Por la falta de lluvias comienzan “a encenderse luces amarillas en la región”, dijo Rómulo Cesar

Ingeniero agrónomo Rómulo Cesar.

“Comienzan a encenderse luces amarillas”, la frase del ingeniero agrónomo Rómulo Cesar, coordinador de la regional Litoral Norte del Plan Agropecuario, sintetiza la alerta y preocupación de los productores ante el déficit hídrico de octubre y lo que va de noviembre, con la consiguiente complicación para el crecimiento de las pasturas.
“Setiembre con altibajos y diferencias entre zonas, fue un mes de buenas lluvias y la primavera se hizo notar, lo que trajo aparejado una mejora importante en la disponibilidad de pasto”, explicó el profesional.
Pero noviembre “viene de otra forma y muy variable entre zonas, porque en cuanto a las lluvias, hace unos 10 días en zonas cercanas a la ciudad de Paysandú llovieron alrededor de 60 milímetros y en otras zonas 5 mm, lo cual es válido para la región, con zonas en donde en octubre prácticamente no hubieron registros pluviométricos”.
El responsable de la regional del instituto de extensión, indicó que “eso trajo una detención en el desarrollo de los tapices naturales, con luces amarillas que comienzan a encenderse, porque sabemos la importancia del agua para la producción de pasto”.
La primavera es un momento clave para el desempeño productivo de los animales, “especialmente los rodeos de cría, con gran parte del rodeo que terminó de parir, y muy próximos a la etapa de entore, incluso sabemos de productores que en estos días están inseminando las vaquillonas, o eventualmente largando los toros”, dijo Cesar.
Incluso recordó que la última semana de octubre presentó temperaturas muy altas, lo que ha llevado a que los campos en donde no llovió “se han quedado, con diferencias entre zonas, pero no se logró en octubre consolidar lo que se mostró en setiembre”.
A todo esto se salió del invierno “con poco pasto, siendo buena la recuperación de setiembre. A la salida de ese mes, les preguntábamos a los productores en la encuesta Ring como venían, y nos decían que mejorando, pero a un ritmo más lento de lo que se veía en la pastura”, acotó.
Recomendaciones
“Es importante que cada productor conozca su situación particular”, dijo el técnico. “Tiene que observar primero como está el pasto y el estado de los animales”.
En aquellos establecimientos que “salieron golpeados del invierno, tuvieron una pequeña mejora en setiembre, pero ahora el pasto no ha tenido el crecimiento adecuado en una primavera normal, se debe ajustar el requerimiento de los animales a la oferta de forraje que tenga el campo”.
Para eso es trascendental contar con datos objetivos, como ser “cuantos centímetros de pasto tengo, lo que ayuda y mucho”, dijo.
Pensando que el aspecto reproductivo se puede complicar, recomendó “tener definido qué animales serán entorados. Las de primer entore –vaquillonas– que ya están siendo inseminadas o entoradas, ver cuales no van a llegar y desprenderse de esos animales, brindándoles prioridad a los que sí se pretenden preñar”.
Lo mismo ocurre con el ganado de cría, “previendo lo antes posible saber qué cantidad de vientres serán entorados. Si la gran apuesta es volver a entorar los animales, que eso sea lo más afinado posible”.
Cesar se refirió a la planificación de las técnicas de control de amamantamiento. “El destete temporario es una herramienta interesante, muy difundida y muchos productores la usan”.
De todas maneras aclaró que “no siempre se usa bien”, porque entiende que “todos sabemos que el ternero debe tener entre 2 y 2 meses y medio y aproximadamente pesar 70 kilos, pero el problema es que se aplica muchas veces a vacas que tienen una condición corporal (cc) menor a la necesaria para responder. Vacas con cc menor a 3,5 prácticamente no van a mostrar respuesta a la aplicación de la tablilla al ternero, y ahí se produce una doble pérdida”, subrayó.
Otra medida considerada “más extrema” pero que también requiere de mayor planificación es el destete precoz. Una medida que se aplica “y no está generalizada, pero que está disponible para usar en esta primavera –hay sistemas que lo hacen estructuralmente todos los años–,” sostuvo Cesar.
Otras tecnologías
El profesional indicó que “otras de las tecnologías que están disponibles es saber si las vacas están comenzando realmente a ciclar, siendo el diagnóstico de actividad ovárica una herramienta muy interesante”.
“Otra medida más novedosa que están comenzando a aplicar con productores del Plan Agropecuario, es la utilización de parches de detección de celos. Eso permite saber si esas vacas son montadas por otras, y saber que porcentaje del rodeo tiene actividad y cuál no”.