Los penales despidieron a Uruguay de la Copa América

La locura fue generalizada. El envión del Mundial permitió que la gente soñara, y el equipo respondió. Fue en los penales donde se definió casi todo, ante Argentina, en cuartos de final. Después, el triunfo ante Perú y la final ante Paraguay.
Aquel 2011 está lejos. Van cuatro ediciones de la Copa América en la que Uruguay no puede alcanzar las semifinales. Y desde aquella consagración en Argentina, cuando se eliminó al dueño de casa, los penales han sido un dolor de cabeza para la Celeste.

Y anoche no fue la excepción. Fue un empate sin goles ante Colombia, que terminó por sellar su clasificación a las semifinales en los penales, en los que se impuso por 4 a 2 luego de que primero Giménez y luego Viña vieran como el golero Ospina se transformaba en figura de la definición.
La selección de Oscar Tabárez estuvo lejos de ser la que mostró su buena cara ante Paraguay en el último partido del Grupo A. El equipo sufrió demasiado, incluso pareció quedarse sin piernas promediando el complemento.
El DT tampoco atinó a darle aire, más allá de que el ingreso de Torres intentó aportarle un poco de vértigo a un Uruguay que se mostró insípido, sin la incidencia de De Arrascaeta en el juego ofensivo, y con errores defensivos que pudieron pagarse caros.
No hubo caso en el primer tiempo. Nández fue el que, del lado de los celestes, intentó apretar el acelerador con sus subidas, pero la realidad es que faltaron las jugadas de gol.
Eso sí: iban 16 minutos cuando Godín la perdió al querer salir jugando y Colombia no lo aprovechó. Y ya sobre el final los cafeteros tuvieron una ocasión enorme, que salvó primero Muslera y que luego terminó por desperdiciarla Murillo mandando la pelota afuera.

Para el complemento los celestes parecieron despertar. Y para ello tuvo mucho que ver Valverde, que creció sensiblemente en la cancha.
Fueron los mejores 15 minutos de Uruguay, que parecía podía llegar a la apertura. Pero la superioridad no pudo traducirse en el arco contrario.
Tabárez movió el banco. Era cantado el ingreso de Torres por un De Arrascaeta que no tuvo la misma presencia que en el partido anterior, y además sacó a Valverde para reacomodar el equipo, aunque no se entendió la variante.
Uruguay ya no atinó a presionar arriba, se fue diluyendo y para colmo las piernas no pudieron responder. ¿Los de arriba? Sin juego para ellos, poco pudieron pesar, aunque del otro lado Colombia tuvo un par de ocasiones como para torcer las cosas a su favor.

Pero todo se resumió en los penales. Colombia fue eficiente, y los dos defensores celestes vieron cómo se consumía la expectativa en las manos de Ospina.
Así, una nueva Copa América quedó por el camino. Aquel 2011 parece muy lejano en el tiempo. Tras la obtención de aquella 15ª Copa América para Uruguay, las cosas se tornaron difíciles. Pese a contar con una generación de jugadores importante, que marcaron historia para el fútbol celeste.
Ayer, muchos jugaron su último torneo continental. Y pese a la expectativa, se quedaron con las manos vacías.
Ahora habrá que pasar raya y tomarse revancha: clasificar al Mundial 2022.