Bomberos recibió equipamiento gestionado por uruguayos desde Estados Unidos

Los bomberos voluntarios junto a los equipos que llegaron a Paysandú.

El destacamento de Bomberos de Paysandú recibió equipamiento especial donado por la Fundación 911 de Estados Unidos, donde se destacan equipos de protección respiratoria, una cámara infrarroja y un pequeño sonar, a lo que se agregaron algunos otros elementos comprados por la Dirección Nacional de Bomberos.
Una delegación encabezada por el director nacional, comisario general y técnico prevencionista Ricardo Riaño Eguren, entregó en el destacamento, al mando del oficial ayudante Manuel Islas, el refuerzo de equipos, que servirán también para dotar a los Bomberos Voluntarios de mejores condiciones de trabajo.
“Entregamos el equipamiento que vino donado de la fundación 911 de Estados Unidos con el trabajo de la oenegé Ensueño Lubolo, que son uruguayos que están trabajando arduamente para conseguir equipos de donación para Uruguay, no solamente de bomberos, sino también equipos para hospitales como camas, sillas de ruedas, material ortopédico, que envían en contenedores que llegan asiduamente al país, sin costo alguno”, dijo Riaño, detallando que esos equipamientos se distribuyen “a las instituciones que lo requieren, es un apoyo social muy importante para el país y para nosotros bomberos, indudablemente, ya que son materiales de tecnología bastante avanzada y si bien son usados, están en muy buenas condiciones”.
En este caso, “los estamos entregando a los grupos que están ubicados en el litoral oeste del país, que es la zona donde más tenemos voluntariado, pero pretendemos que esto se multiplique al resto del país, como un ejemplo para continuar trabajando, porque el voluntariado nos da resultados importantísimos a la hora del recurso humano que representa las dotaciones nuestras, que son a veces un poco básicas o reducidas”. Dijo que de esta manera permite contar “con una dotación y con el voluntariado tener personal de refuerzo para poder responder a más de una intervención a la vez, como sucede asiduamente en el verano, cuando tienen que trasladarse fuera del casco urbano de la ciudad y que el personal está abocado a tareas de incendios de campo o incendios forestales” lo que motiva “que muchas veces nos quedemos sin personal para una respuesta inmediata en la ciudad. Complementando con el voluntariado, podemos hacer que contemos con vehículos y dotaciones un poquito más potenciadas en esa materia, para poder resolver esta situación de múltiples respuestas a situaciones de emergencia que se puedan suscitar”.

HAY 47 BOMBEROS VOLUNTARIOS EN EL PAÍS

En cuanto a la cantidad de bomberos voluntarios que tiene la Dirección, dijo que en la zona del litoral “tenemos en Paysandú entre 8 y 10 voluntarios que están integrados, tenemos 16 voluntarios en Young y en Salto tenemos aproximadamente unos 18 o 20 voluntarios, y también en Fray Bentos. En Rocha tenemos dos voluntarios”. Afirmó que son 47 voluntarios, lo que “es un número bastante importante y que se va incrementando poco a poco, porque la misma ciudadanía se va uniendo a los grupos”.
Además, “muchas localidades pequeñas nos han solicitado, principalmente donde no existen servicio de bomberos estatales, la posibilidad de crear grupos de voluntarios de primera respuesta, que aunque no tengan destacamento de bomberos local, van a estar asociados al destacamento más próximo y, de esa manera, nos permite realizar una correcta supervisión, organización y dirigir un poco a esos ciudadanos que quieren integrarse como un sistema de autoprotección para la localidad a la que pertenecen, y es muy importante porque de esa manera y con los equipos que nosotros le podemos proporcionar, que vienen en forma gratuita desde Estados Unidos, conjugar grupos de trabajo que, por lo menos hagan la diferencia entre una respuesta a largo tiempo y una respuesta inmediata ante situaciones de incendio”.
Específicamente sobre la donación que trajeron a Paysandú, reforzada con algunos materiales comprados por la Dirección Nacional de Bomberos, dijo que son “equipos de protección personal como cascos, sacos, pantalones y botas; también piezas de manguera, equipos de protección respiratoria y una cámara térmica, que tiene un alto valor y que permite identificar cuerpos o personas o posibles víctimas en una condición de incendio. Porque esa cámara lo que detecta es justamente el calor de la persona o detecta, con sistema infrarrojo, la ubicación del cuerpo en un ambiente totalmente inundado de humo. Eso nos facilita las tareas de rescate y la participación de bomberos y el desarrollo de las actividades de salvamento en todo ese tipo de situaciones”. Otros equipos son “para rescate en accidente vehicular, sogas y otros implementos manuales que también van a facilitar mucho la tarea en rescates y otro tipo de salvamentos”.
Otro de los equipos donados es un pequeño “sonar”, que puede detectar movimiento detrás de una pared, o incluso para casos de derrumbes.

