Uruguay cayó en La Paz y se agudiza la crisis celeste

Arce festeja su segundo gol ante Uruguay. Jonathan Rodríguez, acostumbrado a la altura, se lamenta; solo tuvo 15 minutos en cancha.

El escaso margen de error se transformó en urgencia luego de que Uruguay sufriera una nueva derrota en las eliminatorias, la segunda de la doble fecha de noviembre y la cuarta consecutiva si se toman dos de los tres partidos de la ventana de setiembre.
La Celeste perdió ahora en la altura de La Paz, 3 a 0, algo que podría esperarse teniendo en cuenta las circunstancias geográficas y la estadística. Pero cedió tres puntos claves por errores propios, que vuelven a repetirse.
Sabiendo de las complicaciones a la hora de subir a La Paz, Uruguay no planteó sorpresas dentro de lo que se esperaba en las horas previas. Y tampoco Bolivia mostró una cara diferente a la habitual, sorpresivamente baja en lo que refiere a aprovechar la altura sofocando al rival.
A tal punto que el partido fue un bostezo, y Uruguay controlaba sin inconvenientes, aunque tampoco apostando a marcar la diferencia. Lo más cerca llegó sobre los 27 minutos tras un saque largo de Muslera que un mal despeje dejó la pelota en los pies de Nandez, que definió arriba.
Pero dos minutos más tarde llegó el primer error celeste: un centro intrascendente y la pelota que se le escapó de las manos a Muslera. Fue un mazazo prácticamente definitorio.
Porque más allá de que en un par de ocasiones se intentó por parte de Uruguay avanzar con Cáceres y Nández por la derecha, llegó una salida fallida en el área y el córner infantilmente cedido por Vecino. Y ahí, de pelota quieta y de cabeza, llegó el segundo gol boliviano.
Lapidario por dónde se lo mirara teniendo en cuenta no solo las condicionantes de la altura, las estadísticas, sino por el momento complicado que atraviesa un equipo que no encuentra el rumbo.
Tabárez intentó meter mano. Suárez saltó a la cancha, González ingresó al lateral derecho y Cáceres pasó al izquierdo. Las cosas parecieron dar resultado por algunos minutos, ante una Bolivia que nunca tuvo a mal traer a Uruguay y que estuvo lejos de sofocar al rival como dice la historia. Pero luego de un intento celeste, el local tuvo un penal a favor que desperdició. Minutos después Muslera salvó su arco, ya cuando las piernas visitantes respondían poco. Hasta que llegó el tercero, sin mucho esfuerzo.
Y se selló un nuevo golpe. No solo porque se suma la cuarta derrota al hilo, sino porque también la diferencia de goles cayó estrepitosamente.
El camino al Mundial de Qatar está complicado. Quedan cuatro partidos y Uruguay no muestra reacción. No levanta, cada vez se complica más la tabla y la posibilidad de un cambio de entrenador vuelve a sobrevolar el ambiente, aunque no solo la mano de Tabárez parece ser responsable de la difícil situación.