Lamentablemente, desde hace más de un año nuestro país está atravesando la pandemia del COVID.
Paysandú no ha sido ajeno a ello y terriblemente ha visto partir a muchos de sus hijos.
Esta enfermedad nos ha golpeado fuertemente y en este último lapso de tiempo debimos sepultar a 2 o 3 personas por día producto de la muerte por COVID.
Indudablemente que esto ha traído consecuencias nefastas para la sociedad y ha afectado a muchísimas familias.
Desde el dolor de perder un ser querido cada grupo familiar debió cumplir con los protocolos al momento del último adiós.
Entre ellos está el tema de la no realización de velatorios y la cremación o inhumación en tierra únicamente.
Para mucha gente, hacer el sacrificio de pagar una cremación y para otros resignarse a la sepultura en tierra ha sido un tema difícil.
No sólo quienes murieron por COVID sino también aquellos que antes de tener un resultado PCR partieron de esta tierra.
Un asunto complejo desde lo sentimental y moral para la familia. Pero también, para lo que implican los espacios en el propio cementerio central.
Entonces, a instancias del Sr. Intendente Departamental, Dr. Nicolás Olivera, se solicitó cambiar la normativa vigente que data del año 1940.
Lo que se modificó fue el artículo 23 que mediante decreto 8220/2021 quedó redactado de la siguiente forma: “Art. 23: Los fallecidos de algunas de las enfermedades infectocontagiosas, especificadas en el Reglamento técnico sobre manejo de cadáveres de personas fallecidas a consecuencia de agentes infecciosos (Decreto 435/2005), no podrán ser sepultados en nichos o panteones, deberán ser inhumados en tierra a un metro y cincuenta centímetros de profundidad.
Exceptúese de lo anteriormente establecido a los fallecidos por COVID-19, los que podrán ser inhumados o cremados como los cadáveres de los fallecidos por enfermedades no infectocontagiosas, sin obligatoriedad de hacerlo en tierra”.
La Junta Departamental está para legislar y eso fue lo que hizo: cambiar la normativa para las sepulturas en casos en los cuales la causa de muerte sea C (COVID).
A través del trabajo de la Comisión de Higiene y Medio Ambiente se estableció que quienes resulten fallecidos por COVID podrán ser sepultados en nichos o panteones dejando de ser obligatoria la sepultura en tierra.
Esto se debe a la seguridad que brindan las bolsas plásticas especiales destinadas a la colocación del cuerpo mediante lo cual el virus no se esparce.
Para muchas familias esta situación de profunda tristeza, al menos se verá menguada por la no obligatoriedad de llevar al ser querido a tierra.
Aquí se destaca el derecho humano de morir con dignidad.
Edil Adriana Uría
Partido Nacional
