El edil departamental por el Partido Nacional Marcelo Tortorella reclamó al Frente Amplio “que presente de una vez cuales son las medidas concretas para reducir la movilidad y evitar la propagación de la COVID-19”.
“Desde hace tiempo –agregó Tortorella– venimos escuchando con insistencia esa misma cantinela pero nunca el Frente Amplio planteó soluciones concretas. Siguen divagando, generando confusión en lugar de mantener una actitud patriótica y responsable”.
Puso como ejemplo lo ocurrido “hace pocas horas en la Cámara de Diputados cuando se aprobó el proyecto de ley que penaliza a quienes violen medidas sanitarias, modificando el artículo 224 del Código Penal. Sin embargo esta iniciativa no fue respaldada por el Frente Amplio. Por eso el planteo de Guigou no es creíble porque por un lado reclama la restricción de la movilidad de la ciudadanía y por otro lado el partido al que pertenece no vota una modificación del Código Penal que justamente busca penalizar a quienes violen las disposiciones sanitarias”.
“No sé cuáles son las medidas que estará pensando Guigou y los integrantes de la cúpula del Frente Amplio. Me pregunto, de verdad, si no estarán pensando en promover que se adopten medidas prontas de seguridad. Pues, a sacarse la careta y decirlo. Porque la única forma de restringir la movilidad es mediante la aplicación de medidas prontas de seguridad, que son poderes de emergencia que se deben tomar con la anuencia del Poder Legislativo siendo esta la única forma de suspender transitoriamente las libertades individuales. Sí lo que quiere el Frente Amplio es que se decrete el estado de excepción en el Uruguay, con suspensión de las libertades, que lo digan claramente y no hagan con eufemismos. Y que se haga responsable de ser el promotor de suprimir la libertad del individuo”, dijo más adelante Marcelo Tortorella.
Para el edil del Partido Nacional “la estrategia del Frente Amplio de un tiempo a esta parte, es realizar un bombardeo constante de reclamos sin sentido hacia el gobierno nacional y departamental, para que se los convoque. Piden y ruegan porque se los llame a conversar”.
“Pero lo que dicen no lo refuerzan con acciones –dijo más adelante– porque aunque para dialogar no es necesario estar de acuerdo con cada cosa que hace el gobierno, la hostilidad política permanente de esa fuerza, denota que en el fondo hace fuerza para no dialogar. Lo que realmente demuestran es que no quieren dialogar. Lo que quieren en realidad es obligar al gobierno a que cambie su agenda”.
“Pero esto no funciona así, porque no se puede pedir diálogo y a la misma vez tirar piedras todo el tiempo. No terminan de darse cuenta que hubo una elección que cambió las cosas y que ahora le ha tocado conducir los destinos del país y del departamento a otros gobernantes que no responden a la ideología frenteamplista. Quienes hoy lideran el gobierno representan propuestas distintas porque ven la realidad de otra manera. El Frente Amplio tuvo su oportunidad, hicieron lo que entendían que debían hacer, pero ahora el turno de la conducción del Uruguay es del Partido Nacional porque así lo quiso el pueblo. ¿Por qué les cuesta tanto entenderlo?”, culminó Marcelo Tortorella.
