Productor clasifica vellones de majada con finura de 16,8 micras con destino a Italia

A todo ritmo se desarrolla la preparto, aprovechando días de buen clima.

El pasado martes 6 comenzó a realizarse la esquila preparto en el establecimiento “Cerro del Bombero” que administra el ingeniero agrónomo Juan Bazzano De León en la zona de Merinos, departamento de Paysandú. “Estamos con bastante trabajo porque clasificamos por diámetro –por rango de finura– y se enfarda en forma diferencial, además de pasarse oveja por oveja, porque se ven los vellones AA, que es la lana que se exporta a Italia”, informó. Aclaró también que “no se puede realizar con mucha antelación de la esquila, porque son muchos lotes que hay que hacer”.

Lo que se pide “es un tipo de rizo bien definido, muy apretado y no todas las ovejas lo tienen y se debe mirar todo el vellón, porque hay animales que lo tienen en una parte del vellón y otras no”, explicó el productor a EL TELEGRAFO. Esto ocurre “porque se busca el rizado para determinadas prendas de vestir que tengan esas características, para una mejor calidad del producto final”, dijo.

Indicó que al juntar la majada, lo primero que se hace “es identificar los animales de acuerdo al diámetro; de acuerdo a los rangos que tenemos en el establecimiento: medio, fino y má grueso que son por color de caravana, y dentro de esos rangos individualizamos los animales que tienen esas características de rizos que es lo que nos piden”.

En el año 2020, el lote promedio del grueso de la majada dio 16,8 micras. La borregada está en el entorno de 16 micras y animales adultos 17, “en tanto tenemos una caponada que son animales de mayor diámetro que oscilan entre los 18 y 18,5 micras”.

En cuanto a las exigencias para enviar su lana al mercado italiano –lo ha hecho en los últimos años–, señaló que “deben estar bien acondicionadas, en calidad y clasificación, buscando un diámetro de hasta 19 micras”.

Respecto a los cambios de infraestructura o metodología de trabajo para colocar sus lanas en el exterior, “este año en particular se solicitó un mayor desborde del vellón, por el tipo de producto que necesitan para trabajar, además de separar vellones que fueran un poco más ‘cremosos’, lo que determinó que se tuviera que agregar más personas a la máquina de esquila”.

En tanto “por voluntad nuestra”, comentó que “habitualmente se estaba enfardando con dos alambres, y como el producto va directo como sale de la estancia, decidimos incorporar una bolsa de mejor calidad a costo nuestro, y el agregado de poco más de alambre para que el fardo quede lo más intacto posible”. Y agregó que “también incorporamos una segunda pesada de los fardos, porque habitualmente se utiliza la balanza que está dentro de la prensa, y permanentemente se está haciendo fuerza, lo que a veces genera una diferencia de peso, entre el fardo que sale y lo que se carga para la venta. En definitiva, el peso que importa es el de la balanza que está fuera de la prensa” y es lo que se agregó en Cerro del Bombero.

El productor explicó que “este año el clima para la oveja vino espectacular, porque estuvo seco y la calidad que se ve de los vellones que salen es excelente. Cuando se tiran arriba de la mesa para el acondicionado “se ven espectaculares”. Acotó que “no hubo gran cantidad de lluvias y eso ayuda a la oveja, además de que la propia sequía lleva a los animales a que sanitariamente estén muy bien”.

ecografía

Realizada la ecografía a la majada “tuvimos un 94% de preñez en la majada, con un 26% de mellizos, lo que es la prueba que para las ovejas el clima estuvo espectacular”, señaló Bazzano.

Aclaró que en el establecimiento “no buscamos melliceras”. Puntualizó que “es un desafío muy importante que tenemos por delante, porque por ejemplo el año pasado se nos transformó en una complicación a causa del temporal que tuvimos entre el 27 de agosto y 3 de setiembre que nos causó una alta mortandad”.

parideras

Este año se incorporaron parideras, “realizándose una infraestructura cerca de la casa para tratar de salvar la mayor cantidad de corderos ante una eventualidad climática similar a la del año pasado”.

Recordó que el año pasado se incorporó a la generación de datos, que “la majada del plantel pariera cerca de las casas porque teníamos que identificar a los corderos. La limitante que tuvimos en oportunidad de tener las ovejas encerradas, fue que no sabían comer, y eso lo pudimos solucionar”.

Eso llevó a ver la importancia de que la oveja sepa comer para poder dejarlos encerrados. “Por tal motivo conseguimos lupino, que es un grano con alto contenido de proteína, además de tener fibra y energía. Hoy estamos enseñando a comer a las melliceras, para que tengan un espacio reducido con comida y agua, lo que nos permitirá salvaguardar la oveja y el cordero”.

Además, en el predio ya están identificadas “las ovejas que van a parir en forma temprana, media o tardía. La idea es lotear esos animales y tenerlo cerca de las casas, para aprovechar la infraestructura armada”, finalizó el administrador de “Cerro del Bombero”.