La temporada del retorno fue corta. Tras 15 años de sombras, el Paysandú FC volvió al ámbito de la AUF, pero apenas duró nueve partidos en la Primera División Amateur.
A lo largo de esta participación en la Serie A solo se consiguieron dos victorias, se sumaron cinco empates y se sufrieron dos derrotas, en los últimos dos compromisos del grupo en el que, al final, no se pudo estar entre los cuatro mejores para poder continuar en la lucha por el ascenso a la Segunda División Profesional.
Pero si bien repasar los número deja sabor a poco, las cosas no son tan así. Y son muchas las cosas a tener en cuenta.
irando lo estrictamente deportivo, hay que valorar que fue el último equipo en ponerse en iniciar la pretemporada, y que dio mucha ventaja en ese sentido. Tampoco tuvo a disposición una billetera que permitiera sumar figuras de peso dentro de la divisional, como para poder realmente ser referente de un plantel joven.
Los inversores que anunciaron su llegada finalmente no arribaron, y hasta se sufrió la suspensión de algún entrenamiento previsto porque no se podía cumplir con los compromisos económicos con el plantel. Pero todo se fue encaminando. Y pese a los inconvenientes, el equipo de Ramón Silvera dejó bien en claro que se puede ser competitivo en la divisional. Pero faltó. Y era lógico.
A la hora de pasar raya, está claro que ese es un punto importante de cara a futuro: la experiencia de haber vuelto al ruedo y de conocer ahora la divisional, debe capitalizarse.
Porque en definitiva, no hay que olvidarse que ante la salida de los inversores que anunciaban su arribo, se apretó el acelerador para poder estar y así asegurar la plaza pensando en la próxima temporada. Y en ese sentido el objetivo se cumplió.
Pero ya en el tramo final lo deportivo comenzó a complicarse con las expulsiones, y los empates consecutivos que terminaron de cercenar las aspiraciones. Porque no hay que hacerse trampas al solitario, la pésima actuación de la terna ante Bella Vista no fue lo que eliminó a Paysandú FC.
Pero es hora de borrón y cuenta nueva. De empezar, ya, a pensar en lo que viene. Porque se dio el primer paso, pero hay que centrarse también en lo formativo, de cara al futuro.