PRUEBAN CÁMARAS QUE DETECTAN INCENDIOS

Los veranos de los últimos años se caracterizaron por importantes incendios de montes de eucaliptus, pinos y algunos autóctonos, particularmente en la costa del Río de la Plata. El director nacional de Bomberos, dijo que “para este verano tenemos implementado un sistema que va a complementar lo que hicimos el año pasado, más allá de todo el apoyo hídrico con cisternas, vehículos y personal que se distribuyó en toda la zona costera y también acá en el norte, porque acá también se envió personal zafral, tanto a Paysandú como a Salto”.
Adelantó que ese complemento es “un sistema de cámaras térmicas que venimos trabajando con empresas privadas que nos van a proporcionar la posibilidad de colocar esas cámaras en puntos elevados de terrenos de la costa, y tendremos una detección temprana de cualquier situación de humo o presencia de calor. Son cámaras de alta tecnología que nos permiten, conectadas por un sistema digital a una central, poder en forma temprana detectar cualquier foco que se pudiera generar”. Una de estas cámaras está instalada en el Cerro del Toro, en Piriápolis, y “estamos chequeando, tienen muy buen resultado y apuntamos a que también conjuntamente con el Sinae, seguir trabajando en los cortafuegos que elaboramos el año pasado y estamos incluyendo más cortafuegos para mejorarlos y que cualquier incendio forestal que se suscite se vea imposibilitado de desarrollarse, dado que los cortafuegos son una limitante artificial para cualquier avance de incendio”.
Afirmó que “vamos a trabajar mucho la prevención, ahora estamos trabajando con la capacitación y el entrenamiento de las personas que están en las zonas balnearias como hicimos el año pasado, y cualquier situación inadecuada que ellos puedan detectar lo avisan a través de comunicaciones vía WhatsApp. Son lo que llamamos ‘vecinos alerta’ que nos dan un aviso temprano de cualquier acción humana incorrecta que se pueden detectar, como quemas con fines de limpieza u otros que en el verano está totalmente prohibido”.

UNAS 23 PERSONAS MURIERON POR INCENDIOS

En cuanto a los incendios que se registran en esta época, muchas veces en casas precarias y debido al uso de estufas, dijo que “tenemos un número importante de personas fallecidas a causa de elementos de calefacción, andamos en el entorno de las 9 o 10 víctimas fatales. Y desde marzo hasta ahora por causa de incendio en hogares tipo casa de familia, tenemos unas 23 personas fallecidas, pero específicamente por elementos de calefacción son 9 o 10. En los años 2018, 2019 y 2020 tuvimos un número de 49 fallecidos”.
El jerarca se mostró optimista en cuanto “esperemos que con las campañas publicitarias y de prevención que hemos venido pregonando y que a través de Unicom, la unidad de comunicación del Ministerio del Interior vamos a divulgar videos y recomendaciones para ser más gráficos a la hora de determinar a la ciudadanía todas las prevenciones que tienen que tener en el manejo de los equipos de calefacción. Es muy importante porque hemos visto que muchos de los orígenes son causados por imprudencias humanas, negligencias y errores que se pueden prevenir”.
Dijo por ejemplo que hay casos de fallecimientos “que están vinculados a la utilización de acelerantes para alimentar un fuego en una estufa a leña”, por ejemplo nafta o queroseno.