Esfuerzo comunitario permitió salvar la Escuela 37 “Puente de Guaviyú” tras incendio de 300 hectáreas

Durante más de seis horas, un grupo de aproximadamente 100 personas batalló contra las llamas que se apoderaron de una extensión de 300 hectáreas al norte del departamento en zona de palmares y cerca de la Escuela 37 “Puente de Guaviyú”. El mancomunado esfuerzo permitió cortar el avance del fuego a escasos seis metros del local educativo, cuya protección fue la tarea central a la que se abocó el equipo. El jefe de Bomberos del Destacamento de Salto, suboficial mayor Matías Alzúa, en cuya jurisdicción se registró el evento, agradeció con emoción la ayuda desinteresada de vecinos de la zona, entre ellos el alcalde de Quebracho (Mario Bandera), que colaboraron incesantemente poniendo maquinaria y esfuerzo a disposición.
Próximo a las 13.15 de la víspera, un llamado recibido por el 911 dio cuenta de un incendio a la altura del kilómetro 429 de la ruta 3. Al lugar arribó una dotación de Bomberos de Salto, compuesta por tres efectivos, que notaron que la situación se tornaría difícil de manejar, tomando en cuenta factores determinantes como el terreno, el viento con rachas de más de 50 km/h, temperaturas de casi 40° C y la seca existente, lo que propició el rápido avance de las llamas. Ante ese panorama, informaron al jefe que se trataba de un evento de características “en etapa de propagación ligera, el viento y el calor, más el combustible del material proporcionaban una propagación rápida”, dijo Alzúa a EL TELEGRAFO.
De inmediato, “desplazamos un móvil cisterna con 10.000 litros de agua” y llegando al lugar “tuvimos la suerte de que estaba toda la gente en una organización que es de destacar, haciendo tareas, poniéndose a la orden cuando ni nos conocíamos para trabajar en comunión. Y por ese trabajo bien realizado entre todos pudimos extinguirlo y salvar la escuelita”, dijo el jefe de Bomberos, sin ocultar su emoción al quebrarse su voz. El fuego, que parecía querer devorar todo a su camino, fue frenado a escasos seis metros del local educativo. “Le pusimos toda la fuerza y nos concentramos en la escuela”, agregó. Se sumó personal de la Comisaría Sexta de Quebracho, que cortó la ruta para que sacaran el ganado que estaba cerca del foco original y lo llevaran hacia el Este.

Comunidad solidaria

Los vecinos de la zona de Quebracho, que han venido siendo castigados por distintas circunstancias, tales como el foco activo de COVID-19 y su posterior cuarentena, no dudaron en ayudar. Salieron hacia el lugar en los vehículos que tuvieran a su alcance. Motos para arrear animales o avisar a otras personas, autos y camionetas con tarrinas llenas de agua fueron acercándose, así como maquinaria agrícola que se usó para realizar cortafuegos. Un camión cisterna del Municipio, con matrícula IIM 1090, con una carga de 18.000 litros se hizo presente con el alcalde Mario Bandera al volante, así como camiones cisterna de la forestal UPM.
“Se constató mucho daño, aunque aún no hemos podido dar por terminada la actuación”, dijo sobre las 21 el jefe Anzúa. “Hubo mucha afectación en la parte de campo, montes de eucaliptos, monte natural, los palmares. Fue bastante grande, estimamos unas 300 hectáreas afectadas en su totalidad”, agregó.
Respecto a las características del incendio, cuyo origen aún se desconoce, aunque no se descarta una posible quema que se salió de control, el jefe de Bomberos dijo que “hubo fuego en copa”. “Esto significa que no fue solo fuego rastrero, sino en copa de los árboles, lo que dificultó el trabajo. Nosotros hacíamos un camino cortafuego y por arriba no podíamos controlarlo. Pero se trabajó muy bien. Tuvimos la suerte de que con toda la gente supimos hacer una buena contención. Trabajamos en un ataque directo e indirecto, hicimos cortafuegos y contrafuego en lugares, ayudados por el viento”, dijo Anzúa.
Desde las 22, bomberos y policías de la Comisaría Sexta montaron guardia para detectar la eventual reactivación de algunos focos.