SMVU contraria a posible habilitación de la importación de ganado en pie

La Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay (SMVU), se mostró contraria a la posible habilitación de la importación de ganado en pie. A través de un comunicado, dio a conocer las principales enfermedades en la ganadería tanto de Brasil, Argentina, como de Paraguay, y el impacto que podría tener en base a los acuerdos comerciales que dispone nuestro país.
Entiende que Uruguay es reconocido por la OIE como libre de Fiebre Aftosa con vacunación, Perineumonía contagiosa bovina, Peste de los Pequeños Rumiantes, Encefalopatía espongiforme Bovina, Peste Porcina Clásica y Peste Equina.
Los países de la región no comparten el mismo estatus sanitario, como Brasil en cuanto a Peste Porcina Clásica y Paraguay en cuanto a Perineumonía Bovina Contagiosa. Además, Brasil ha dejado de vacunar contra la Fiebre Aftosa en los estados de Paraná, Santa Catarina y próximamente en Rio Grande do Sul, parte de los estados de Minas Gerais y de Amazonas. Por su parte Paraguay ha comunicado en marzo cambios en la fecha de vacunación.
Agregan a través de un comunicado, que la vacuna de Fiebre Aftosa que se usa en Argentina, Brasil y Paraguay tuvo en su composición el virus A, O y C, en tanto Uruguay hace muchos años que dejó de integrar el virus C en su vacuna.
Brasil presenta enfermedades en su ganado bovino, ovino y equino, que son exóticas para Uruguay: Lengua Azul, Estomatitis vesicular, Prúrigo Lumbar, Scrapie, Encefalitis Equina, Fiebre del Nilo y Surra. Por su parte Argentina presenta en su territorio exóticas Enfermedad de Aujeszky, Lengua Azul, Maedi Visna, Fiebre del Nilo y Tripanosoma. Y Paraguay Lengua Azul.
Sostiene que los certificados sanitarios acordados con los países a los cuales exportamos carne, como ser Canadá, Chile, China, Corea, Israel, Japón, Estados Unidos, y Unión Europea, exigen que la misma provenga de animales nacidos y criados en el país.
En caso de importar, indican que debe encerrarse los animales previo al embarque en origen, identificarlos y proceder a realizar muestreos para descartar presencia de enfermedades y ectoparásitos, debiendo la autoridad sanitaria del país vendedor como el comprador certificar en origen, la situación sanitaria de los animales.
Además, en caso de importar, ese ganado no va a tener la caravana de trazabilidad habitual del ganado y no va a tener historia ni de nacimiento, ni de los propietarios ni lugares en los cuales se realizó su crianza y/o engorde.
En caso de importar ganado que no se destine a la exportación, ese ganado debe ser procesado en frigoríficos habilitados para consumo interno Categoría II, recorriendo buena parte de nuestro territorio y necesariamente deben tener un tiempo de descanso posterior al transporte y previo a la faena, que originaría establecimientos interdictos o vigilados a nivel nacional por la autoridad sanitaria, de difícil cobertura.
Uruguay tiene un sistema de control de residuos biológicos avalado por los países compradores de carne que no se equipara a los países de la región.
La importación de ganado en pie obligaría a un movimiento de camiones y personas provenientes de Brasil, país con alto porcentaje de casos positivos a COVID-19, lo que podría agravar en nuestro país el control de esta pandemia.
En el comunicado establecen que existen consideraciones de comercialización y económicas que resultarían en perjuicios para los productores nacionales.
La Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay hizo un llamado a la reflexión a las autoridades correspondientes de los riesgos que implica importar ganado en pie para nuestro sistema ganadero. Y expresa explícitamente que desde el punto de vista de la salud animal no cree conveniente permitir el ingreso de ganado en pie a nuestro territorio.
Solicita a la Comisión Nacional Honoraria de Salud Animal (Conahsa), una reunión para tratar este tema, en la cual cada una de las gremiales integrantes de la misma defina su posición.
El comunicado firmado por la presidente, doctora Margarita Miquelerena, y el secretario doctor Juan Carlos Alves, finaliza diciendo que la Sanidad Animal sigue siendo un patrimonio nacional, defendido, cuidado y respetado a ultranza por los productores, los servicios de sanidad animal y por la profesión veterinaria en su conjunto.