Aún no despega

La Organización Mundial del Turismo (OMT), dio a conocer un estado de situación acerca de la realidad del sector que refleja lo acontecido en el tercer trimestre de este año, con datos que si bien son positivos, dan la pauta de una recuperación que “sigue siendo frágil” y que suceden a una primera mitad de 2021 que se había catalogado como “débil”.
Según la última edición del Barómetro del Turismo Mundial, las llegadas de turistas internacionales aumentaron un 58% de julio a setiembre de 2021, comparado con el mismo período de 2020, es decir, partiendo de una base muy baja. Y lo refleja el dato de que estos números están “un 64% por debajo de los niveles de 2019, según datos disponibles”, pero que de todas formas son los mejores desde el inicio de la pandemia.

El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili interpretó que todavía estamos lejos de hablar de una pospandemia y llamó a no bajar la guardia ante el aumento de contagios y posibles mutaciones del coronavirus, como la recientemente clasificada como ómicron –cuyo impacto todavía no está cuantificado en la evaluación–. Debemos, expresó, “continuar nuestros esfuerzos para asegurar un acceso equitativo a la vacunación en todo el mundo, así como tener procedimientos de viaje coordinados, y hacer uso de certificados de vacunación digitales para facilitar la movilidad y continuar apoyando al sector”.
Y vaya si la aparición de esta nueva variante es un cachetazo a la estrategia egoísta de las naciones más poderosas –de la mano de las empresas farmacéuticas, claro está– de acaparar vacunas innecesariamente, dilapidando recursos propios en medicamentos que no se usaron, pero además elevando artificialmente el precio y privando a los países menos desarrollados del acceso a la inoculación.

Pero volvamos al turismo. Expresa el informe que el aumento de la demanda “se debe en parte a la mejora de la confianza del viajero en un contexto de fuerte avance de la vacunación y reducción de las restricciones de entrada en muchos destinos”. En Europa, por ejemplo, “el Certificado COVID Digital de la UE ha ayudado a facilitar la libre circulación dentro de la Unión Europea, liberando una gran parte de demanda acumulada tras muchos meses de restricciones de movimiento”. Entre enero y setiembre de 2021 el viejo continente registró apenas un 8% menos de arribos que el mismo período de 2020, aunque un 69% menos que en 2019. La región de las Américas registró mejoras con llegadas un 1% por encima de 2020, aunque un 65% por debajo de los niveles de 2019. El Caribe tuvo los mejores resultados a nivel de subregión, con un aumento del 55% en llegadas con respecto al mismo período de 2020, aunque todavía un 38% por debajo de 2019.

Pero al igual que acontece con la vacunación, el ritmo de recuperación además de lento, es desigual, y está pautado por la confianza de los turistas en los destinos. Y acá hay que ser muy claros. En este caso “destinos” no aplica solamente a una ciudad o a un país, sino a la región, o a la subregión. Y esto aplica a los esfuerzos que nuestro país ha hecho recibiendo recientes eventos deportivos de masiva convocatoria, que dan visibilidad, es cierto, pero para tener éxito dependen de una percepción generalizada de que la toda la región está haciendo las cosas bien y que se puede circular sin problemas. En esto el mantener los puentes binacionales cerrados –no importa en este caso por “culpa” de quien–, es una señal desalentadora para convocar a los turistas. Y no es la única, está claro, pero entrar en eso sería tema para otra ocasión.
Retomando, expresa la OMT que estas diferencias en el ritmo de recuperación “se debe a diferencias en las restricciones de movilidad, las tasas de vacunación y la confianza del viajero”.
Destaca el informe que “si bien Europa (-53%) y las Américas (-60%) registraron mejoras relativas durante el tercer trimestre de 2021, las llegadas a Asia y el Pacífico disminuyeron un 95% con respecto a 2019, ya que muchos destinos permanecían cerrados a viajes no esenciales. África y Oriente Medio registraron caídas del 74% y 81% respectivamente en el tercer trimestre en comparación con 2019”.

Un dato algo más alentador es que se aprecia una mejoría en los ingresos por turismo internacional, que en algunos países en específico, como México, equivalen a los de 2019, mientras que otros destinos importantes muestran una reducción menor que lo apreciado el año pasado en comparación con el año prepandémico, como Turquía (-20%), Francia (-27%) y Alemania (-37%). También fueron mejores los resultados de turismo emisor. Francia y Alemania registraron un -28% y -33% de gasto en turismo internacional respectivamente durante el tercer trimestre.
Evalúa el estudio que el gasto promedio por viaje “aumentó considerablemente debido al gran volumen de ahorro y la demanda contenida, que han moderado el impacto sobre la economía”. Porque es cierto, no a todo el mundo le fue mal durante el gran parate, y hubo muchas personas que se pudieron permitir ahorrar o incluso gastar en artículos suntuarios. Hubo incluso quienes se dieron el gusto de viajar al espacio.
“Los ingresos por turismo internacional aumentaron de un promedio por llegada de U$S 1.000 a U$S 1.300 entre 2019-2020, y podrían superar los U$S 1.500 en 2021. Sin embargo, el mayor gasto también es el resultado de estancias más largas y el aumento de los precios del transporte y el alojamiento”.

Para el organismo “la reanudación segura del turismo internacional seguirá dependiendo en gran medida de una respuesta coordinada entre los países” y en esto alude a las restricciones, a los protocolos de seguridad e higiene y a la comunicación eficaz “para ayudar a restaurar la confianza de los consumidores”, todos aspectos en los que en esta zona del mundo todavía queda mucho por avanzar.