviente le respondió que no hacía falta porque confiaba en él.
En tanto, no guardó el dinero en el maletín, sino que tomó los fajos con billetes de 500, 1.000 y 2.000 pesos y los guardó en bolsillos interiores del saco que llevaba. Con el botín, del que desconocía la suma total, se retiró despidiéndose amablemente.

DENUNCIARON EL HECHO

Confiado en que había realizado lo que el “decreto” indicaba, el abuelo quedó en su casa. Media hora después, su hija, quien según el estafador estaba en el banco, lo llamó, y ahí se dio cuenta que había sido víctima de una estafa. “Hola papá. ¿Cómo están por ahí? ¿Hace frío?”, le dijo su hija al teléfono. Las preguntas hicieron que éste sospechara que algo no estaba bien. “¿Y vos dónde estás?”, consultó su padre. “Acá afuera, en casa”, dijo haciendo alusión a la zona rural donde reside. “¿Pero no estás en el banco con mi plata?”, retrucó éste.
En ese momento, ante la respuesta negativa de su hija, notó que lo habían estafado por lo que le contó con detalles lo que había pasado. Angustiada por la situación, la mujer llamó a su hijo (nieto de la víctima) para pedirle que fuera de inmediato e hicieran la denuncia.
“Nadie sabía que en la casa había plata. A todos nos tomó por sorpresa esto”, confió un familiar. “Lo envolvieron con la charla por teléfono. Lo que sí nos sorprende es que nombró a gente que son familiares. Quiere decir que tenían alguna idea de las cosas, no fue tan al boleo”, precisó. La denuncia fue radicada en la Unidad de Investigaciones.