Los productores agropecuarios saben que estar arriba de las majadas, permitirá controlar los problemas sanitarios, mejorar el estado corporal y lograr una mejor rentabilidad. Para eso, los técnicos del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) recorren durante la semana diversos establecimientos para efectuar trabajos en los predios.
Por ejemplo, días atrás en el departamento de Paysandú, se realizó el tatuaje MO en un criador de la raza Corriedale. De acuerdo a lo compartido en un grupo de WhatsApp por parte del ingeniero agrónomo José Aguerre, el productor utiliza carneros padres para su plantel elegidos con datos de EPD, buscando afinar pero manteniendo un buen ingreso por carne ovina.
En ese sentido tiene una señalada de 102% y vende los corderos con 43 kilos en planta, logrando aproximadamente 70 dólares por cada cordero. Tiene 0.9 ovejas encarneradas por hectárea, siendo el ingreso de carne más lana de U$S 84 por oveja encarnerada. “El negocio es bueno aun con precios moderados para su lana”, observa el técnico. Agregando que este año utilizará ecografía, buscando mejorar la señalada aún más.
En otro establecimiento de Paysandú, en la zona de Paso del Parque, se inició el plan de control y erradicación de Pietin. Entiende que el productor está “convencido de las pérdidas producidas por esta enfermedad, acepta el desafío de controlarla y erradicarla con el Plan de Control y Erradicación SUL”, subrayando Aguerre que “más salud animal, más bienestar animal, más producción”.
En el departamento de Durazno, se realizó el tatuaje MO en borregas de dientes Corriedale. Sistema ciclo completo y doble encarnerada: en marzo con cruzamiento terminal y en abril para generar la reposición. Las borregas no seleccionadas y aptas reproductivamente, son la reposición de la majada para cruzamiento terminal.
El peso individual es mayor a 40 kilos. “Se trata de un establecimiento donde la producción de carne es el principal ingreso por el rubro, con 1 ovino por hectárea, donde la buena señalada (120% promedio de los últimos 10 años) y rápida invernada, apoyada en pasturas sembradas, permite que el rubro ovino complemente muy bien la producción vacuna”, indica Aguerre.
Lombritest
El profesional que trabaja en el departamento de Tacuarembó, hizo referencia en la publicación al Lombritest. “Es una técnica de campo y laboratorio que permite determinar el grado de eficacia de los diferentes grupos químicos (‘tomas’) en cada establecimiento”, dijo.
Y enfatizó que el otoño “es un buen momento para realizarlo. El correcto diagnóstico de la carga parasitaria y la adecuada selección de las drogas a aplicar, son fundamentales para el tratamiento y control de las parasitosis internas”, indicó el profesional.
