“Cumplí un sueño, pero quiero cumplirlo del todo”

El plantel campeón de la Taça de Portugal, que va por el título mayor.

Volvió a Portugal, y volvió con todo. María Noel Ruba sumó su primer título en el vóleibol profesional en lares lusos, al quedarse con la Taça de Portugal, vistiendo la camiseta del Leixões SC, que sigue en la pelea por el título nacional.
“Volví al mismo club en el que estaba el año pasado, porque si bien la temporada había terminado antes por la pandemia, no fue del todo buena. Así que quise revancha”, remarcó en contacto con EL TELEGRAFO. Y vaya si la tuvo.
“Quise renovar para tener una nueva oportunidad y cumplir los objetivos que me había trazado. Así que estuve en Uruguay cinco meses, hasta el 17 de agosto de 2020, y estoy nuevamente en Portugal, en un equipo gigante en todos los aspectos, tanto deportivo como de personas, porque siento que tengo una familia de 17 jugadores y seis más del cuerpo técnico”, remarcó.
Ruba disfruta de su presente, pero sobre todo del que atraviesa el equipo y el club.
No la pasó bien el año pasado, cuando se desató la pandemia, que incluso la amenazó con quedarse en Portugal y no poder retornar a Paysandú. Pero finalmente pudo cruzar el gran charco.
Por lo pronto, el haber ganado la Taça de Portugal le reserva un lugar especial dentro del club, teniendo en cuenta que hacía 32 años que no se ganaba este torneo que se disputó de manera paralela al Nacional, para el que ayer el equipo se clasificó finalista.
La jugadora sanducera toca el cielo con las manos. “Es increíble lo que estoy viviendo y me atrevo a decir que jamás los volveré a vivir”, aseguró, y destaca el hecho de que “nunca en estos cuatro meses hubo algún tipo de discusión entre jugadoras, staff… nada de verdad”.
Repasando esta nueva experiencia, Ruba afirmó que “a nivel deportivo no hay ni una que no esté dispuesta para entrenar, dejamos todo en cada entrenamiento y desde el día uno de la pretemporada teníamos los objetivos muy claros y los seguimos teniendo.
Es un grupo que no deja caer a nadie , la carreta la tiramos todos”. Recordó que hubo momentos complicados, “con muchas piedras en el camino”, que se fueron sorteando. Incluyendo “mi lesión del tobillo, que me dejó afuera de competición durante casi dos meses”.
La respuesta del grupo, más allá del lógico nivel individual, es la clave de esta realidad deportiva. Y Ruba no quiere dejar de repasar lo sucedido con la capitana, “pero capitana con todas las letras, nuestra gran Juliana, dentro y fuera de la cancha un ejemplo a seguir, que infelizmente se lesionó su rodilla, con rotura de ligamentos y se terminó la temporada para ella. Pero si bien se pensaba que pasaría por quirófano, es tan musculada y fuerte que no fue necesario y retornó a entrenar con nosotros, con su rodilla sin ligamentos”. Ruba reconoce que está feliz. Y lo repite una y otra vez. Pero no se conforma y quiere un poco más, al igual que el resto del equipo.
Ayer, por lo pronto, se selló el pasaje a la definición del Campeonato Nacional Elite, al superar las semifinales.
“El haber logrado la Taça de Portugal, que se jugó de manera paralela al Nacional, es uno de mis grandes sueños. Pero espero cumplirlo del todo con dos títulos”, aseguró. El Nacional, que comenzó en marzo, disputó sus dos etapas para luego jugar los playoffs semifinales, dejando por el camino al Sporting de Lisboa, ante el que el Leixões SC se impuso al mejor de cinco pleitos. Y ahora vendrán las finales, también a cinco partidos.

A la línea final, a preparar el saque buscando un nuevo punto.

“El sábado comenzamos con la primera final ante el AJM Porto. ¡Gracias a Dios estamos en la final!”, contó. Queda poco para el cierre de la temporada, y en el club todos quieren entrar en la historia grande de la institución.
“Fueron siete meses duros, porque la pandemia estuvo entre nosotros y por momentos, en medio de la competencia, tuvimos que parar a hacer cuarentena por casos de coronavirus en el equipo, o por positivos de hermanos o amigos. Y parar 14 días es mucho para un equipo que necesita ritmo, sin hacer énfasis en las lesiones que pueden aparecer por estos parates, porque la competición nunca paró”, recordó.
Ruba reconoce que a lo largo de esta temporada extraña pero dulce en lo deportivo, “supimos superar muchas adversidades, y hoy estar disputando los primeros lugares es increíble”. Pero recuerda otra vez que “acá nadie camina solo, porque tenemos claro que ninguno llega a ningún lado en soledad”, y destaca que “tenemos un equipo técnico increíble desde el preparador físico, nutricionista, estadista, hasta los entrenadores principales”.
Pase lo que pase con la definición del Nacional, Ruba se siente satisfecha. Aunque sin dudas con ese fuego interno que la llevará a pelear, junto a sus compañeras, por el título grande.
“Estoy inmensamente agradecida de todo el apoyo que recibí de muchas personas de ahí de Uruguay, todos se hacen presentes de alguna forma, ya sea a través de mensajes, videos, historias en Instagram y eso es reconfortante”, dice.
Lógicamente que se acuna en el respaldo de la familia, pero reconoce que “nunca en mi vida pensé que iba a recibir tanto cariño”. “Gracias a todos de verdad y si tienen un sueño no desistan nunca nunca. Por más jugadores y jugadoras de voley, por más sueños por cumplir. Abran sus alas y vuelen: no saben lo que les espera en ese vuelo, pero no tengan miedo”, remató.
Ayer fue el último partido de la serie semifinal, y fue con éxito. Con un rotundo 3 a 0 se selló el pasaje a la gran final, ante el AJM Porto, que seguramente la tendrá complicadísima ante este grupo que sigue haciendo historia y no quiere renar. Hoy será tiempo de disfrutar de una jornada libre. Y desde mañana, de poner el corazón en cada pelota pensando en la primera final del sábado.