En la hora y de cabeza, Uruguay dio el salto en la tabla

Nández mandó el centro y Pereiro ingresó en el medio del arco para cabecear y darle la victoria a Uruguay.

Estaba visto: Ecuador daría batalla. La historia era otra totalmente diferente a la que se vivió hace pocos días frente a Bolivia. Si alguien pensó que Uruguay iba a florearse ante los ecuatorianos en el Campeón del Siglo, como sucedió ante los del altiplano, estaba equivocado. Y el trámite mismo del partido lo dejó en claro.
Es que mientras ante Bolivia se generaron muchas opciones de gol, y se concretaron cuatro, anoche y por la décima fecha de las eliminatorias Uruguay no pudo generar una sola ocasión clara de gol en la primera parte.

Tan complicado fue el trámite que Uruguay terminó festejando en la hora, cuando iba poco más de un minuto de descuento, y con un cabezazo de Pereiro.
Y sí, es cierto: ganó a la uruguaya. Pero fue complicado, como era de esperar. Porque Ecuador la tuvo clara, y su libreto indicaba que había que no dejar espacios, presionar y mantenerse firmes atrás.

Entonces Bentancur ya no era efectivo, y Valverde no la encontraba. Y así, Brian Rodríguez esperaba arriba a que alguien se inspirara, mientras era presionado de cerca por la defensa. Tan es así que Uruguay no pudo generar nada. Lo más cerca fue una jugada que fue anulada por fuera de juego.
Eso sí, tampoco Ecuador se decidía a mirar el arco rival: le alcanzaba con mantener a raya al dueño de casa, y ahí estaba su negocio, sabiendo que un empate le permitiría mantenerse en la tercera posición de la tabla.

Lo más claro del partido fue un intento personal de Plata, que ganó en velocidad y dejó por el camino a Giménez (que no tuvo a Godín como compañero, al confirmarse horas antes del partido una dolencia; su lugar fue para Araújo) y también a Viña, pero definió suave y cruzado, afuera, ante la mirada de Muslera, que con 126 partidos es el segundo futbolista con más presencias en la Celeste.

Entonces el que se encendió fue Valverde, con una jugada personal por la derecha. Se fue al fondo y levantó la pelota, que se estrelló en el travesaño.
La idea fue ir arriba, poner pierna fuerte, marcar la cancha y presionar. El abanderado, corriendo todo lo que tuvo cerca, fue Nández, que además manejó bien la pelota.
Igual, primero Bencantur y luego el propio Nández bien pudieron irse antes al vestuario, aunque el árbitro brasileño Daronco no puso objeción sobre ese par de jugadas.
Tabárez metió mano en el equipo. No quedaba otra, porque había que encontrar alguna respuesta más allá de las ganas. Piquerez y Gómez primero, y luego Gómez y Martínez, fueron las opciones del entrenador.

Iban 85 cuando un remate de Vecino desde la línea del área le daba el festejo a Uruguay. Pero el VAR dejó en claro que Gómez, quien cedió para el volante, estaba adelantado.
Era volver a empezar, pero con el reloj haciendo su trabajo sucio. Entones era ir arriba como se pudiera. Y Nández, la gran figura del dueño de casa, se mandó arriba otra vez, desbordó y desde la derecha mandó el centro ante una defensa que ya había tenido algún problema. Y Pereiro, sin problemas, metió la cabeza para hacer delirar a todos en el Campeón del Siglo.
Y no hubo más nada. Fue tiempo de defender lo logrado en los últimos segundos. Tres puntos de oro, que le permiten a Uruguay sumar su segundo triunfo consecutivo y, por si fuera poco, dar el salto al tercer lugar de la tabla de posiciones. Y de sumar confianza para lo que viene: sin Suárez ni Cavani, la triple fecha fue dulce para Uruguay, que sumó siete puntos.