Paysandú logístico: ¿“esperando la carroza”?

En los últimos días EL TELEGRAFO ha informado que, de acuerdo con lo consignado por nuestro colega Cambio de Salto, en la zona de Salto Grande se espera concretar un proyecto de centro logístico que incluye un puerto seco, combinado con un puerto de barcazas para la zona norte del país. El emprendimiento fue analizado en el marco de la visita efectuada recientemente al vecino departamento por el secretario de la Presidencia de la República, Dr. Alvaro Delgado, junto al presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Dr. Carlos Albisu, y los inversores de los proyectos que gestiona el jerarca del organismo binacional. La instancia incluyó una reunión de los empresarios con el intendente Andrés Lima, ocasión en la cual el titular del gobierno salteño expresó su decidido apoyo. De acuerdo con lo informado, el propio presidente Luis Lacalle Pou, manifestó interés en que se lleve adelante la iniciativa. Como si ello fuera poco, de acuerdo con “La Diaria”, el intendente Lima “anunció que se creará un nuevo puerto sobre el arroyo Itapebí, al norte de la represa de Salto Grande. En un video que hizo circular, el jefe comunal dijo que la inversión será privada y rondará los 40 millones de dólares”. De acuerdo con lo expresado por Lima a ese medio de prensa, esto permitirá “beneficiar al transporte nacional recibiendo barcazas que traen producción desde el sur del Brasil hacia el norte de nuestro país, especialmente soja y otros granos” e integrar esa carga al circuito logístico nacional.
Si bien se trata de dos noticias de indudable importancia para el litoral norte y para el Uruguay en general, no podemos dejar de recordar que desde hace muchos años y desde esta misma página editorial se viene impulsando la creación de un centro logístico que posicione a Paysandú en el mapa logístico nacional e internacional, aprovechando no sólo su privilegiada ubicación sino también la posibilidad de operar cargas portuarias y el propio hecho que, a pesar de un descenso muy marcado de la actividad industrial en las últimas décadas, aún existen empresas que necesitan movilizar mercaderías desde y hacia nuestro departamento. A pesar de los años transcurridos, los proyectos no se concretan mientras las administraciones departamentales se suceden unas a otras sin poder concretar temas que serían un cambio muy beneficioso para todos los sanduceros.
Resulta importante recordar que a inicios del presente año, la ingeniera Antonella Goyeneche anunció que Paysandú contaría con una Codelog (coordinadora de logística) departamental que según la referida trabajaría “en pos de lo que es el desarrollo logístico de ruta, el ferrocarril, y por supuesto en el desarrollo del trabajo de puerto seco” señalando que “están todos ya invitados a formar parte de la coordinadora y ponernos a trabajar en pro de potenciar las características y ventajas que tiene Paysandú como hub logístico desde el punto de vista territorial, desde el punto de vista de la cercanía de otros puertos y no solamente de los ejes de ruta que tenemos, porque la idea es ponernos a trabajar para eso”. A pesar de los meses transcurridos, y sin perjuicio del trabajo que se pueda estar desarrollando, resulta claro que la Codelog no ha generado en el departamento y en el país en general, acciones concretas que hagan visible y posicionen a Paysandú como un centro logístico. En efecto, algunas de las interrogantes que EL TELEGRAFO planteó en su editorial del 7 de febrero de 2021 siguen vigentes: “Sin lugar a dudas la Intendencia Departamental de Paysandú tiene un papel fundamental en la creación y efectivo funcionamiento de este nuevo instrumento, pero el mismo requiere de un amplio respaldo desde los sectores relacionados con la actividad logística que le permita avances reales en la materia. Asimismo, debe dotarse a la Codelog de una institucionalidad que se proyecte más allá del gobierno departamental de turno, sin importar a qué partido político o sector del mismo pertenezcan los responsables de ejercerlo”. Sería más que oportuno que la Intendencia Departamental difundiera a la opinión pública los avances, las acciones que ha concretado la Codelog y sus proyectos de corto, mediano y largo plazo como forma de que todos los sanduceros podamos apreciar y comprender la importancia de la misma y de la actividad logística en general.
Los sanduceros debemos mantener en nuestra agenda la creación de una zona franca como incentivo no excluyente para potenciar la actividad logística en nuestro departamento y sin que ello signifique tratar de “inventar la rueda”. Como expresamos en nuestro editorial del 25 de octubre de 2020, “es claro que el régimen de zonas francas no es nuevo en Uruguay. Las primeras zonas francas (Colonia y Nueva Palmira), fueron creadas por la ley 7.593 de 20 de junio de 1923 con lo cual se han completado más de 97 años sin que Paysandú haya resuelto instalar una en nuestro territorio. Gobiernos departamentales de todos los partidos políticos han dejado pasar la oportunidad de contar con un instrumento cuyas virtudes y ventajas hemos destacado y reclamado en varias ocasiones desde esta página editorial. A pesar de que parecería que en este tema hemos escrito sobre el agua durante décadas, no renunciamos a resaltar su importancia para que nuestro departamento retome su senda exportadora, generadora de recursos genuinos provenientes del exterior y sea impulsora de la economía local y del consiguiente bienestar de todos los sanduceros”.
En todo caso, la actividad logística no sería la primera actividad en la cual los salteños han demostrado ser más emprendedores y ejecutivos que los sanduceros. Basta comparar el desarrollo alcanzado por las Termas del Daymán con el eterno letargo en el cual transcurre Termas del Guaviyú, punto turístico que transcurre desde hace décadas sin un rumbo claro y sin una visión sobre cuál es el perfil y los servicios que quieren ofrecerse a quienes la visitan. Eterna piedra en el zapato tanto de intendentes como de directores de Turismo, las Termas del Guaviyú constituyen una auténtica “tumba de los cracks”, donde todas las ideas que se prometen en las campañas electorales se transforman luego en papel mojado una vez que llega la hora de llevarlas a la realidad. No se puede ni se debe dejar de mencionar a Corrales de Abasto, sobre cuyo potencial termal se ha especulado durante años sin lograr concretar una propuesta que nos permita tener una atracción turística cercana a la ciudad y casi sobre la ruta 3, eje del corredor termal de nuestro país.
Lejos estamos como departamento de aquella famosa escena de la película argentina “Esperando la carroza” en la cual la actriz uruguaya “China” Zorrilla se queja de su poco original vecina con la inolvidable frase “yo hago puchero… ella hace puchero, yo hago ravioles… ¡ella hace ravioles!” En efecto, Paysandú no debe salir corriendo a copiar “a tontas y a locas” lo que hacen otros departamentos, pero tampoco puede quedarse al costado del camino mientras los vecinos e incluso departamentos más distantes como Rivera se posicionan para transformarse en polos logísticos de indudable importancia, generando trabajo y bienestar para sus habitantes.