El fútbol local cerró sus puertas sin que la temporada mayor pudiera disputarse por decisión de los clubes. El gran motivo fue el económico, teniendo en cuenta que no estaba todavía definida la posibilidad de contar con público en las canchas.
El año de la pandemia de coronavirus complicó todo. Pero también, hay que remarcarlo, quedaron demasiados aspectos por el camino más allá de lo estrictamente deportivo.
Así como quedó suspendida y a la espera de poder finalizar el año que comienza la temporada Sub 15 y el fútbol femenino, se decidió no comenzar con el campeonato Sub 18 . Pero quedaron temas importantes sin definición, y no adentro de la cancha. Uno de ellos es qué sucederá con los futbolistas. Mientras en OFI se establece que un jugador queda en libertad de acción después de no haber jugado dos años, en el fútbol sanducero la reglamentación dice que el futbolista queda libre en caso de que no juegue un año.
Y es lo que sucedió: en este 2020 se definió no jugar y, yendo a la letra fría, los jugadores quedan libres. ¿Cuál es el riesgo? No es precisamente que algún club del medio se refuerce. En todo caso, es que los jugadores terminen en el fútbol profesional y los clubes sanduceros con las manos vacías, sin poder hacer nada.
Dentro de la Liga, se habla de dos lecturas diferentes. Para algunos el tema tendrá solución, pero otros señalan que por más cambios reglamentarios que se establezcan para intentar subsanar la situación, se debe legislar hacia adelante y no de manera retroactiva.
Lo que es clarísimo, es que la Liga decidió cerrar sus puertas ante la situación que atraviesa el deporte y las restricciones sanitarias, sin que el tema estuviera laudado. Desde que los clubes decidieron no jugar en el fútbol mayor, el tema quedó ahí, estancado, sin que nadie apuntara a definir la situación para, al menos, tener en claro cómo se encarará ese aspecto el próximo año. Más allá de que para muchos se está frente a un situación excepcional, otros se aferran a los hechos: OFI habilitó la competencia, pero los clubes no quisieron jugar. Y nada establece en reglamentos y estatutos que la competencia debe jugarse con o sin público.
La gran pregunta es cómo se definirá el tema ahora, meses después de tomada la decisión de no jugar. Porque quizá, en aquel momento, se podría haber jugado una fecha de un campeonato que podría haberse postergado luego, lo que permitía al menos alcanzar una solución al dilema de la libertad de los futbolistas.
Más allá de que hay que recordar que en Sub 18 se establece que los años sin jugar deben ser dos para quedar libre, y que quedan exceptuados todos los jugadores que estuvieron a disposición de las selecciones, 2021 encontrará al fútbol local con un problema a resolver de entrada.
Y los futbolistas, ¿qué dicen? En la Mutual de Futbolistas Sanduceros la postura es clara: respetar lo acordado en su momento, que establece ese año sin jugar para quedar en libertad de acción.