Desde las 12:09 pudo verse en la víspera el eclipse parcial de Sol –en ciertos lugares de Argentina y Chile fue total– que tuvo su fase máxima las 13:37, cuando la Luna cubrió el 78% del astro rey. Culminó a las 15:03.
Quienes estuvieron en gran parte de la Patagonia de Argentina y Chile tuvieron una platea preferencial para observarlo. En la franja donde se produjo la totalidad del eclipse, que tuvo un ancho de aproximadamente 90 kilómetros, el día se volvió noche, durante dos minutos y diez segundos, cuando la Luna cubrió por completo al Sol.
Este espectáculo astronómico sucedió por segunda vez consecutiva en la región, luego del que tuvo lugar el 2 de julio de 2019. Para que este fenómeno astronómico, que ocurre cada 18 meses en alguna parte del mundo (en 2022 ocurrirá en la Antártida), pueda ser visto nuevamente en los países de la región, habrá que esperar hasta 2048. Y para que ocurra exactamente en el mismo lugar, tienen que pasar 400 años. Una de las curiosidades que presentan los eclipses solares totales es que, según afirman los científicos, no serán por siempre. Debido a que la Luna se aleja todos los años 3,8 centímetros de la Tierra, dentro de un milenio la circunferencia lunar no llegará a tapar por completo el disco del Sol, por lo que en la Tierra no se podrán observar más los espectaculares eclipses solares totales.
En Paysandú, muchos sanduceros elevaron sus ojos al cielo, tomando las debidas precauciones, y muchos también tomaron fotografías. Así la cuenta de Instagram de EL TELEGRAFO recibió literalmente cientos de contribuciones de sus lectores, de las que cuales fueron publicadas algunas, aun cuando el agradecimiento es extensivo para todos los lectores que contribuyeron con sus fotografías.
En la Alianza Francesa, Joselo Pina utilizó telescopios con imagen proyectada para seguir el desarrollo del fenómeno natural.