Las complicaciones de las enfermedades vasculares consecuencia de la aterosclerosis (que comienza en la niñez) constituyen la principal causa de mortalidad en Uruguay.
La DP es la elevación patológica de las concentraciones plasmáticas de colesterol, triglicéridos (TG) o ambos, o una disminución del colesterol asociado a HDL, que contribuyen al desarrollo de aterosclerosis. En nuestro país la prevalencia de niveles elevados de colesterol entre 25 y 64 años se ubica entre un 20 al 35 %.
Clasificación de las DP
Según qué fracción está aumentada en el perfil lipídico: colesterol o TG, o ambas.
Según la causa: primaria, genética.
Son mutaciones de genes únicos o múltiples que conducen al aumento de la producción o la eliminación defectuosa de triglicéridos y colesterol LDL.
- Secundarias (95 %)
- Ingesta excesiva de calorías totales, grasas trans y saturadas.
- Diabetes mellitus.
- Consumo de alcohol.
- Enfermedad renal crónica.
- Hipotiroidismo.
- Sobrepeso, obesidad, sedentarismo.
- Fármacos: estrógenos, progestágenos, corticoides, anabólicos.
- Tabaquismo, HIV.
- Estrés.
- Horas insuficiente de sueño (normal 6 a 8 horas)
- Síntomas de DP
- Asíntomática en sí misma, salvo por las complicaciones que provoca (ACV, infarto de miocardio)
- Pancreatitis aguda, con TG muy elevados, mayor de 500 mgr/dl.
- Depósitos de colesterol en piel (xantomas)
Diagnóstico
¿Cuándo solicitar el estudio de DP?
Hombres mayores de 40 años, mujeres postmenopáusicas o a cualquier edad si existe riesgo cardiovascular: Hipertensión, diabetes, tabaquismo, obesidad, enfermedad renal crónica, antecedente de muerte prematura cardiovascular, enfermedad autoinmune, VIH, EPOC.
Se valorará: lípidos en el suero; valoración hepática, renal, tiroidea y orina; pesquisa de causa secundaria.
Tratamiento
Higienico-dietético: ingerir menor cantidad de grasas saturadas; aumentar la proporción de fibra dietética e hidratos de carbono complejos; mantener el peso corporal ideal; no ingerir alcohol; incoporar actividad física; no fumar.
Fármacos
El tratamiento con fármacos debe ser individualizado, dependiendo del tipo de dislipemia, comorbilidades asociadas, riesgo de presentar un evento vascular y la preferencia del paciente.
Conclusión
Para prevenir la DP es vital incluir la promoción de hábitos saludables desde la infancia, así como de la actividad física.
