Encuentro de dos mundos

A pesar de haber transcurrido 529 años, todavía mantiene su trascendencia histórica aquel pregón del grumete Rodrigo de Triana, el grito de ¡tierra!, a la vista de la isla de Guanahaní. Era el 12 de Octubre de 1492, y el grito anunciaba el encuentro de dos mundos con diferentes culturas y tradiciones milenarias.
Antiguamente se hablaba del 12 de Octubre como Día de la Raza o del Descubrimiento de América. ¿Pero de qué raza y de qué descubrimiento se hablaba?
Se ha discutido mucho –y aún se discute– sobre quién descubrió a quién, y si realmente fue un descubrimiento, o fue sólo un tropiezo inesperado en la ruta de Colón buscando un camino más corto y más fácil hacia Las Indias y sus especias, tan valoradas económicamente y para condimentar la comida. ¡La pimienta valía oro!
Ni Colón ni ninguno de sus acompañantes sospechaban, ni de lejos, la existencia de un continente tan enorme, casi tan grande como el Viejo Mundo conocido, ni tampoco fueron a descubrirlo. El error cometido al calcular el diámetro de la Tierra hizo que creyeran haber llegado a Las Indias, por eso llamaron Indios a los originarios de América. Los nativos, a su vez, descubrieron la existencia de unos hombres blancos y barbados que llegaron por el camino del sol y que les hizo recordar sus leyendas sobre el dios que volvería por allí, al cual llamaban con diferentes nombres, según su etnia: Kukulkán, Viracocha y otros. Por eso los recibieron con simpatía.
Así que fue un descubrimiento mutuo, por eso, a partir de 1992, comenzó a hablarse de Encuentro entre dos Mundos.
El título Día de la Raza surgió de la visión europeísta de la historia, en atención a los españoles colonizadores. Creo necesario destacar que los italianos se sienten orgullosos porque Cristóforo Colombo y Américo Vespucio, quien fue el primero que comprendió que América es un continente, eran navegantes italianos.
De acuerdo a la visión europeísta con que se nos ha enseñado la Historia durante muchos años, la civilización comenzó en el Viejo Mundo. Un dato muy interesante: según algunos historiadores, América había sido descubierta unos 14000 años antes, en el momento en que los primeros pobladores, las culturas que allí se asentaron, llegaron al continente.
Además, en el año 1000, los vikingos habían llegado a Groenlandia y tal vez, al Brasil, sólo que son hechos que no tuvieron tanta importancia para el futuro de la humanidad como este encuentro.
El 12 de Octubre se ha convertido para muchos en una fecha polémica, porque marca el momento en que las culturas originarias comenzaron a ser avasalladas por otra cultura, por medio de la fuerza. La figura de Colón es objeto de repudio por grupos detractores, en varios países, como Chile, Méjico, Colombia, Estados Unidos, que quieren reivindicar a los pueblos originarios. “No hay nada que celebrar”, dicen los mapuches chilenos. Para ellos es el Día de la Resistencia Indígena, se quejan de empresas nacionales y extranjeras que depredan y destruyen los sitios y la cultura indígena, luchan aún por mantener su identidad y sus derechos.
Me parece interesante repetir las palabras de un presidente mejicano, respecto a las polémicas.
“¿Vale la pena enfrascarse en discusiones de un pasado que nadie podrá cambiar? Tiene sentido discutir sobre hechos sangrientos, de destrucción cultural también, ocurridos hace 500 años, que dieron origen a naciones diversas? Antes de clamar por las atrocidades cometidas por esos pueblos, resulta urgente voltear a ver las atrocidades de hoy. Aquellos que enarbolan las causas de las culturas originarias con frecuencia olvidan la situación de atraso económico y social en que se encuentran millones de personas en países de América, únicamente por su condición indígena. Pero también existen minorías,como los afrodescendientes, que sufren discriminación, que son poco reconocidos.
Aún perduran los prejuicios y eso es lo que hay que derribar. Derribar el desdén y la indiferencia sufridos por los discriminados”.
Nuestros ancestros se sumaron a los pueblos originarios, en una mezcla de culturas, para fundar ciudades y avanzar, dice un mejicano.
Quiero destacar que en Costa Rica –el país más democrático de Latinoamérica–, desde el año 1994, se declaró el 12 de Octubre como Día de las Culturas. En la declaración se reconoce la diversidad étnica prevaleciente en América, sin negar la herencia de España, el legado de los nativos y el aporte africano, entre otros.
Según el Ministro de Educación de este país se aclaró definitivamente que los países latinoamericanos proceden de tres troncos que interactúan desde 1492: el español, el indígena y el africano-caribeño, “que nos convertía, aunque algunos lo ignoraban, en una nación pluricultural y multiétnica”.
Según un español que habitó en Méjico por años, lo importante de aquel encuentro entre dos mundos, es que a partir de aquel día comenzó el intercambio de conocimientos y de cultura entre esos mundos: y uno de los aspectos más importantes, el intercambio de alimentos, de nutrientes (los que al ser diferentes, junto con diferentes ADNs, es lo que produce las diferentes razas), un intercambio verdaderamente grandioso para beneficio de toda la humanidad.
Aún tenemos el deber de construir una sociedad global, más democrática, más humana y solidaria, entre todas las naciones latinoamericanas y con el mundo entero, con toda la humanidad, sin exclusión alguna.
Termino con palabras de un periodista chileno. El 12 de Octubre debería ser un día de reflexión sobre la interculturalidad, la convivencia entre culturas y razas diferentes, pero entendiendo que esa convivencia también es conflictiva.
Concluyo; deberíamos hablar de una sola raza: la raza humana.

La tía Nilda