El primer objetivo está cumplido. Yendo de menos a más en el Grupo A de la Copa América, Uruguay terminó su participación en la serie con un triunfo claro ante Paraguay, pero corto en cifras, para clasificar como segundo a cuartos de final, y tener como próximo rival a Colombia, el próximo sábado.
Y gana además un poco de oxígeno al tener un día más de descanso. Los celestes plantearon variantes para el compromiso, más allá de que en cuanto a nombres se decidió la presencia de Suárez en el banco, pensando en que el delantero se recuperara del trajín.
El cambio más notorio fue cómo inició la tarea táctica, con un solo delantero pero sumando hombres por detrás de Cavani. Nandez continuó en el lateral derecho, subiendo de manera permanente; metros más arriba Bentancur y Vecino, y por delante de ellos Valverde, De Arrascaeta y De la Cruz, que jugó un gran partido. Y arriba, Cavani. Uruguay sorprendió desde el inicio. De Arrascaeta definió pero se encontró con el caño, pero el equipo le puso movilidad y ritmo al partido, hasta que Cavani transformó en gol un penal sobre Nández, que se metió en el área.
La Celeste era más. Cavani volvió a azotar el arco rival, definió cruzado y De Arrascaeta no llegó de milagro ante Alderete, que cerró al córner. El equipo de Tabárez sorprendía ante un rival que no respondía y que, de yapa, se quedaba sin Almirón por lesión.
Para el complemento, comenzaron a llegar los cambios. Godín dejó la cancha sentido en la rodilla, y fue Paraguay el que intentó dominar durante unos minutos, sin suerte. Uruguay, que movió piezas y nombres, volvió a generar cuando los ingresados Torres y Suárez se encontraron cerca del área. Incluso un par de ocasiones más de liquidar el partido se desperdiciaron, hasta que Paraguay llegó por primera vez con peligro cuando se iba el partido.
La Celeste mostró buena cara, fue más, se quedó corto en cifras. Ahora descansará pensando en el primer mano a mano copero.
