Desde el comienzo de la semana el Monumento a Perpetuidad ha tenido un movimiento inusual debido al trabajo que se está llevando a cabo en el Osario. De ese lugar la gran mayoría de los sanduceros solamente conocíamos hasta este momento la tapa, que se ubica bajo uno de los pinos, próximo a la capilla, y el relato de que allí fue arrojado el cuerpo de Leandro Gómez tras su ejecución. Según el relato luego fue rescatado desde allí por su amigo el doctor Vicente Mongrell.
Pero ese lugar guarda los restos de muchos sanduceros, y especialmente, de varios de los participantes en la Defensa de 1864. Al menos esa hipótesis es la que manejan las estudiantes de Antropología Biológica y de Biología Humana, Lorena Lambiaso, Sofia Cáceres, Valentina Sosa y Ana Clara Segovia, quienes desde ayer están trabajando en el lugar acompañadas por su docente, Mónica Sans.
El proyecto, señaló la docente, fue presentado por las estudiantes y fue seleccionado para una financiación de Cesic de la Universidad de la República.
“Surgió de un curso de metodología. La responsable es Lorena Lambiaso, acá las gestiones las hizo Ana Clara Segovia, que es la que está acá. La idea es poner en valor el Osario, ver un poco más quiénes fueron los que podemos identificar”, dijo. Esta identificación no será individualizar a cada persona, “la idea es hacer un perfil biológico: hombre, mujer, niño, adulto, con la idea de que puede haber mucha gente de la Defensa, por ejemplo. Deberíamos encontrar tal vez un perfil sesgado hacia hombres jóvenes, pensamos”, planteó.
DE FONDO
Sans entiende que esto debería ser el primer paso de un proyecto a largo plazo. “Es como un preproyecto, donde vamos a analizar nada más que 10 cráneos”, para ajustarse a los plazos y a los recursos disponibles.
No obstante se encontraron algunas dificultades. “Tenemos que sacar un poco de tierra, y eso nos está demorando, porque la idea era venir y hacerlo más directamente, pero estamos tratando de limpiar un poco el osario; ha caído tierra que no tiene nada que ver, se ha filtrado agua”, dijo.
Al solicitarle una descripción del lugar, a grandes rasgos, la docente indicó a EL TELEGRAFO que se trata de “una planta circular, más bien ovalada, de unos 3,30 de altura; después es más o menos 4 por 4,40, es bastante circular. Tiene una cupulita que esperamos que la gente de Paysandú después la pueda ver. Estamos entrando por un costado en realidad. A unos dos metros de donde estamos entrando es la parte central, que hay una pequeña bóveda hacia arriba”, detalló.
Las estudiantes bajan de a dos porque hay poco aire dentro del lugar y en primer término están registrando, luego retirando los sedimentos y trazando una cuadrícula. “Queremos ver si hay restos abajo que estén mejor conservados. No sabemos cuánto de sedimento hay. Habría que excavar y no lo vamos a hacer en esta instancia. Ahí ya es bastante más complicado”, indicó. Agregó que tampoco hay una idea precisa de los restos de cuántas personas terminaron allí. Se hablaba de cientos, pero no lo sabemos”.
En el marco de este estudio se extraerán 10 cráneos, “los vamos a llevar a la Universidad, donde tenemos montado un laboratorio, para hacer el perfil biológico, y después vamos a intentar hacer ADN para ver la línea materna, que es lo que se puede hacer más fácilmente, porque con restos así tan mal conservados no sabemos. Ahí podríamos ver, al menos por línea materna, si hay aportes indígenas, africanos, que puede ser, dependiendo del tipo de población de la época. Solo podemos estar dos días”.
DEFENSORES
Por su parte Lorena Lambiaso, la responsable del proyecto, destacó que “del relevamiento histórico que hicimos, de crónicas y demás, vimos que en el evento de la Defensa el osario fue utilizado como para descartar de alguna manera cadáveres del evento; murió mucha gente en muy poco tiempo”.
Recordó que “se habla de que aquí estuvo Leandro Gómez y otros tres jefes defensores que murieron fusilados junto a él (Juan Braga, Eduviges Acuña y Federico Fernández). A Leandro Gómez sabemos que después lo sacaron, de los otros tres jefes no se menciona más nada, es de suponer que hayan quedado aquí”.
Sans agregó que no hay antecedentes de estudio de osarios en Uruguay y señaló que es un trabajo que requiere mucho cuidado. “A veces hay una sensibilidad, tenemos que tener mucho cuidado, con el hecho de exponer restos humanos. Es gente que vivió hace más de 150 años, pero de todas maneras hay sensibilidad, puede que haya gente que tenga familiares que puedan estar enterrados acá. Igual no pretendemos identificar, justamente por todo ese tipo de problemas. La idea no es tener nombres y apellidos”, insistió
PATRIMONIO
Entre quienes trabajaron en el lugar estuvo el ingeniero Leonardo Bulanti, integrante de la Comisión Departamental del Patrimonio, cuando destacó que el grupo cuenta con todas las autorizaciones pertinentes para llevar adelante su labor.
“Lo más importante es que Perpetuidad pertenece a los bienes patrimoniales de la nación, y todo esto está bajo conocimiento de las autoridades, la Comisión Departamental del Patrimonio tiene un protagonismo porque obviamente estos elementos nos pertenecen, y estamos custodiando la forma de trabajo, coordinando la manera de que se encare esta tarea de estudio de los restos óseos”, dijo.
Agregó que la inquietud ha tenido “total apoyo de la Dirección de Obras, de Servicios, la gente de Museos, que tiene que ver con este predio”. Por otra parte adelantó que después que termine este estudio “está pensado hacer alguna intervención que permita una visualización interior del osario, porque los restos que están allí muchos pertenecen a aquellos héroes anónimos de las distintas defensas y de lo que fue nuestra historia”.
Del mismo modo, el arquitecto Nicolás Fuccaro, también integrante de la Comisión, y responsable de la Unidad de Proyectos del Departamento de Obras, indicó que “el apoyo es total de parte de la Intendencia, está pendiente de lo que se precise; ahora se trajo luz, un reflector, para que puedan estar más cómodas”.
