La profesora Carla Bernardoni, en el acto en que se recordó el centésimo nonagésimo quinto aniversario de la Declaratoria de la Independencia, el 25 de agosto de 1825, llamó a “reflexionar si los hechos responden al relato oficial”. Así lo dijo en plaza Artigas, ante un reducido grupo de personas por la emergencia sanitaria, entre ellos el intendente Mario Díaz, los diputados Nicolás Olivera y Juan Carlos Moreno, el presidente de la Junta Departamental Hermes Pastorini, el jefe de Policía, comisario general ( R) Eduar Alvez, el comandante del Batallón “General Leandro Gómez” de Infantería Mecanizado Nº 8, teniente coronel Gustavo Negrín, y el cónsul de Argentina, Nicolás Domingo.
Tras una presentación de la banda municipal, y que esta ejecutara el Himno Nacional y el Himno a Paysandú, Bernardoni hizo uso de la palabra, con un discurso que llamó a la reflexión ante investigaciones de profesionales historiadores, sobre el verdadero origen de la nacionalidad del país.
“En este año tan singular cobra fuerza la reinstalación del debate en torno a la celebración del 25 de agosto como fecha de nuestra independencia”, dijo al comienzo. Reafirmó que “el heroico proceso conocido como Cruzada Libertadora se inició en abril de 1825 y reunió a orientales, porteños, entrerrianos y hasta paraguayos”, cuando el gobierno provisorio anuló “los actos de conexión a la Provincia Oriental al Reino Unido de Portugal y al Imperio de Brasil. En la sesión de ese 25 de agosto los representantes electos aprobaron las leyes fundamentales”, de independencia, unión y pabellón tricolor.
LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN
Basándose en lo propuesto por el historiador nacido en Fray Bentos, Carlos Demasi, se preguntó luego: “¿Cuándo ha llegado el momento para que una comunidad decida conmemorar su aniversario? La recordación en común, como lo indica el sentido de la palabra, constituye parte de un relato en el que se vislumbra una línea imaginaria entre pasado, presente y futuro”.
Desde que “la historia se construye de memoria, las razones por las que algunos aniversarios son recordados mientras otros olvidados se instituyen desde un presente determinado y cuyo pasado se quiere recordar según razones precisas y propias de las circunstancias que rodean esa selección y buscan la construcción del futuro”, aseguró luego Bernardoni.
Se refirió posteriormente al origen del relato, que lo ubica “hacia los años veinte del siglo pasado, cuando el Uruguay se preparaba para la conmemoración del centenario de su independencia. Para ello el Parlamento en 1923 debió zanjar cuál sería la fecha para celebrarlo. La circunstancia se resolvió con dos conmemoraciones. Una resolución a la uruguaya; una en 1925 y otra en 1930. Esto revela las dificultades planteadas en lo que el historiador británico Eric Hobsbawm llamó la ‘invención de la tradición’”.
Aseguró más adelante que eso “forma parte de las complejidades que buscan así explicar sus orígenes en base a necesidades del presente”, desde que “el relato que orientó la construcción nacional tiene sentido hoy en 2020” aun cuando “muchos historiadores coinciden en que no marca un origen nacional”.
ORIGEN A PARTIR DE LA NEGOCIACIÓN
“La reedición del debate lleva a algunos historiadores como Leonardo Borges (brasileño) a afirmar que el origen no es heroico sino que nació de una negociación entre las Provincias Unidas, el Imperio del Brasil con Gran Bretaña en 1828”, subrayó más adelante Bernardoni, en una mañana más primaveral que invernal.
“¿Por qué se ocultó la ratificación de la convención preliminar de paz en octubre de 1828 y su relación con la independencia del actual país?”, preguntó luego. Siguiendo con la retórica cuestionó: “¿Se buscó olvidar que el país nació como invento inglés promovido por intereses estratégicos y comerciales?, ¿en qué espacio quedó el pedido de independencia pronunciado en el artículo 1 de las Instrucciones del año XIII?”.
“Mientras esas preguntas buscan respuestas, otros historiadores alegan que esos tratados forman parte de una larga construcción colectiva de identidad desde el inicio del proceso revolucionario”, aseguró antes de finalizar con una propuesta: “Los convoco a usar el pensamiento crítico para que cada uno de ustedes repiense entonces el tema de los orígenes, a casi 100 años de aquellas discusiones y debates que instauraron el 25 de agosto y el 18 de julio”, en la primera cuarta parte del siglo XX.